Más de 300 efectivos combaten el fuego que ha asolado 230 hectáreas y ha obligado a vaciar una pedanía
El incendio forestal originado en la localidad valenciana de Calles se ha cobrado ya 230 hectáreas de masa boscosa, ha obligado a desalojar una pedanía, cuyos habitantes aún no pueden regresar a sus casas, y sigue sin estar estabilizado a pesar del ímprobo esfuerzos de todos los efectivos que trabajan en las tareas de extinción y que son más de 200 efectivos de bomberos del Consorcio Provincial de Valencia y Bomberos Forestales y 100 agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Todos trabajan sin apenas descanso con la colaboración de 12 medios aéreos tanto de la Generalitat Valenciana como de la UME y el Ministerio. Pese a ello, el fuego no está estabilizado: «Aún hay puntos en llamas, que se están reactivando», ha explicado la consejera valenciana de Emergencias Gabriela Bravo. La meteorología, según ha dicho, va a influir mucho en la futura estabilidad del incendio.
El verano está resultando un auténtico infierno forestal en España. El pasado día 19, el fuego ya había arrasado más de 193.247 hectáreas, con lo que en poco más de 7,5 meses se han superado de largo las cifras de 2012, cuando las hectáreas que se quemaron fueron más de 189.000, según ha publicado OKDIARIO.
El último de estos devastadores incendios forestales se originó en una planta de compostaje de la localidad valenciana de Calles, un pequeño municipio en la comarca de Los Serrano de apenas 341 habitantes, ayer, lunes, a las 16,21 horas. Desde esa hora y ese día, no ha dejado de propagarse. Se desconoce si origen fue intencionado, algo que actualmente investiga el Servicio de protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Y cientos de efectivos luchan por tierra y aire para combatir las llamas.
Se espera que a esa batalla contra el fuego se sumen esta tarde más medios aéreos del Ministerio, ya que trabajar desde el aire resulta fundamental ante las dificultades que ofrece la orografía. No obstante, existe el temor a que puedan producirse episodios con reproducciones de una elevada virulencia.