COMUNIDAD VALENCIANA

El Gobierno de Ximo Puig cuela 3 impuestos nuevos con la excusa del cambio climático

Junta Electoral Ximo Puig
El presidente del Gobierno valenciano el socialista Ximo Puig.
Ignacio Martínez

El Gobierno valenciano, que preside el socialista Ximo Puig, prepara un nuevo sablazo fiscal. La Consejería de Emergencia Climática, que dirige Mireia Mollà (Compromís), ha incluido en el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana nada menos que tres nuevos impuestos. Uno sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, otro sobre la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera procedentes de instalaciones y un tercero sobre grandes establecimientos comerciales. Estos tres impuestos tienen carácter finalista y, por tanto, se destinan a un gasto concreto. En este caso, para nutrir el Fondo Para la Transición Ecológica.

El citado proyecto de ley se debatirá en el pleno de las Cortes Valencianas el próximo miércoles como punto 6 del orden del día: Debate a de totalidad del Proyecto de Ley de la Generalitat del cambio climático y la transición ecológica de la Comunidad Valenciana. Enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos parlamentarios Popular y Vox Comunidad Valenciana.

El Grupo Parlamentario Popular, en la enmienda a la totalidad firmada por sus diputados Miguel Barrachina y Elisa Díaz, reclama la retirada del citado proyecto de ley. Entiende que no es el momento de subir o crear impuestos, sino de bajarlos y muy especialmente a las rentas medias y bajas, y que esos impuestos no pueden camuflarse dentro de una ley como ésta.

Sablazo fiscal

Al sablazo fiscal que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prepara para las clases medias se suma otro. En esta ocasión, desde la Generalitat Valenciana. La Consejería de Transición Ecológica, que dirige Mireia Mollá, ha incluido un proyecto de ley de 113 páginas, el de Cambio Climático y Transición Ecológica, nada menos que tres impuestos.

De modo que, mientras el presidente del PP en la autonomía -Carlos Mazón- mantiene abierta una oferta a Puig para desatascar su reforma fiscal, desde el Gobierno regional se ultima la aprobación de esos tres nuevos impuestos, que se incluyen en el Capítulo II, Fiscalidad para la transición ecológica. Y, más concretamente, en el artículo 98, bajo el gráfico y descriptivo nombre de Creación de impuestos para la transición ecológica.

Los tres impuestos

El citado artículo 98 dice en su punto primero: «Se crean los siguientes impuestos para la transición ecológica, que se regulan en las secciones 2ª, 3ª y 4ª de este capítulo: a) Impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica. b) Impuesto sobre la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera de actividades. c) Impuesto ambiental sobre grandes establecimientos comerciales».

El primero de ellos, el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, «tiene por objeto grabar las emisiones de dióxido de carbono que produzcan aquellos vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2023».

En cuanto al impuesto sobre la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera generados en los procesos productivos desde instalaciones situadas en la Comunidad Valenciana, se recoge que «tiene la finalidad de reducir su emisión incentivando la adopción de medidas que optimicen el desempeño medioambiental de los procesos, así como la mejora de la calidad del aire».

Finalmente, el impuesto ambiental sobre grandes establecimientos comerciales, el proyecto de ley dice en su artículo 129 que tiene por objeto «la regulación del impuesto sobre los grandes establecimientos comerciales de ocio, hostelería o espectáculos, que se define como un impuesto ambiental» y «graba la singular capacidad económica que concurre en determinados establecimientos con fines comerciales, de ocio, hostelería o espectáculos a consecuencia de estar implantados en grandes superficies que, por su efecto de atracción al consumo, provoca un desplazamiento masivo de vehículos y, en consecuencia, una externalidad negativa en el medio ambiente, con un coste que estos establecimientos no asumen».

En suma, tres impuestos más para la pesada mochila fiscal de los valencianos. Y, todo ello, en un momento en que las Cortes Valencianas tramitan también la tasa turística o impuesto sobre las pernoctaciones en establecimientos turísticos reglados de la Comunidad Valenciana impulsado por los socialistas, Compromís y Podemos.

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