Terremoto en la industria energética: inventan una pintura blanca que enfría las casas y genera 5 litros de agua al día
El incremento de las temperaturas globales ha puesto bajo presión a los sistemas energéticos, especialmente en las grandes ciudades. Frente a este complicado escenario, un novedoso proyecto se ha centrado en el desarrollo de una pintura blanca que enfría las casas, pensada para aprovechar las propiedades físicas de la radiación solar y el vapor de agua atmosférico.
Y eso no es todo: esta pintura también es capaz de generar nada más y nada menos que agua. Cabe remarcar que el objetivo de este invento no es solo disminuir el calor interior, sino también mejorar la gestión de los recursos naturales en zonas urbanas y rurales.
¿Cómo funciona el invento de la pintura blanca que enfría casas y además genera agua?
Una pintura blanca se perfilaría en la actualidad como una alternativa que combina dos funciones vitales: reducir el calor y generar agua a partir del aire. Su desarrollo fue liderado por la profesora Chiara Neto, del Instituto Nano y la Escuela de Química de la Universidad de Sídney, junto con la empresa emergente Dewpoint Innovations.
La investigación, publicada en la revista Advanced Functional Materials, señala que el principio detrás de esta pintura blanca recae en un diseño nanoestructurado que actúa de forma pasiva, sin necesidad de electricidad ni componentes mecánicos.
El material, hecho de PVDF-HFP (fluoropolímero de alta resistencia), refleja la radiación solar mediante su estructura interna porosa, sin depender de pigmentos reflectantes como el dióxido de titanio.
Esta estructura permite que la luz se disperse en múltiples direcciones, reduciendo el calentamiento superficial y evitando el deslumbramiento. Al mismo tiempo, su superficie lisa facilita el deslizamiento de las gotas condensadas hacia puntos de recolección.
¿Cómo se supo que esta pintura realmente cumple su función?
Durante los ensayos realizados en el Sydney Nanoscience Hub, el recubrimiento soportó seis meses de exposición directa al sol sin degradación, manteniendo su capacidad de enfriar y condensar agua de manera estable.
El estudio comprobó que la pintura puede reducir la temperatura interior de una vivienda hasta 6 °C respecto al exterior, un margen suficiente para mejorar el confort térmico en zonas donde no hay climatización activa.
A su vez, cada metro cuadrado del recubrimiento puede producir agua suficiente para abastecer necesidades básicas diarias, con un techo de 12 m², generando aproximadamente 4,7 litros de agua al día.
Agua incluso en zonas secas: la increíble capacidad de esta pintura blanca
Uno de los resultados más relevantes del estudio es la capacidad de la pintura para producir agua incluso en climas áridos. Aunque la condensación es más eficiente en ambientes húmedos, los investigadores comprobaron que el rocío nocturno puede formarse también en regiones con baja humedad relativa durante el día.
Más del 30 % de los días del año se registró recolección de agua sin lluvia, un dato que refuerza el potencial de esta tecnología para el suministro descentralizado. En áreas donde las infraestructuras de agua son limitadas o insuficientes, este tipo de sistemas pasivos ofrece una vía complementaria para reforzar la seguridad hídrica.
La profesora Neto explicó que «no se trata de reemplazar la lluvia, sino de complementarla, proporcionando agua donde y cuando otras fuentes se vuelven limitadas».
¿Cómo se podría aplicar esta pintura y qué posibilidades tiene de industrializarse?
La empresa Dewpoint Innovations trabaja actualmente en la formulación comercial del producto, que podrá aplicarse con rodillos o pulverizadores convencionales. Su escalabilidad es uno de los puntos fuertes del proyecto: puede instalarse en tejados residenciales, escuelas rurales, refugios de emergencia o invernaderos.
Entre sus posibles aplicaciones destacan:
- Reducción del efecto isla de calor urbana, al reflejar la radiación solar.
- Generación de agua potable en zonas rurales o con escasez de recursos.
- Complemento a los sistemas de captación pluvial ya existentes.
- Uso agrícola, para riego ligero o enfriamiento por nebulización.
- Apoyo a la infraestructura de emergencia, donde el agua condensada puede ser vital.
El Dr. Ming Chiu, director de tecnología de Dewpoint Innovations, señaló que el diseño «logra una alta reflectividad mediante una estructura interna porosa, ofreciendo durabilidad sin los inconvenientes de los pigmentos tradicionales».
Según el equipo, esta combinación de rendimiento térmico y recolección de agua podría aplicarse también en sectores industriales o energéticos, por ejemplo, en la producción de hidrógeno verde, que requiere grandes volúmenes de agua.
Hacia techos activos y sostenibles
La innovación de la Universidad de Sídney y Dewpoint Innovations propone un cambio de paradigma en el diseño arquitectónico y urbano. Esta pintura blanca que enfría las casas convierte los techos, tradicionalmente pasivos, en elementos activos de gestión climática y recursos hídricos.
Con millones de viviendas ya equipadas con sistemas de captación de agua de lluvia, la integración de este recubrimiento podría aumentar la autonomía de los hogares frente a las olas de calor y la escasez de agua.
En palabras de la profesora Neto, «imaginar techos que no solo se mantienen frescos, sino que también producen su propia agua potable, es un paso hacia la resiliencia climática».
Por último, cabe aclarar que su desarrollo comercial avanza desde 2022 y ya se estudian adaptaciones para distintos tipos de superficie.