La misión Rosetta: el aterrizaje histórico en un cometa
La misión Rosetta ha sido aclamada como un gran éxito en la exploración espacial y ha sentado las bases para futuras misiones.
Cometa Halley, ¿en qué año volverá a orbitar?
Las misiones espaciales más emocionantes
Explorando los confines del sistema solar
Energía solar en el hogar: Nuevas tecnologías para la sostenibilidad
Confirmado por la ciencia: esto es lo que hay dentro de la Luna
La misión de la sonda madre Rosetta fue un viaje épico que llevó diez años de planificación y ejecución. Esta odisea comenzó el 2 de marzo de 2004 y llevó a Rosetta a recorrer una distancia asombrosa de 6.400 millones de kilómetros antes de llegar a su destino.
El nombre de la sonda, Rosetta, hace referencia a la famosa Piedra de Rosetta. Su módulo de aterrizaje llevaba el nombre Philae y estuvo inspirado en la antigua ciudad egipcia también denominada así. Su objetivo principal fue estudiar en detalle un cometa.
Descubriendo cometas
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko fue descubierto en 1969 por los astrónomos soviéticos Klim Churyumov y Svetlana Gerasimenko. Este cometa tiene una órbita elíptica alrededor del Sol y su período orbital es de aproximadamente 6.5 años. Rosetta fue lanzada el 2 de marzo de 2004 con la misión de estudiar este cometa y comprender su origen y evolución.
La misión Rosetta consistió en un orbitador principal, que llevaba a bordo el módulo de aterrizaje Philae. El orbitador realizó un viaje de más de diez años a través del sistema solar, realizando maniobras de asistencia gravitatoria alrededor de la Tierra y Marte para finalmente alcanzar el cometa 67P en agosto de 2014. Durante su viaje, Rosetta también realizó observaciones de otros objetos en el espacio, como asteroides y planetas enanos.
Una vez en órbita alrededor del cometa, Rosetta comenzó a estudiar su composición, estructura y evolución a través de una variedad de instrumentos científicos. Entre los datos más importantes recopilados por la misión se encuentran las mediciones de la temperatura, la composición química y la actividad del cometa, así como imágenes detalladas de su superficie.
Un lanzamiento accidentado
Cuando se diseñó la sonda Rosetta, su objetivo era estudiar el cometa 46P/Wirtanen. Sin embargo, un retraso en el lanzamiento cambió su destino que originalmente estaba programado para el 12 de enero de 2003.
El lanzamiento se pospuso debido a una anomalía en el despegue de otro cohete. Esta demora obligó a buscar un nuevo objetivo. En mayo de 2003, se decidió que el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko sería el nuevo objetivo.
El viaje de Rosetta comenzó el 2 de marzo de 2004, cuando la sonda fue lanzada desde la base de Kourou en la Guayana Francesa. El cohete Ariane 5 colocó exitosamente la etapa superior y la carga en una órbita elíptica.
Rosetta en órbita
Cerca de dos horas después del despegue, la etapa superior se encendió para alcanzar la velocidad de escape necesaria para salir de la órbita terrestre. Después, entró en una órbita heliocéntrica.
Para llegar al cometa, Rosetta tuvo que seguir una trayectoria compleja que incluyó tres sobrevuelos a la Tierra y uno a Marte para obtener asistencias gravitatorias. Estas maniobras le permitieron ganar velocidad en cada vuelta al Sol cerca de la órbita terrestre.
Esta velocidad la situó muy por delante de otras sondas espaciales, como Voyager 1, New Horizons y Voyager 2. Sin esta trayectoria y asistencias gravitatorias, la cantidad de combustible necesaria para llegar al cometa habría hecho imposible la misión.
El aterrizaje histórico
Después de una travesía de varios años en el espacio, la sonda Rosetta logró que su módulo de aterrizaje Philae se posara con éxito sobre la superficie helada del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
Este logro histórico fue posible gracias al meticuloso trabajo de la sonda madre Rosetta, que llevó a Philae hacia el cometa. Este aterrizaje perfecto representó un hito significativo en la exploración espacial.
La exitosa recepción de la señal de telemetría desde Philae en la estación de la ESA en Malargüe, Argentina, y en la estación de la NASA en Madrid, fue un triunfo adicional para esa misión.
Desde su llegada al cometa, en agosto de 2014, Rosetta estuvo orbitando y estudiando ese cuerpo celeste montañoso. Durante este tiempo, capturó más de 100.000 imágenes y realizó numerosas lecturas de instrumentos, proporcionando una visión detallada del comportamiento, la estructura y la composición química del cometa.
La misión Rosetta continuó recopilando datos y realizando observaciones del cometa desde su órbita, hasta que finalmente llegó a su fin el 30 de septiembre de 2016, cuando el orbitador se estrelló intencionalmente contra la superficie del cometa. A lo largo de su misión, Rosetta envió miles de imágenes e información invaluable a la Tierra, lo que permitió a los científicos realizar importantes descubrimientos sobre la formación y evolución de los cometas.
Hallazgos sorprendentes
El viaje de Rosetta y Philae arrojó resultados sorprendentes que desafiaron teorías previas. Por ejemplo, el análisis del agua del cometa demostró una composición diferente a la del agua en la Tierra, cuestionando la idea de que los cometas trajeron el agua a nuestro planeta.
Además, la medición del magnetismo reveló la ausencia de un campo magnético propio del cometa. Esto contradice las hipótesis sobre la influencia de estos campos en la formación del sistema solar.
En mayo de 2016, se anunció otro descubrimiento significativo: la presencia de glicina y fósforo en el cometa, ingredientes cruciales para el origen de la vida en la Tierra. Estos hallazgos abrieron nuevas perspectivas sobre la comprensión del cosmos y el potencial de vida más allá de nuestro planeta.
Después de más de dos años de intenso estudio, la sonda Rosetta concluyó su misión, el 30 de septiembre de 2016. Este evento marcó el cierre de una de las misiones espaciales más audaces de la historia.
Lecturas recomendadas
Temas:
- Cometas