Errores al cambiar un pañal
Aparentemente cambiar el pañal parece muy fácil y pensamos que se realiza de manera rápida, sin inconvenientes de ningún tipo. Sin embargo, más de uno se ha topado con que la realidad es otra, al menos cuando se es primerizo. De ahí que sea habitual cometer ciertos errores de los que se irá aprendiendo poco a poco.
¿Quieres conocer a qué fallos nos estamos refiriendo? Toma nota:
No tener toallitas y pañal limpio a mano
Los bebés, por más pequeños que sean, no se pueden dejar solos casi ni un segundo porque en ese tiempo son capaces de moverse e incluso de caerse donde se estén cambiando. Y eso supone un verdadero problema para los padres cuando se dan cuenta que les han quitado el pañal sucio a sus hijos pero no pueden seguir el proceso. Claro, porque han cometido el error de no tener a mano ni las toallitas ni tampoco el pañal limpio.
Por ese motivo, habrá que coger al bebé en brazos sin limpiarle el culete para ir hasta donde se tienen esos artículos necesarios o bien habrá que llamar a alguien que esté en casa para que los acerque.
Para evitar esa circunstancia, lo que hay que hacer siempre antes de cambiar el pañal es asegurarse de que se cuenta a mano con todo lo imprescindible.
No alinear bien el pañal
En más de una ocasión, cualquier primerizo ha cometido este otro fallo que ahora nos ocupa. Consiste básicamente en no fijarse bien si el pañal está correctamente alineado con respecto al cuerpo del bebé. De ahí que haya sucedido que se lo hayan puesto más movido para un lado que para otro dando como resultado que el pipí o la caca se salgan fuera.
Abrocharlo al revés
Aunque los pañales, afortunadamente, están perfectamente diseñados y dejan muy claro cuál es la parte delantera de los mismos y cuál la trasera, hay quienes cometen errores. Así, a más de un adulto le ha sucedido que cuando ha cambiado el primer pañal de su vida se ha topado con el hecho de que lo ha abrochado justo al revés de cómo es. Es decir, que las tiritas que se pegan en la zona delantera están en la zona de atrás, lo que supone que se las haya tenido que ver y desear para ponerlo.
¿Te ha sucedido a ti alguna vez?
Dejarlo demasiado apretado o demasiado flojo
Dentro de este conjunto de errores frecuentes que se producen al cambiar el pañal está el que no se aprieta como es debido. En concreto, se produce tanto el apretarlo demasiado para que no se caiga, lo que generará malestar al bebé que no dudará en quejarse, como el dejarlo demasiado flojo. Esta última circunstancia lo que trae consigo es que al niño se le caiga a la primera de cambio. Es decir, que es muy probable que acabe el pañal tirado por el suelo y que este o incluso cualquiera pueda acabar lleno de pipí o de caca, incluso.
Otros errores al cambiar el pañal
Aunque los citados son los errores más habituales que se cometen con los pañales no podemos olvidarnos de otros igualmente significativos:
- El no comprarle al bebé el pañal que le corresponde por edad y por peso. Hay que saber que los pañales que están a la venta se encuentran por tallas y hay que tener en cuenta la del pequeño para adquirir los que son los idóneos.
- Tardar demasiado es otro error. Existen padres que parece que más que poniendo un pañal están desactivando una bomba y eso da como resultado que el niño se acabe cansando y, a las primeras de cambio, empiece a moverse sin parar. ¿Resultado? Que el adulto se desquiciará porque será imposible controlar al menor para colocarle bien el pañal.
- Cuando se trata de varones no fijarse bien en la posición del pene de esos ya que puede ocurrir que los padres acaben bañados de pipí así como cualquier mueble que tengan al lado. Y es que es muy frecuente que los bebés al sentirse “liberados” no duden en orinar.
- No limpiarle al niño de la manera correcta, es decir, no limpiarle de delante hacia atrás. Este es un error que puede traer consigo que el bebé pueda tener que sufrir alguna infección.
- Aplicar demasiada crema, ya que eso traerá consigo que el menor se queje porque se siente absolutamente incómodo.
¿Cometiste tú uno o varios de estos errores cuando eras padre primerizo? ¿Llevaste a cabo algún otro fallo que no hayamos recogido en este artículo?