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Coronavirus: Crecen los casos de adolescentes que sufren de ansiedad y trastorno del sueño

La ansieda y el transtorno del sueño son dos de los efectos que produce el confinamiento, pero que además parece estar creciendo en adolescentes.

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De igual manera que le puede ocurrir a los niños/a y a los adultos, los adolescentes pueden estar sufriendo las causas del confinamiento debido a la pandemia por coronavirus. Es más, aunque en un principio este encierro podría parecer como unas vacaciones en la mente de los adolescentes, lo cierto es que tras más de dos meses, pueden comenzar a sentir ansiedad y también como no, trastorno del sueño.

Coronavirus: Crecen los casos de adolescentes que sufren de ansiedad y trastorno del sueño

adolescentes confinamiento

De hecho, tal y como informa La Vanguardia, solo en la ciudad de Barcelona, el Servicio para adolescentes y familias (SAIF), ha casi triplicado el número de atenciones de ayuda emocional y psicológica que realiza, ya que en apenas un mes (23 marzo-20 abril), ha atendido a 545 adolescentes y familias de adolescentes, en comparación con los 199 que atendió el año pasado en el mismo periodo.

Está claro que a los adolescentes, el confinamiento les afecta como a cualquier otra persona. Sumemos además, el hecho de que ellos son el grupo de edad que pasa más horas frente a las pantallas de móviles, ordenadores y consolas, algo que se puede traducir en una mayor ansiedad, o estrés,  y también como no, que tengan más problemas a la hora de conciliar el sueño.

Una situación que preocupa sin duda a la comunidad médica de psicología, ya que además un estudio global que involucró a más de 350,000 adolescentes, desarrollado por expertos de la  Universidad de Flinders y publicado en la revista científica Sleep Medicine Reviews, concluyó que  falta de sueño debido al confinamiento puede tener un impacto en la salud mental de los jóvenes, causando anhedonia (pérdida del gusto), ansiedad, enfado o mal humor y un aumento significativo del riesgo de depresión .

«La duración del sueño influye significativamente los déficits de humor en todos los estados, incluido el aumento de la depresión, la ansiedad, la ira, el afecto negativo y la reducción del afecto positivo», explicó Michelle Short , investigadora que coordinó el estudio. La falta de sueño, por lo tanto, está relacionada con una mayor probabilidad de sentir sentimientos como la ira (83%), estar deprimido (62%) y experimentar estados de ansiedad (41%). Unos porcentajes que pueden llegar a crecer todavía más, debido a la cuarentena, necesaria para la contención de Covid-19 en la mayor parte del mundo. En esencia, los investigadores relacionan la reducción del sueño con un mayor riesgo (55%) de tener deficiencia de humor, un factor que puede ser común a todos los adolescentes, desde Asia hasta Australia, desde Nueva Zelanda hasta Europa y Norteamérica

«Afortunadamente, hay muchas intervenciones que las personas, las familias, las comunidades e incluso las políticas públicas pueden apoyar para mantener un sueño regular entre la población en riesgo, para reducir la probabilidad de que estos problemas se propaguen a trastornos de salud mental que entonces necesitan atención clínica » , agregó Short. Entre estas intervenciones, por ejemplo, los expertos recomiendan que los padres regulen un mayor uso de la tecnología , que puede afectar la calidad del sueño. «Es esencial prestar más atención a la calidad del sueño, especialmente con respecto a la prevención y la intervención temprana relacionadas con los déficits del estado de ánimo» , concluyen los investigadores.

Pautas para ayudar a los adolescentes frente a la ansiedad por el confinamiento

Junto a esta recomendación, podemos además, ayudar a los adolescentes con algunas pautas como estas:

  • Hacer cosas en familia: Para evitar que el adolescente se encierre en sí mismo, podemos recurrir a actividades en familia con las que además mantengan ocupada su cabeza.
  • Reuniones familiares: Una vez por semana, será bueno que la familia se reúna en un espacio de la casa para que cada miembro, explique lo bueno y malo de lo que siente, lo que vive y lo que está pasando.
  • Informar a los adolescentes: A partir de la edad de 14 años, los niños/as pueden recibir y entender la información de lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer en esta situación de pandemia. Deben conocer cuáles son las medidas de seguridad e higiene y a partir de ahí, dejan que realicen algunas tareas como ir a tirar la basura, pasear al perro o salir a comprar.
  • Mantener las rutinas: Seguro que hasta la fecha han mantenido sus rutinas de deberes y tareas escolares, y es importante que las sigan manteniendo.

En caso de que el adolescente esté pasando por un caso grave de ansiedad, tristeza, depresión o falta de sueño, será importante además ponerse en contacto con el médico.

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