Cuidados del bebé

6 mitos sobre la fiebre en bebés y niños que debemos desterrar

"La fiebre es algo malo", este es uno de los mitos sobre la fiebre en niños que hay que olvidar

Fiebre en niños durante el invierno: cómo identificar y qué darles para tratarla

mito fiebre bebés
Descubre los mitos más comunes sobre la fiebre en los bebés
Blanca Espada

La fiebre es una de las situaciones que más preocupan a los padres cuando sus hijos se enferman. Sin embargo, muchas veces se desconoce su verdadero significado y se le atribuyen efectos negativos que no son reales. La fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de que algo está ocurriendo en el cuerpo. Es una respuesta natural del organismo ante una infección o una inflamación. Es una señal de que el sistema inmunitario está trabajando para combatir el agente causante.

A pesar de que la fiebre tiene una función beneficiosa, muchas veces se le teme y se le trata de forma innecesaria o incorrecta. A continuación te vamos a desmentir algunos de los mitos más comunes sobre la fiebre en bebés y en niños, y a ofrecer algunos consejos para manejarla de forma adecuada.

6 mitos sobre la fiebre en bebés y niños

No hay que alarmarse de buenas a primeras cuando el bebé o el niño tiene unas décimas de más. Como decimos, la fiebre es una respuesta del organismo, de modo que tenemos que estar atentos a ver cómo evoluciona y tener claro los mitos que ahora os explicamos porque es algo que todos creemos pero lo cierto es que deberíamos desterrarlos.

Mito 1: La fiebre es una enfermedad

La fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de que algo está ocurriendo en el cuerpo. Puede ser provocada por virus, bacterias, hongos, parásitos, alergias, vacunas, medicamentos, golpes de calor, dentición, etc. Como ya mencionamos, la fiebre no es peligrosa por sí misma, sino que hay que averiguar la causa que la origina y tratarla si es necesario.

Mito 2: La fiebre hay que bajarla siempre

La fiebre tiene una función beneficiosa, ya que ayuda a eliminar los microorganismos patógenos y estimula la producción de anticuerpos. Por lo tanto, no hay que bajarla siempre, sino solo cuando sea muy alta o cause mucho malestar al niño. Se considera que hay fiebre cuando la temperatura corporal supera los 38°C en el recto, los 37,5°C en la boca o los 37,2°C en la axila. No obstante, estos valores pueden variar según la edad, la hora del día, la actividad física, el estado de salud, etc.

Mito 3: La fiebre puede causar convulsiones o daño cerebral

La fiebre por sí misma no causa convulsiones ni daño cerebral. Las convulsiones febriles son un fenómeno que afecta a algunos niños entre los 6 meses y los 5 años de edad, y que se producen por un aumento brusco de la temperatura, no por su nivel absoluto. Las convulsiones febriles suelen ser breves, benignas y no dejan secuelas, aunque requieren atención médica. El daño cerebral solo se produce cuando la temperatura supera los 42°C, lo cual es muy raro que ocurra por una infección.

Mito 4: La fiebre se mide mejor con el termómetro de mercurio

El termómetro de mercurio es un instrumento obsoleto y peligroso, ya que puede romperse y liberar este metal tóxico. Además, su lectura es poco precisa y requiere mucho tiempo. Hoy en día existen otros tipos de termómetros más seguros, rápidos y fiables, como los digitales, los infrarrojos o los de cristal líquido. Lo importante es saber usarlos correctamente y elegir el lugar adecuado para medir la temperatura (recto, boca, axila, oído, frente).

En el caso de los bebés uno de los que más se aconsejan es el de frente, mientras que para los niños, el de axila, frente y oído son de los que más se recomiendan.

Mito 5: La fiebre se baja con paños fríos, alcohol o vinagre

Los paños fríos, el alcohol o el vinagre no son métodos eficaces ni recomendables para bajar la fiebre. Estos remedios pueden causar escalofríos, irritación de la piel, intoxicación o deshidratación. Lo mejor es vestir al niño con ropa ligera, ofrecerle líquidos frecuentemente, mantener una temperatura ambiente agradable y usar medicamentos antipiréticos solo si el pediatra lo indica. Los antipiréticos más usados son el paracetamol y el ibuprofeno, que se deben administrar en la dosis y el intervalo adecuados, y nunca mezclarlos ni alternarlos sin supervisión médica.

Mito 6: La fiebre se contagia

La fiebre no se contagia, lo que se contagia es la infección que la provoca. Por eso, hay que evitar el contacto directo con personas enfermas, lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, usar pañuelos desechables, ventilar los espacios cerrados, etc. También es importante vacunar al niño según el calendario establecido, ya que muchas enfermedades infecciosas se pueden prevenir con la inmunización.

La fiebre es un síntoma común en la infancia, que no hay que temer ni tratar de forma indiscriminada. Lo más importante es observar el estado general del niño, buscar la causa de la fiebre y consultar al pediatra si hay alguna duda o alarma. Con una información adecuada y un manejo sensato, la fiebre puede ser un aliado y no un enemigo de la salud infantil.

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