¿Te conviertes en madrastra? Las claves para afrontar ese nuevo rol

En un momento personal muy feliz es como te encuentras ahora porque has encontrado a esa persona especial que te entrega su amor, que te cuida, que te mima y a la que quieres con todo tu corazón. Sin embargo, hay una “dificultad” en vuestra relación: tiene uno o varios hijos. Decimos dificultad porque aún no sabes cómo van a reaccionar a tu llegada a su familia. Y es que te vas a convertir en madrastra.

Es cierto que, por influencia literaria o cinematográfica, esa palabra suele provocar cierto rechazo. No obstante, no tiene porque ser así. Puede ser un rol estupendo y lleno de alegría si los pequeños de tu pareja son receptivos y conseguís crear un bonito vínculo afectivo.

En concreto, si sigues leyendo te vas a topar con una serie de claves que pueden hacer que todo fluya, que salga bien y que podáis compartir juntos una nueva etapa vital estupenda:

Ten paciencia

El principal aspecto que debes tener en cuenta en este momento es que debes ser paciente con sus hijos. Y es que para ellos puede resultar duro enfrentarse a este nuevo rumbo y a la presencia de otra mujer en sus vidas, bien porque sus padres se han separado o bien porque su madre ha fallecido.

Sea como sea el caso, dales tiempo para que empiecen a quererte y a tener confianza en ti y a convertirte en alguien especial. De la misma manera, tú también lo necesitarás para adaptarte a ellos, a sus personalidades, a la relación que mantienen con tu pareja… Por eso, si en un primer momento sientes algo de rechazo, no te lo tomes como algo personal, es muy habitual que suceda.

Papel principal de tu pareja en todos los sentidos

Además, se hace necesario e imprescindible que la persona a la que amas juegue un papel esencial en vuestra nueva vida junto a sus pequeños. Debe serlo por muchos motivos:

• Tiene que explicarle claramente a sus hijos quién eres, lo que siente por ti, que estar a tu lado no va a cambiar nada la relación que tiene con ellos, que os queréis y que deseáis formar una familia a su lado.
• Es fundamental que no les tolere presumibles faltas de respeto o de desprecio que te puedan tener en un primer momento.
• También será importante que te ayude a afrontar ese papel de madrastra que ahora tienes, que te dé su apoyo y que te respalde con su amor y cariño.
• Debe llevar a cabo determinadas acciones que considere que pueden ayudar a que tú y sus hijos podáis conoceros más y a comenzar a tener una relación fluida en beneficio de todos.

No quieras ocupar el papel de su madre

Muchas mujeres cuando empiezan una relación con una pareja y esta ya tiene hijos, parece que consideran que tienen que ocupar el papel de la madre. No obstante, ese es un error que debes evitar conocer. Su mamá, haya fallecido o no, es su mamá y lo va a ser siempre y para siempre. Por eso, no intentes ejercer ese rol porque no te corresponde. Si lo haces lo único que vas a conseguir es que te rechacen absolutamente o que te echen en cara que no eres su progenitora.

Respeto siempre

En pro de que todo vaya bien, es importante que tanto tú como los pequeños mantengáis en todo el momento el respeto. Así, aunque al principio os pueda costar estrechar lazos, ese valor os ayudará a ir avanzando en pro de la felicidad de todos.

Por eso, no debes permitir ni que los niños te falten al respeto ni tú tampoco puedes hacerlo con esos. Ese no es un buen camino, pues dificultará mucho más el conseguir la normalidad lo antes posible.

Gánate su confianza

Para que no te puedan ver como la “intrusa” que ha llegado a su familia o como la mujer que les está “robando” a su papá, es importante que pongas de tu parte y que intentes ganarte su confianza. No se trata de que les hagas regalos sino de que estés pendiente de si les pasa algo, de que pongas interés en compartir con esos algún hobby, el de organizar una actividad que les guste para disfrutarla juntos…Esas acciones irán consiguiendo que la “tirantez” inicial vaya desapareciendo y que, poco a poco, empecéis a relacionaros más y a estrechar lazos. Así será cómo fluirá la felicidad en el hogar.

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