Wimbledon y Mallorca Championships van de la mano

El Mallorca Championships 2025 es un prestigioso torneo de tenis ATP 250 que se celebró del 21 al 28 de junio en el Mallorca Country Club, ubicado en Santa Ponça, Calvià. No se pueden ni imaginar la que se organiza en ese discreto club, que como en Wimbledon cada año se transforma para acoger no sólo la competición tenística, también, y es que van de la mano, los actos sociales que se organizan a diario mientras dura el torneo.
Sin duda, su creación nació de la experiencia y de lo que se sabía necesitaba el tenis sobre hierba, que no era otra cosa que un torneo de altura para que los jugadores llegaran preparados al torneo sobre hierba más prestigioso del mundo. Wimbledon y Mallorca Championships van de la mano, como vasos comunicantes que se ayudan mutuamente. Ligar el nombre de Mallorca, de Calvià a un lugar tan mítico y elegante sólo podía traer cosas buenas. Y así ha sido. Actualmente, éste es el único torneo ATP en las Islas Baleares. Además, se juega en hierba, por lo que suele reunir a algunas de las estrellas del circuito mundial ATP, ya que sirve como preparación para Wimbledon.
En su edición de 2025, la emoción se vivió hasta el último día, en una final de infarto protagonizada por Tallon Griekspoor, que se coronó este sábado en el Mallorca Championships presented by ecotrans Group 2025, confirmando una profunda comunión con la hierba en el ATP Tour.
Con una exhibición de variedad en los golpes, velocidad de pensamientos y una carga constante de la media pista, máximas fundamentales en la superficie, el camino hacia el tercer título de su carrera ha sido una consecuencia necesaria a orillas del Mediterráneo. A sus 28 años, el neerlandés se ha convertido en el campeón más veterano en la historia del torneo, escribiendo una página memorable bajo el sol balear.
El número 34 del PIF ATP Rankings necesitó superar una prueba de absoluta concentración batiendo por 7-5, 7-6 (3) a Corentin Moutet en un duelo repleto de ritmo. El francés, uno de los talentos más imprevisibles del circuito, puso a prueba la paciencia del centroeuropeo, planteando una final donde cualquier desenlace estuvo siempre sobre la mesa. Griekspoor asumió el peligro como parte del guion, se apoyó en un firme servicio como sostén y salvó las cuatro pelotas de rotura encaradas para alcanzar la victoria.
«El calor ha vuelto a ser intenso. Cuando tienes nervios, se nota el doble», dijo Griekspoor, que sobrevivió bajo las altas temperaturas que azotan el territorio español este fin de semana. «Creo que el viento nos estuvo dando un respiro a ambos. Pero hacía calor, todo estaba muy templado y ha sido una batalla. Me siento feliz por el resultado final».
Lo cierto es que faltan mallorquines a la cita, pero siempre faltan cuando algo está todavía sin definir definitivamente y para siempre. Somos cautelosos, que quieren que les diga. Y desconfiados. Quién nos iba a decir que tendríamos un preWimbledon en la terreta. Y con Toni Nadal al mando.
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