Valencia inocente, ¿riada o avenida torrencial/tsunami?

DANA Valencia
  • Miguel Ángel Merigó y Pedro Cantarero

Después de publicar en OKDIARIO el artículo Valencia y Sant Llorenç, dos desastres parecidos y evitables, explicando lo ocurrido en la DANA de Valencia, es sorprendente la controversia que se ha generado y el intercambio de acusaciones entre la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Gobierno de Sánchez y con Teresa Ribera como principal responsable, y el gobierno valenciano, intentando esquivar responsabilidades, hasta llegar a los tribunales. Este artículo tiene el objetivo de arrojar luz sobre este asunto, para que podamos distinguir entre riada y avenida torrencial.

La diferencia se puede entender fácilmente estudiando y analizando la evolución del caudal de agua a su paso por la Rambla del Poyo (visible en los gráficos publicados por la propia CHJ que adjuntamos).

Ingeniería hídrica

El río Ebro, a su paso por Zaragoza, tiene un caudal medio de 200 a 250 m3/seg, con crecidas muy excepcionales que pueden llegar a los 2.000 m3/seg, incremento de caudal que tarda muchas horas en producirse. Para tener una referencia, en las cataratas del Niágara, el caudal medio es de 1.700 m3/seg.

Una riada se produce cuando hay un incremento de caudal que excede la capacidad de evacuación de un río o una rambla, provocando desbordamientos y poco más.

Una ola generada por la rotura de una presa natural o artificial, de algo que impide la bajada del agua de un río, se conoce comúnmente como avenida torrencial, también llamada onda de ruptura. Este fenómeno ocurre cuando el parapeto colapsa parcial o totalmente, liberando de golpe una gran cantidad de agua acumulada. La fuerza de esa ola puede ser devastadora, arrastrando todo a su paso y causando graves daños en infraestructuras, comunidades y ecosistemas. Ejemplos históricos como la catástrofe de la presa de Valjont en Italia (1963) o la tragedia de Banquiao en China (1975) muestran lo destructivo que puede ser este tipo de evento. Para que se represente mejor en el imaginario colectivo, aunque solamente se denomine así en el océano, la llamaremos tsunami.

Lo que dicen que pasó

En un artículo reciente de un medio de comunicación afín al gobierno, se ha publicado la estrategia de la CHJ en los tribunales para demostrar que lo ocurrido en Valencia fue una riada producida por un desbordamiento del Barranco del Poyo, además de decir que la subida repentina del caudal fue motivada por el incremento de la lluvia (el Diluvio Universal), por la aportación de los afluentes de ese barranco y por la pendiente del mismo, argumento que es un insulto a la física y a la hidráulica, porque nunca en la historia se ha producido una riada con un incremento de un caudal repentino de 200 a 4.000 m3/seg.

La CHJ está intentando que toda la culpa recaiga en la falta de alarma temprana del gobierno valenciano.

Lo que realmente pasó

La sospecha comienza cuando la Generalitat valenciana denunció que el organismo estatal (CHJ) dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, había «borrado» los datos de la riada, información clave para «ocultar» que sabía en qué momento se desbordó la rambla.

En el Barranco del Poyo, la CHJ impidió la libre circulación del agua, al dejar crecer una plantación enorme de caña y maleza, comprobable consultando Google Earth o acercándose a la desembocadura del barranco para comprobar las montañas de basura de cuatro metros de altura, con bombonas de butano, colchones, calderas, trastos y muebles (probablemente provenientes de un poblado chabolista), troncos, ramas, cañas… que cinco meses después de la catástrofe nadie ha limpiado y que han sido los responsables de la formación de tres embalses artificiales al taponarse los ojos de los puentes con todo ese material de trastos, cañas, barro y maleza.

La catástrofe se produjo por la avenida torrencial/tsunami producida por el colapso de tres embalses artificiales que se formaron en el Barranco del Poyo.

El primer embalse artificial colapsó a las 17:00 h. del martes 29 de octubre, provocando una ola de varios metros de altura con entre veinte y treinta millones de toneladas de agua durante seis horas.

El segundo embalse artificial colapsó a la 1:00 h. del miércoles 30 de octubre, provocando otra ola de varios metros de altura con entre cinco y diez millones de toneladas de agua, durante cuatro horas.

El tercero, que colapsó a las 5:00 h. de la mañana del 30 de octubre, provocando una ola de varios metros de altura con entre tres y cinco millones de toneladas de agua durante dos horas.

A los gráficos con las medidas del caudal de la CHJ tenemos que hacerles varias observaciones: la medida del caudal de la primera avenida torrencial se tomó con la primera ola que pasó por la rambla limpia y por todo el pueblo, de forma que, como mínimo, el caudal real lo tendríamos que multiplicar por dos, por tanto 1000 m3/seg. pasaron por la rambla y 3.000 m3/seg. pasaron por el pueblo.

Lo anteriormente dicho demuestra que toda la estrategia de culpar al gobierno valenciano es pura propaganda interesada, puesto que la alerta, para ser eficaz, tendría que haberse dado varias horas antes, cuando se estaban formando los embalses artificiales (que tardaron horas en llenarse), para poder avisar a los bomberos para destaponarlos.

El primer tsunami

Podemos comprobar que el caudal de la Rambla del Poyo era constante durante toda la mañana, casi no corría agua. Son datos de la CHJ. La capacidad máxima de la Rambla es de 900 m3/seg. A las 16:13 la CHJ informó que el caudal era de 28,7 m3/seg. (recordemos que el máximo son 900). Daba la impresión de que casi no había caudal. Todo estaba correcto. El problema es que lo estaban viendo cómodamente sentados en el ordenador de la oficina y no tenían vigilantes en el sitio.

Pero lo que realmente pasaba, era que el agua estaba formado un embalse colosal desde las diez de la mañana, durante siete horas y casi no discurría por el cauce, sino que se almacenaba en una presa enorme a causa de que la maleza, cañas y trastos formaban un enorme parapeto que impedía que el agua discurriera por el cauce. El caudal empieza a subir de golpe a partir de las 17:00 h. porque el tapón se ha roto y la ola gigante avanza como un tsunami por el cauce. Se lleva por delante a toda Paiporta a su paso. El agua sube, de golpe, de 28 a 2.282 m3/seg.

Segundo y tercer tsunamis

Si observamos este gráfico, es evidente que en la mañana del día 30 de octubre, después de que el primer tapón hubiese colapsado, se fue formando un segundo tapón de cañas, maleza y barro, desde las siete de la tarde del día anterior. Se almacenó agua durante ocho horas. Este segundo tapón se rompió a la una de la mañana. La tremenda ola también sobrepasó la capacidad máxima de la Rambla, subió de golpe de 70 a 1.300 m,3/seg. y percutió por segunda vez arrasando las poblaciones cercanas al cauce.

Y, por si fuera poco, se formó un tercer tapón de cañas y barro, esta vez más comedido, porque hacía poco que se había roto el segundo y toda la porquería había sido arrastrada entre la primera y la segunda oleada y ahora sólo se almacenó el agua durante cuatro horas. Este tercer tsunami discurrió por lo que quedaba del cauce (absolutamente deteriorado por las olas gigantes anteriores) y también arrasó las poblaciones colindantes.

Desgraciadamente para los valencianos, la estrategia de la CHJ y del Gobierno de Sánchez de culpar al gobierno de Mazón está funcionando, hasta que la gente y los tribunales se enteren de la verdad y apunten hacia Teresa Ribera y la CHJ, verdadera responsable máxima del desastre ocurrido.

  • Miguel Ángel Merigó, ingeniero EPFL Suiza.
  • Pedro Cantarero, miembro del Grupo de Trabajo sobre Industria y Energía del Congreso de los Diputados.

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