Miguel Lázaro: «Los médicos estamos dando la cara en primera línea mientras el Gobierno nos maltrata»
"Todos decían que nuestro sistema sanitario era magnífico pero la pandemia lo ha desnudado, mostrando sus carencias"
"En Baleares faltan 800 médicos pero la Administración es incapaz de captar y fidelizar a estos profesionales"
"El requisito obligatorio del catalán en la sanidad balear es disuasorio se mire por donde se mire"
Los médicos exigen al Gobierno recuperar la normalidad con Ómicron «sin mascarillas ni limitaciones»
Los Colegios de Médicos no avalan la orden de Sánchez con la mascarilla: «La efectividad es mínima»
Cualquiera que haya cruzado una palabra con Miguel Lázaro sabe que no se anda con pelos en la lengua a la hora de expresarse. Tenaz, contundente y combativo, este psiquiatra y presidente del Sindicato Médico de Baleares (Simebal) analiza la sexta ola de coronavirus que azota a las Islas y muy especialmente a los sanitarios que bregan en primera línea.
Lázaro se muestra muy crítico con la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y cree que el Ejecutivo de Francina Armengol debería haber planificado mejor el escenario covid actual con la contratación de más personal.
Pregunta.- Estamos en la sexta ola de la covid y se sigue hablando de nuevas variantes. ¿El coronavirus ha marcado nuestras vidas o dentro de unos años olvidaremos todo este infierno?
R.- Sin duda, ha marcado nuestras vidas. Ha habido un antes y un después. Ha sacado lo mejor de la sociedad civil española en cuanto a solidaridad y empatía compartida. Los ciudadanos han demostrado una capacidad de adaptación y resiliencia muy importantes, a pesar de la mediocridad de los líderes políticos que gestionan la nación y algunas autonomías. Pero también ha sido un gran duelo. Hemos perdido a alrededor de 150.000 personas, a pesar de que el Gobierno sigue haciendo trampas con el número de muertos. Y clama al cielo que se juegue con los muertos. Los muertos que ha habido son los que ha habido. Hemos estado en manos de una mala gestión sanitaria, con un pseudolíder en el Gobierno central, que es una persona que miente de forma compulsiva y cuya última ocurrencia ha sido llevar mascarillas en el exterior, que es el colmo de la estupidez. Por no hablar de la gripalización de la variante ómicron…
P.- Eso le iba a preguntar. Médicos de familia han dicho que hay que tratar la covid como una gripe y poco después los epidemiólogos han salido a contradecirles y advertir de que es prematuro afirmar tal cosa. ¿Cómo se explica?
R.- Pues ésa es una muy buena pregunta, porque no han sido los médicos de familia, sino los médicos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que han salido hablando de todo esto. Pero ha habido otras dos sociedades que no están de acuerdo. Ahora bien, que esto lo anuncie un presidente del Gobierno, que ha renunciado a tomar decisiones que a nivel sanitario hubieran vertebrado a España, no tiene nombre. Por no hablar de la mala gestión de este pseudoliderazgo en la gran manifestación del 8M, a pesar de que tenían datos de la virulencia del virus. Y luego, el doctor Fernando Simón minimizaba la situación y decía unas chorradas impresionantes. Hay muchas familias que han sufrido mucho. Sin embargo, los ciudadanos nos hemos adaptado muy bien.
P.- El sistema sanitario se ha tambaleado…
R.- Todo el mundo decía que nuestro sistema sanitario era magnífico pero la pandemia lo ha desnudado, sacando a la luz nuestras carencias. Ha demostrado que la sanidad pública es insolvente y es un lástima que el pseudolíder que ocupa ahora la Presidencia del Gobierno no destine 10.000 millones de euros de los fondos europeos a aumentar el PIB sanitario, que recordemos está por debajo de la media europea.
P.- ¿Los médicos siguen teniendo fuerzas?
R.- Los médicos siguen y se siguen encontrando con fuerzas. Yo siempre digo un dato que es demoledor. Según la OMS, durante la pandemia en España han muerto 119 médicos en activo. Es decir, es un escenario prácticamente bélico, sobre todo la primera y la segunda ola. Luego ya menos. Eso revela el compromiso que los médicos han tenido. Si alguien no ha fallado aquí ha sido el personal sanitario. Y yo hablo del colectivo médico que ha demostrado una alta profesionalidad y una gran responsabilidad. Pero el problema es la sobrecarga de trabajo actual, con centros colapsados, porque en Baleares faltan médicos, muchos médicos.
P.- Entonces, ¿no se están reforzando las plantillas como sostiene la Conselleria de Salud?
R.- No, no, no. Es que contratar a más médicos no pueden. Es curioso porque ellos contratarán a personal sanitario, pero la pregunta que les hago es, ¿cuántos médicos? Y luego nos dicen, bueno, no podemos hacer nada porque no hay médicos. Una cosa es el relato que tienen, el relato que controlan, que es maravilloso, pero la realidad es otra. Baleares tiene un problema y es que es incapaz de captar y fidelizar a médicos. La administración tiene la responsabilidad de solucionar este grave problema.
P.- ¿Y por qué no quieren venir los médicos?
R.- Hay muchas razones, pero yo lo diría al revés. ¿Cómo podemos captar y fidelizar a los médicos? Nos faltan alrededor de 800 médicos en las Islas. ¿Qué estrategias hay que seguir? Es muy fácil. Hay que incentivar que los médicos vengan a Baleares, que es una tierra maravillosa de excelencia. Pero en primer lugar hay que ofrecerles estabilidad laboral. No podemos tener médicos que llevan interinos 12, 15 y hasta 18 años. Es absurdo. Y en segundo lugar, tenemos que cuidar a los MIR, que son los médicos del futuro. Si cuidamos a los MIR, muchos de ellos se van a quedar. Qué duda cabe. Y luego tiene que haber una serie de estrategias retributivas como la indemnización de residencia, que en Canarias es cuatro o cinco veces mayor que la nuestra y en Melilla, ocho veces mayor, guardias mejor pagadas y que nos restituyan la paga extra completa. Eso es algo que mucha gente no sabe. Por una decisión del impresentable e insoportablemente leve Zapatero, a los médicos nos redujeron el 43% de la paga extra en 2010. Y llevamos 11 años con la paga extra recortada. El señor Sánchez podría perfectamente resolverlo, pero no lo resuelve porque ha decidido gastarse el dinero en otras cosas.
P.- ¿El requisito del catalán es un impedimento para que los sanitarios quieran trabajar en Baleares?
R.- El tema del catalán es en esta isla como el Guadiana, va y viene según el que mande. Hombre, en un contexto en el que faltan tantos médicos, solamente voy a hacer una reflexión. El Sindicato Médico desde el año 2000 dice que el catalán sea mérito. ¿Problemas de entendimiento con el catalán? Ninguno, porque entiendo perfectamente el catalán y el paciente no tiene ningún problema. El paciente quiere ser escuchado, quiere ser tratado y curado bien. Pero en este contexto actual, en el que nos faltan 800 médicos, establecer que la acreditación lingüística sea un requisito obligatorio es disuasorio, se mire por donde se mire. Se está politizando la sanidad y de alguna forma el interés general. El bien común sanitario debería prevalecer sobre una cuestión política y partidista. De hecho, denuncias por este tema suponen una proporción muy baja. Pero bueno, todos sabemos que éste es un tema político claramente, que no es un tema de lengua.
Hay una condición excepcional, que se da cuando faltan especialistas en Baleares. En ese caso, el Govern no exige el título de catalán pero da dos años para sacárselo. Aun así eso sigue siendo un elemento disuasorio porque muchos médicos preguntan ¿y el tema del catalán cómo está? Lo preguntan mucho y hay médicos que evidentemente deciden quedarse en otro sitio por este asunto y porque les ofrecen mejores condiciones retributivas.
P.- ¿Ha sido la Atención Primaria la más castigada por la pandemia?
R.- El trabajo en un centro de salud es tremendamente estresante y produce un gran desgaste y quema a los médicos. La Atención Primaria es el GPS de la sanidad y ya tenía graves problemas antes de la pandemia. No tiene recursos y un médico de la Primaria tiene que ver 1.800 tarjetas sanitarias, tiene que ver a los desplazados, las urgencias, hacer domicilios. Ya venían muy tocados. Sorprendentemente, ha habido una especie de actitud nihilista y pasiva por parte de algunos médicos de la Primaria y de ciertas sociedades científicas que han decidido el silencio. Porque evidentemente el presupuesto de la Primaria tiene que mejorar muchísimo. Es donde realmente hay que invertir.
Llevamos dos años con déficit de sustitutos porque aquí no tenemos sustitutos. Tenemos 140 médicos sin título homologado que están trabajando y menos mal que están trabajando, porque, si no, no sé qué pasaría. Eso es capaz de agotar individualmente y colectivamente, que es lo que le está pasando a la Atención Primaria. Esto supone que la Primaria debe reorganizarse, captar más recursos y fidelizar a los médicos. Porque resulta que acaban 27 médicos de familia tras cuatro años de experiencia y se quedan solo siete en los centros de salud; el resto se va. La pregunta es, si tú has hecho una especialidad y la has elegido tras cuatro años de experiencia, ¿por qué te vas?
P.- Y cada vez hay más conflictos entre médicos y pacientes.
R.- Cada vez hay más desencuentros, más encontronazos, más malentendidos y está aumentando lo que se llama la violencia contra los sanitarios. Los aplausos se convierten ahora en insultos, en maltrato psicológico.
R.- ¿Qué proponen desde el Sindicato para mejorar la Atención Primaria?
R.- Una mayor inversión, como ya he dicho, porque es algo vital. Y ante la falta de médicos de Atención Primaria -porque además se van a jubilar muchos-, nosotros propusimos que al médico que cumple 65 años se le diera la posibilidad de seguir trabajando, pero con una serie de condiciones, agendas limitadas, no hacer urgencias en centros de salud no complejos. No nos han dicho absolutamente nada mientras están contratando a médicos no homologados. Además, es necesario contratar a más personal de Enfermería.
P.- ¿Cómo valora la gestión de los gobernantes en esta crisis sanitaria?
R.- Los médicos estamos dando la cara en una situación tan crítica como es la pandemia de la covid. Si esto funciona es porque estamos en primera línea, dando la cara, mientras el Gobierno nos maltrata, nos hace mobbing institucional. Estamos cargados de cierta indignación y rabia porque evidentemente no nos merecemos los políticos sanitarios que están gestionando todo esto.
P.- ¿Lo extrapola a los gobernantes de Baleares?
En Baleares hay una tarea que tiene que hacer la Administración autonómica y esa es captar y fidelizar a profesionales sanitarios. Nosotros esperamos negociar con Salud mejoras retributivas y estabilidad laboral, pero también colaborar con ellos y sugerirles para fidelizar y captar médicos. Es verdad que la relación que tenemos de diálogo con el director del IB-Salut es buena. Pero, por ejemplo, yo tengo que sacar la tarjeta roja en un tema muy importante como es la carrera profesional. Ojalá ahora podamos iluminar más al colectivo médico en el sentido de mejorar retribuciones de guardias, Atención Primaria… Pero el objetivo fundamental es captar y fidelizar a los médicos. Evidentemente en eso el Govern balear podría hacer muchísimo más de lo que está haciendo. Y no olvidemos el tema de salud mental, que es fundamental y donde el presupuesto que se está dedicando es muy bajo.
P.- ¿Le parece preocupante la situación de los hospitales públicos de las Islas, con las UCI en riesgo muy alto?
R.- El tema de los hospitales es que llevan seis olas de covid, con el desgaste emocional que supone para los médicos de las UCI. Nosotros estamos haciendo un estudio sobre el impacto emocional en médicos de las UCI, que trasladaremos también a otras unidades. Es brutal. Es verdad que ahora estamos en la sexta ola y el médico lo que hace es adaptarse. La sensación que tenemos es que los gobernantes no han aprendido nada de las cinco olas anteriores. Porque si ahora quieren ampliar las UCI, si quieren abrir más camas, el problema es que se van a necesitar también más enfermeras. Y la planificación está hecha. La sexta ola es de vergüenza, de tarjeta roja, porque no hemos aprendido nada de las anteriores. Es decir, tienes que hacer una planificación haciendo contratos de enfermería, no de tres meses, sino de un año. Tú tienes que fidelizar enfermeras, porque si no, si no hay enfermeras, no puedes ampliar camas. Ese estrés recae sobre los médicos que están en primera línea, que están sobre todo en las UCI. También en Neumología, Urgencias, pero sobre todo en las UCI.
P.-¿Y ha habido muchas bajas de profesionales sanitarios?
R.- En Baleares, hay unas 700 bajas más o menos de personal sanitario, porque todo va subiendo. Y de médicos, un centenar. Y esto es algo que la Administración también podía haber previsto. Lo que ha pasado era previsible y lo que es más importante, prevenible. La planificación entre cero y diez ha sido un 0,5.
P.- ¿Puede entenderse que un médico no quiera vacunarse?
R.- Puede entenderse pero es difícil de comprender. Primero, hay que decir que el 95,5% del personal sanitario está vacunado. Y segundo, no creo que se deba estigmatizar a ningún grupo, porque yo soy psiquiatra y he visto cómo se ha estigmatizado. Ahora bien, cuesta mucho, desde la racionalidad, comprender por qué hay médicos que no se vacunan. Es verdad.
P.- La respuesta de la población a la vacunación contra la covid ha sido masiva, al contrario de lo que sucede en otros países. ¿Se lo esperaba?
R.- España es un país donde la vacunación sobrepasa el 90% y eso no es mérito de ningún político. Es mérito de los propios ciudadanos, que hemos decidido unirnos. La reflexión que yo hago es que no es una cuestión de derechos, es una cuestión de moral. Vacunarse es una obligación social, es decir, es una obligación moral. Lo que deben preguntarse los que no se vacunan es yo hago lo que debo en este momento, no a lo que tengo derecho.
P.- ¿Está de acuerdo en que el Govern exija el certificado covid o tres PCR semanales a los sanitarios?
R.- Sí, estoy de acuerdo. Ahora bien, ¿por qué no se pide PCR a los visitantes y familiares que van a los hospitales?, ¿por qué no se pide PCR a los profesores, que están tratando con personas vulnerables, que son un vector de contagio importante? Esto también ha molestado mucho a los sanitarios y que se les pueda penalizar. Pero aquí el TSJB decidió que esta exigencia era legal, con lo cual sí es legal.
P.- Ha dicho en alguna ocasión que estamos sufriendo una doble pandemia, una de covid y otra de salud mental.
R.- Bueno, yo creo que estamos sufriendo una crisis sociosanitaria. El señor Sánchez debería destinar ya 10.000 millones de euros de los fondos europeos a la sanidad para que dé solvencia. Estamos ante una crisis psicosocial, que está afectando a la economía, al tema de la integración… Hemos perdido una serie de hábitos sobre los que habíamos construido nuestras vidas. Y, claro, hay esa variante de impacto en la salud mental. Ha sido impresionante porque esto es un estrés crónico, acumulativo. Y el estrés es un depredador del cerebro y tienes que adaptarte. La pandemia ha traído muchos cuadros de ansiedad, depresión, insomnio y han aumentado los suicidios en adolescentes. Está siendo un reto para la salud mental y la estrategia pasa por destinar un presupuesto como toca, igual que en la Atención Primaria.
P.- Y el colectivo de la gente mayor es uno de los más vulnerables.
Efectivamente. Al principio de la pandemia hubo una importante cantidad de personas mayores que murieron. En este colectivo tan vulnerable ha aumentado mucho la incidencia de patología mental, sobre todo cuadros de ansiedad y depresión. Si en una residencia estás con personas mayores que conoces y de repente mueren siete, el duelo no lo gestiona igual una persona mayor que una más joven.
P.- ¿Aprenderemos algo de esta crisis sanitaria?
R.- Sí, bueno, esta vez hemos asistido a algo fundamental, que es cómo la ciencia nos ha dado herramientas muy importantes para luchar contra el virus, como las vacunas, que en un momento eran impensables y que han supuesto un cambio. Así que, ¿aprenderemos algo? Pues no lo sé. Soy un poco escéptico.