entrevista al decano de los ingenieros industriales de baleares

Mateu Oliver: «Un ingeniero industrial resuelve problemas y crea valor, sabe de todo»

"La industria hotelera necesita el 'know how', el conocimiento y la experiencia de los ingenieros industriales"

"Apoyamos el proyecto del tranvía de Palma y creemos que debe hacerse lo más rápido posible porque la tecnología avanza"

"La falta de talento femenino en nuestro sector hace que seamos más pobres, ellas piensan de otra manera y aportarían muchísimas cosas"

ingenieros industriales
Mateu Oliver, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Baleares.
Mar del Valle
  • Mar del Valle
  • Portadista, editora y redactora de OKBaleares. Antes, periodista en EL MUNDO Baleares durante 19 años.

En una época en que la tecnología y la inteligencia artificial marcan el ritmo cambiante de la sociedad, un colectivo profesional altamente cualificado levanta la cabeza y se erige en un actor imprescindible y transformador.

Hablamos de los ingenieros industriales. El decano del Colegio Oficial de este gremio en Baleares, Mateu Oliver, es un enamorado de su profesión. No en vano, antes de atender a este medio ofreció una charla orientativa a estudiantes de un colegio de Palma.

Oliver, que dirige la empresa de prevención de riesgos laborales Cima 20, rezuma empatía, vocación de servicio y emprendimiento y deja claro que «un ingeniero industrial resuelve problemas y crea valor».

Pregunta.- ¿Qué hace un ingeniero industrial en Baleares?

Respuesta.- En la charla que he dado a los niños les explicaba que la ingeniería y, en concreto la ingeniería industrial, es una manera de resolver problemas. Al final, un ingeniero resuelve problemas y crea valor. Estamos en la seguridad industrial, en la electricidad, en los aires acondicionados y en todas las instalaciones. Estamos en formación, la verdad es que estamos en todo. Yo estoy enamorado de la profesión. Les contaba a los estudiantes que escoger la carrera de Ingeniería Industrial es como tirar un misil y que te caiga en un continente. No puedes afinar más. Es que sabes de todo. Yo mismo tengo una empresa de prevención de riesgos y soy ingeniero industrial y hay ingenieros industriales que son empresarios como yo. Hay otros que son gerentes, otros que se dedican a la investigación pura, a las instalaciones. Puedes meter a un ingeniero industrial donde quieras. El jefe de Bomberos es ingeniero industrial y el que se encarga del mantenimiento de Son Espases, también. Hay funcionarios de cualquier índole en cualquier administración que son ingenieros industriales. Se trata de reivindicar el papel del ingeniero industrial, que a veces está opacado y no tiene tanto tirón entre las carreras.

P.- ¿Qué papel juega el Colegio de Ingenieros Industriales en proyectos clave como el tranvía de Palma o la ampliación del tren, que han generado bastante controversia?

R.- Nosotros apoyamos enteramente estos proyectos y los apoyamos porque no podemos tener otra postura. Pero ese apoyo está condicionado a que se utilicen una serie de tecnologías que estén actualizadas y que sean las más eficientes y adecuadas. Nuestro repertorio de capacidades tecnológicas es tan grande que podemos escoger. La gente entiende que se sube a un autobús y llega a un sitio, se sube a un tranvía y llega a otro. Pero nosotros vemos cómo se va a alimentar este tranvía, cómo va a tener la catenaria, si va a ser alimentación por el suelo, qué rutas va a seguir. Por eso me reuní con el director general de Movilidad para plantearle nuestro papel. Se pronunciaron los arquitectos pero el tranvía es totalmente una obra de ingeniería. Tanto la alimentación como la construcción. Nosotros tenemos una visión de las cosas muy pragmática, muy asociada a una serie de condicionantes tanto ecológicos como económicos. Nosotros damos soluciones y entendemos que es un trabajo en equipo. Lo que pasa es que reivindicamos nuestro papel en esta sociedad. Los políticos no se hacen ningún favor y se matan entre ellos. Sin embargo, en los colegios profesionales, el trabajo en equipo es nuestra esencia.

P.- ¿Ven con buenos ojos el proyecto del tranvía que han presentado los políticos?

R.- Nosotros lo vemos bien y entendemos que se debe hacer lo más rápido posible, porque estamos en una época de cambio. No se puede esperar mucho, en 15 años saldrán coches autónomos. El tren va sobre un raíl, con lo que es más fácil hacer una inteligencia artificial que gestione este tren. Por tanto, cuanto antes hagamos la inversión, mejor, porque tendremos retorno. Nosotros no somos de la idea de quedarnos sentados y que la tecnología avance. Al contrario, si hay que hacer algo, hagámoslo y rápido porque la tecnología avanza. La gente no es consciente de lo que la inteligencia artificial generativa está haciendo. Para nosotros es como si se hubiese inventado la electricidad. La inteligencia artificial va a cambiar el futuro a todos los colegios, las universidades… Va a mejorar la vida de los demás si sabemos utilizarla y somos suficientemente conscientes de lo que es. ¿Qué pasa? No todo el mundo es consciente de ello, entonces hay que orientarlo hacia los que entendemos cómo funciona. Esta tecnología tiene unas limitaciones y unas ventajas y se va a usar para determinadas cosas, no para todo, pero es tan importante como la electricidad.

P.- ¿Cómo se explica que se haya paralizado la construcción del Segundo Cinturón de Palma, cuando los atascos y el colapso circulatorio son una constante?

R.- La pregunta es, ¿cuánto margen tenemos de crecimiento? Ya está. ¿El segundo cinturón es necesario? Sí, lo veo yo y cualquiera que coja la Vía de Cintura. Pero hay que planificar el crecimiento de las cosas. Vamos a pensar que también es cosa nuestra pensar cómo nos vamos a ir desarrollando y de qué vamos a vivir. Es verdad que no se puede hacer una planificación quinquenal en plan soviético, pero sí se puede hacer con un poco de amor y un poco de gracia para saber hacia dónde queremos ir.

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P.- ¿Qué relación tienen con la industria hotelera, que sigue siendo el motor económico de Baleares?

R.- Nosotros nos quejamos de que la industria hotelera no ha entendido que es una industria y las industrias tienen ingenieros industriales. Es verdad que ellos venden una imagen, pero ahora con los planes de circularidad y sostenibilidad que están implementando, se darán cuenta de que el todo vale se ha acabado. Sus arquitectos les hacen unas cosas muy monas, pero estas cosas deben ser sostenibles y eficientes. La gente tiene que poder venir a Mallorca y escuchar que tenemos una huella de carbono cero. Y esto no se lo van a hacer los arquitectos. Está muy bien tener un hotelero que sea empresario, que empuje, que se arriesgue, que invierta. Está muy bien, pero necesita el know how, el conocimiento y la experiencia de los ingenieros industriales. Ahora bien, aunque estamos a favor de la industria hotelera, estamos en contra de los monocultivos. Baleares no puede vivir sólo de la industria turística, que es una industria importantísima. Vamos a potenciar otras cosas. Nosotros ya somos un destino maduro y ahora hay que darle valor.

P.- ¿Qué otros proyectos son prioritarios para Baleares?

R.- Aparte de la movilidad, como ingenieros vemos prioritario el tema de energía y el de conseguir la huella de carbono cero. Lo vemos como un proyecto que acarreará unos cambios importantes en la industria medioambiental y la industria ecológica. Estamos en el clúster de transición ecológica y podemos ser realmente un faro donde crear conocimiento y venderlo. Somos ingenieros, pero no tontos. Hay una cosa que nosotros sí que planteamos es que en algún momento, si la fusión nuclear no es práctica, habrá que plantear el tema de la fisión. Lo que no podemos hacer es ir quemando a lo salvaje y ahora con la guerra de Ucrania se está quemando como si no hubiese mañana. Vemos que el hidrógeno es un vector importantísimo, una manera de conservar energía, pero también vemos que la electrificación va a ser clave. El coche al final va a ser eléctrico. Entendemos que mixto eléctrico y con hidrógeno, porque el hidrógeno conserva mejor la energía, pero son tecnologías que se están desarrollando y habrá una que se lleve el gato al agua.

P.- Como decano y poco más de un año en el cargo, ¿qué balance hace de la actividad del Colegio en un 2022 tan intenso?

R.- A mí me gustaría que los que me votaron pensasen que he cubierto expectativas, pero entiendo que aún no lo he logrado, aunque se ha hecho mucho. El colegio es un punto de encuentro entre profesionales, amigos, bellísimas personas, muy inteligentes, que se juntan en un organismo para  generar inercias y sinergias y de esta forma conseguir cosas productivas. Hemos de conseguir mover toda esta capacidad hacia una dirección, porque los valores de los ingenieros industriales son algo que se ha de poner de manifiesto. Nosotros tenemos una resiliencia impresionante porque la verdad es que la carrera es dura y la vida y el ejercicio profesional es muy duro. Pero nosotros seguimos con la sonrisa en los labios, con una responsabilidad impresionante y no pasa nada. El valor del esfuerzo y la tenacidad están ahí y todo esto se ha de capitalizar hacia delante. Lo que yo quiero conseguir del colegio es que sea una asociación de gente capaz que tiene objetivos y que quiere ayudar; que son el producto de una sociedad y  quieren ayudar para que esta sociedad mejore y evolucione. Esto no tiene precio y es lo que me gustaría conseguir.

P.- ¿Por qué hay tan pocas mujeres en este sector?

Es una pena. La falta de talento femenino hace que nosotros seamos más pobres. Ellas piensan de otra manera y aportarían muchísimas cosas. Nos lo estamos perdiendo de una manera miserable. Por eso hemos empezado a dar charlas en colegios como el Luis Vives, para motivar y que haya talento femenino, que no se asusten las mujeres. Al final muchas veces la gente escoge letras o ciencias porque hay un profesor estupendo que te hace ver aquello como una maravilla. La pena es que se asusten por la física, las matemáticas… Son perfectamente capaces de hacer cualquier carrera. Sencillamente a veces tendrán que cambiar las estrategias. Tienen que aprender a resolver estos problemas y a no asustarse porque no existen fracasos, hay cambios de dirección o dilaciones.

P.-¿Hacen falta más ingenieros industriales?

R.- Ya se ha publicado el libro blanco de la Ingeniería, donde dice que faltan en España 200.000 ingenieros. Es una animalada. España no ha destacado históricamente por apoyar el tema de su industria o su tecnología. El problema no es generar ingenieros, el problema es generar un ecosistema en el que los ingenieros tengan un papel y puedan generar valor.

P.- ¿Cómo valora la creación del nuevo Máster Universitario en Ingeniería Industrial que se impartirá en la UIB?

R.- Estamos encantados, tenemos a nuestra gente trabajando allí. En el pasado el colegio estuvo un poco de espaldas a la universidad y no nos lo podemos permitir. Y a la universidad también le conviene. Es una simbiosis. La esencia de la carrera es aprender muchas cosas complicadas y rápidas. Con este máster estamos muy contentos porque generará ingenieros de este tipo. Si generamos solo grados, pues sí, tendremos una gente que sabrá mucho de técnica, pero ya está, no hay más fondo.

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