Juicio al autor del vídeo viral sobre la Policía entrando en un piso en Palma donde se celebraba una fiesta
El autor de la filmación dice que oyó a su amigo decir a los agentes que no podían pasar
La Fiscalía retira la acusación por desobediencia tras declararse inconstitucional el primer estado de alarma
«Tres de los cinco amigos del cumple viven en la casa», dice el joven que se enfrentó al asalto policial
El autor del vídeo viral de la Policía entrando en un piso en Palma en mayo de 2020, durante el confinamiento, ha asegurado este lunes, en el juicio contra él, que escuchó a su amigo -el morador de la vivienda- decir a los agentes que no podían pasar, informa Europa Press.
El Juzgado de lo Penal número 6 de Palma ha celebrado este lunes un juicio contra el joven por presuntos delitos contra la intimidad, desobediencia, calumnias e injurias. La Fiscalía pide para él dos años de cárcel, el sindicato CEP pide un año y ocho meses y Jupol pide tres años de prisión.
Con todo, al inicio de la vista la Fiscalía ha retirado su acusación por desobediencia tras declararse inconstitucional el primer estado de alarma, de manera que el Ministerio Público solamente mantiene la acusación por calumnias, al entender que el acusado «persistió en imputar un delito a los agentes» -el de allanamiento de morada- en los medios de comunicación en los que intervino tras los hechos. Los sindicatos policiales, por su parte, sí han mantenido su acusación por desobediencia.
Los hechos recogidos en el polémico vídeo tuvieron lugar el 9 de mayo de 2020, cuando Mallorca estaba en la fase 0 del plan de desescalada. Los agentes se personaron en un domicilio por la llamada de una vecina que aseguraba que se estaba celebrando una fiesta, con varias personas que no residían allí. Los agentes y el hombre denunciado ofrecieron versiones contradictorias de cómo se produjo la entrada en el piso.
En el juicio, el joven ha reconocido que aquella noche había ido a casa de su amigo a celebrar su cumpleaños, y que hicieron una fiesta saltándose el confinamiento. En un momento dado escuchó que llamaba la Policía a la puerta y con otras personas fue a esconderse a una habitación.
Según su versión, «de repente» los policías «entraron en todas las habitaciones y abrieron armarios y cajones». Ha declarado que, como los policías no se iban, él empezó a grabar y un policía «se puso chulo».
El acusado ha declarado que unas tres semanas más tarde su amigo le matizó que le habían preguntado en la puerta «si podían pasar para que les diera el DNI» y que «por cortesía» les había dejado entrar al salón, «donde debía tener la cartera», «pero no para que entraran en las habitaciones», según el procesado.
En este sentido, el acusado argumenta que ese consentimiento no daría derecho a los policías a realizar «un registro exhaustivo» de la vivienda. Además, ha defendido que los agentes tampoco se marcharon después de que su amigo posteriormente les dijera que no podían pasar y les pidiera que se fueran, y que un policía puso un pie en la puerta para evitar que la cerrasen.
Igualmente, ha reconocido que dijo falsamente que vivía allí y que se negó a entregar su DNI.
Respecto a la difusión de las imágenes, el autor del vídeo ha explicado que lo envió a un grupo de Whatsapp con unas 20 personas, policías y guardias civiles conocidos suyos a quienes quería pedir su opinión sobre lo ocurrido. El joven ha admitido que en ese archivo no estaban pixeladas las caras de los agentes, pero ha insistido en que cuando lo envió pidió a los miembros del grupo que no lo difundieran.
Así, ha asegurado que él no publicó el vídeo en ninguna red social y que no sabe cómo llegó a los medios de comunicación. A los pocos días le llegó «el vídeo de Twitter». «Se había hecho viral, yo me asusté», ha dicho.
El joven concedió entrevistas en varios medios de comunicación contando lo ocurrido y manteniendo que los agentes no tenían autorización. «De repente todo el mundo tenía mi teléfono y mi Facebook», ha señalado. Por otro lado ha lamentado que se difundieron «muchas mentiras» como que la actuación policial estuviera motivada porque hubiesen reproducido el himno de España, cosa que ha desmentido.
Por su parte, todos los policías han defendido que el morador de la vivienda les había dado permiso para entrar. En concreto, han expresado que, como el inquilino negó que hubiera ninguna fiesta, le preguntaron si podían «revisar» el domicilio.
Así, han afirmado que fue el inquilino, y no un policía, quien abrió la puerta de la habitación en la que estaba escondido el acusado. Según los agentes, el acusado estaba debajo de una cama y le hicieron salir, y tenía una actitud «alterada» y «agresiva».
Además, han relatado que el joven dijo que llevaba dos meses viviendo en la casa y que era abogado, afirmaciones que eran falsas; y que se negó a exhibir el DNI. De hecho, varios policías han indicado que les dijo que les entregaría el DNI cuando salieran, pero una vez fuera les cerró la puerta.
También han afirmado que presionó a su amigo para que echara a los agentes y a una chica que residía allí, y que se encontraba en situación irregular en España, para que no se identificase.
Según los agentes, cuando «a viva voz» el morador de la vivienda retiró la autorización, se marcharon. En cualquier caso, los agentes han negado que realizasen «un registro exhaustivo» de la casa y han defendido que cumplían con una norma en vigor en aquel momento (el estado de alarma), así como con la ley de seguridad ciudadana.
Con todo, decidieron marcharse «por suavizar la situación» ya que en caso de arrestarlo «hubiera sido una detención complicada» en la que habrían tenido que reducir al joven.
Los agentes han dicho sentirse perjudicados por la difusión de las imágenes al permitir que se les identifique como policías.
De su lado, el amigo del acusado que vivía en la casa ha declarado que dijo a los agentes «pasad» pero solamente para que no se quedaran en el rellano, «no para que empezaran a registrar los armarios». «Cuando vi que empezaban a registrar los armarios y toda la casa, dije que no daba permiso para registrar mi casa. Cuando vi que abrían les dije que se fueran», ha dicho. Según el inquilino, antes de las escenas que se ven en el vídeo, «ya les había dicho que salieran del piso». También ha negado que fuera él quien abrió las puertas de las habitaciones.
Paralelamente, la vecina que llamó a la Policía ha dicho que lo hizo preocupada por la situación sanitaria, porque no era la primera vez que se reunían allí no convivientes y estaban fumando y «escupiendo» a los pisos de abajo. Otro vecino ha ratificado que escuchó «claramente» al inquilino dar permiso a los policías para «revisar» el piso.