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MALLORCA

Imputan a un funcionario del Ayuntamiento de Manacor acusado de filtrar 160 demandas judiciales

El alcalde separatista Miquel Oliver acudió a la policía española para pedirles ayuda para descubrir a su 'topo'

Lo que parecía un ciberataque masivo al Ayuntamiento de Manacor se ha convertido en un escándalo interno de proporciones insospechadas: el presunto hacker resultó ser un funcionario del propio consistorio.

En septiembre pasado, la alarma saltó entre los trabajadores municipales y los ciudadanos cuando se descubrió que un documento confidencial había sido filtrado. El archivo contenía 160 demandas judiciales presentadas contra el Ayuntamiento, presidido por el separatista Miquel Oliver, incluyendo datos personales sensibles de los demandantes y detalles precisos de cada procedimiento. La ciudadanía temió lo peor: un sofisticado ataque informático que había comprometido la seguridad de la administración local.

En ese momento, el alcalde de Mes, no le quedó más remedio que tener que tocar la puerta de la Policía Nacional y pedirles ayuda. Tras recibir la denuncia del Ayuntamiento, la Policía Judicial inició una investigación exhaustiva. Durante semanas, los agentes revisaron cada acceso informático al sistema municipal y analizaron minuciosamente los registros de los documentos filtrados. Para sorpresa de todos, no había señales de intrusión externa alguna. Ningún hacker había penetrado el sistema, lo que llevó a los investigadores a enfocar la pesquisa en el propio ámbito del Ayuntamiento.

Todas las sospechas se centraron en un único funcionario, quien supuestamente descargó los documentos confidenciales y los pasó a un tercero. La Policía Nacional informó que el empleado fue citado a declarar y que se le comunicaron los hechos que se le imputan. La investigación continúa bajo la supervisión de la Autoridad Judicial, con el objetivo de esclarecer totalmente las circunstancias del caso.

Este caso pone de relieve un problema crítico en muchas instituciones: la vulnerabilidad interna, donde la filtración de información no proviene de un ataque externo, sino de alguien que ocupa una posición de confianza. Aunque aún se desconoce el motivo de la acción del funcionario, la situación ha generado preocupación entre los ciudadanos y ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y control.