EL CUADERNO DE PEDRO PAN

Concha Buika regresará a un escenario mallorquín 17 años después

La artista mallorquina y Kiko Navarro ofrecerán un concierto electrónico la noche del 6 de julio en el Recinto General Luque de Inca

concha buika
Concha Buika y Kiko Navarro, presentando el concierto electrónico que ofrecerán el 6 de julio en Inca.

El otro día acudí a la sala Bach del Auditórium de Palma con intención de seguir la rueda de prensa de Concha Buika y Kiko Navarro, presentándonos el concierto electrónico que ofrecerán la noche del 6 de julio en el Recinto General Luque de Inca. Una suerte de celebración o divertimento, que tiene su origen en los finales de los años 90 del siglo pasado, cuando ninguno de los dos soñaba todavía con alcanzar el reconocimiento internacional.

Pasando el tiempo, ella ha acabado convirtiéndose en la figura internacional de la canción étnica que, sin duda, es y él un reputado deejay que pincha con asiduidad en las discotecas fashion. Ambos son mallorquines.

En un aparte, finalizada la rueda de prensa, entrevisté a Concha Buika para Cuaderno de Notas, mi programa en esRadio. Le recordé que a finales de los años 90 estuvimos comiendo en Barcelona, donde ella había acudido en su condición de chica del coro de Tomeu Penya, que por la noche ofrecía un concierto, motivo de mi viaje a la Ciudad Condal. Me sorprendió que entre risas me confesara sentirse orgullosa de ser ‘chica Tomeu Penya’, «de igual manera que existen las ‘chicas Almodóvar’». Me lo decía a sus 52 años y en la cima del éxito. De aquella época, precisamente, data el origen del sueño que ella tenía de compartir experiencia con su amigo de juventud.

En realidad me movió acudir a la sala Bach el hecho de que hacía 17 años que Buika no pisaba un escenario mallorquín tras su despegue camino de la fama. En abril de 2006, el sello DRO editó Mi niña Lola, su segundo LP. No pasó demasiado tiempo para que Toni Cuenca, un espléndido arreglista y bajista de lujo, pasara a ser el director musical de sus directos. Todavía le  pesaba Mallorca en aquellos años de despegue. El asunto es que Cuenca le hizo a Mi niña Lola unos arreglos sinfónicos que fueron presentados el 2 de junio de 2007 en el Teatre Principal de Palma, formando parte del cartel de la cuarta edición del Festival Jazz Voyeur. A partir de entonces, llegaría un dilatado silencio en los escenarios de la isla que se romperá el 6 de julio. 

En todo este tiempo han llegado cinco nominaciones a los Grammy latinos y por fin hacerse con una gramola el 2010, por su álbum El último trago, que en realidad era un mano a mano con Chucho Valdés. Concha Buika ha mantenido hasta el 2017 una regularidad en su edición de discos y a partir de entonces el silencio discográfico, si exceptuamos la colaboración con el  estadounidense Carlos Santana en el álbum de 2019 Africa Speaks, donde por cierto encontramos la canción Yo me lo merezco, que fue nominada a los Grammy como mejor canción latina.

En la entrevista me comentó que a finales de este año pondrá en marcha su propio sello y que ya tiene material suficiente para volver a editar. Lo importante, ya digo, era este reencuentro con una mujer, tan nuestra, y que se había alejado tanto de nosotros.

Así llegamos al momento presente, que nos la regresará desde el Recinto General Luque de Inca en apenas dos meses. La cita tiene un precedente: el concierto que tuvo lugar en Barcelona el 5 de noviembre del año pasado. 

«El proyecto nació aquí, en Mallorca, a finales de los años 90, y un día me dije, ¿por qué no retomarlo? Llamé entonces a Kiko, y por fin estamos en ello». Interviene entonces Kiko, para subrayar que se trata de algo «que es diferente a lo que los fans de Buika están acostumbrados, porque se trata de música electrónica fundamentalmente». Total, que antes del concierto del 5 de noviembre de 2023 en Barcelona, se encerraron seis semanas para darle forma a la idea, montando de inicio un total de trece temas. Después del 5 de noviembre editaron un primer sencillo, El silencio, y puede que hayan rescatado piezas del pasado remoto como Ritmo pra vosé, Soñando contigo o Mama calling. Nada que ver con lo conocido hasta ahora en la trayectoria de Concha Buika o mejor Quita Hilo, su nombre tribal original.  

Sobre el porqué de este cambio, Buika lo define con convicción: «Tú tienes que estar donde lates. Pasar toda la vida haciendo lo mismo es como una condena. Siempre he sentido que soy una nota suelta, una nota libre». Acto seguido, añade: «La comunicación es muy libre y este proyecto ha salido basado en la naturalidad». En efecto, estamos hablando de un paréntesis o mejor aún de un divertimento y viene a materializar un sueño de juventud. 

Lo bueno de esta idea es que no compromete la carrera de ellos dos, puesto que allí donde acuden buscan músicos locales –coros y percusión- que van a sumarse a los platos que Kiko Navarro hace girar magistralmente. 

Total, que yo deseaba estar ahí, a pesar de que ella no se acordase de mí, ni falta que le hacía. Porque lo verdaderamente importante era la celebración del reencuentro de Buika o Quita Hilo con su público de toda la vida. Va a ocurrir en breve: el 6 de julio en Inca. ¡Todos a bailar con el Afro-House!

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