Cómo visitar la Ermita de Betlem a pie o en coche y las diversas rutas de excursión

Un lugar recóndito y privilegiado para el silencio, la reflexión, la oración y el disfrute de la naturaleza en Mallorca es la Ermita de Betlem. Su ubicación en plena naturaleza, sus vistas y su patrimonio e historia la convierten en un lugar especial aparte de ser un centro de espiritualidad.

Se encuentra en el municipio de Artà, en una zona montañosa que pertenecía a la antigua posesión Devesa de Farrutx. La ermita fue fundada en 1805 por ermitaños miembros de las comunidades de Sant Honorat de Randa y de la Trinitat de Valldemossa. La ermita se construyó sobre las ruinas de una antigua alquería musulmana.

Fue primero una ermita autónoma bajo las jurisdicción del Obispado de Mallorca y en 1895 pasó a manos d la comunidad de ermitaños de la Trinitat de Valldemossa. Los ermitaños vivían de la agricultura y ganadería así como de las donativos que recibían. Con el el paso de los años el número de ermitaños se fue reduciendo En el año 2020 sólo quedaban tres de muy avanzada edad que no tuvieron más remedio que abandonar el lugar para trasladarse a la Ermita de Valldemossa, la única habitada que queda hoy en día en Mallorca.

La ermita está envuelta de historia, leyendas y entres sus benefactores tuvo al ilustre cardenal Despuig y el canónigo Joan Dameto. Fue en su época cuando se restauró la antigua torre para habilitarla como oratorio, comedor y dormitorio. En 1807 se construyeron las celdas, el refectorio y una cocina así como otras dependencias.

La iglesia tiene la planta de crucero y la nave principal está dividida en tres tramos. La cúpula presenta pinturas de ángeles rodeando la coronación de María por Cristo, contemplada por el Padre y por el Espíritu Santo. El retablo mayor muestra una pintura que representa la cueva de Belén. Flanquean el retablo una imagen de Sant Antoni, a la izquierda, y otra de Sant Joan, a la derecha. Corona el retablo una imagen de Sant Jaume.

Otras imágenes son las de la Inmaculada y la mallorquina Santa Catalina Tomàs. También una imagen del Sant Crist de Betlem, con un retablo coronado por un medallón de pintura que representa a Ramon Llull.

Es una ermita sencilla y pequeña pero sumamente rodeada de encanto y un lugar ideal para disfrutar de la paz y la tranquilidad sin dejar de lado las impresionantes vistas a las montañas, al Mediterráneo y al cabo de Formentor. Detrás del monasterio, se llega a una pequeña colina a través de un sendero y desde aquí se puede disfrutar de unas impresionantes vistas de toda la Bahía de Alcúdia.

La Ermita de Betlem transporta al visitante a un tiempo que ya no existe y a la esencia de una Mallorca pre turística. Es un lugar excepcional para visitar en cualquier época del año.

Cómo llegar en coche a la Ermita de Betlem

Existen dos formas de llegar a la ermita de Betlem, las dos espectaculares. La más rápida y sencilla consiste en ir en coche desde el pueblo  de Artà. Está todo indicado y se trata de una carretera estrecha que serpentea por el hermoso paisaje montañoso de la Serra de Llevant. A aproximadamente un kilómetro del final, podemos parar en el mirador de la Ermita de Betlem, que ofrece unas magníficas vistas de la Bahía de Alcudia.

Excursión a pie de la urbanización de Betlem a la Ermita

La excursión más habitual para llegar a pie a la Emita de Betlem  empieza en la carretera que conduce desde Artà a la urbanización de Betlem. De hecho, el recorrido a pie, muy sencillo, puede iniciarse en la urbanización de Betlem. En la propia carretera hay una señal que indica el inicio de la ruta, y hay zona de parking. Aquí comienza un camino de carro que se dirige hacia las casas de la posesión de Betlem.

Es una excursión fácil de apenas dos horas ideal para hacer en familia y con niños. Antes de llegar a las casas, veremos que hay una zona de acampada. Las casas de Betlem las encontraremos más adelante, si bien están deshabitadas y en peligro de ruina.

Desde las casas de Betlem avanzamos por un camino de carro, que más adelante se estrecha para convertirse en un sendero. Nuestra ruta va subiendo por una barranquera, y con hermosas vistas de la bahía. La subida termina en una zona más llana de antiguas parcelas de cultivo, enmarcadas por dos paredes. Atravesamos estas paredes, por un portillo y después por un paso cuyo muro está derrumbado. Más adelante el camino se vuelve más amplio, y en una ligera subida llegamos al Collet de la Ermita de Betlem. Aquí, nos vamos hacia la izquierda, y ya nos aparece la imagen de la Ermita de Betlem, entre campos de cultivo y en un lugar totalmente aislado.

Antes de llegar a la ermita, la ruta de la excursión pasa por la fuente de la Ermita, un lugar de parada obligada.

Excursión a pie desde la Emita hasta el Puig de Ferrutx

Desde la Ermita de Betlem parte una ruta senderista hasta el El Puig de Ferrutx, el segundo pico más alto de las montañas del este en la sierra de Levante en Mallorca. Con sus 522 metros ofrece unas vistas únicas al noreste de la isla. Es una excursión de cuatro horas de ida y vuelta y es más difícil que la de Betlem a la Emita. La ruta tiene diversas subidas y bajadas y es preciso estar en forma para caminar.

Partimos desde la Ermita de Betlem. Tomamos el sendero que comienza a la izquierda de la entrada de la ermita. Atravesamos una típica garriga mediterránea y llegamos a las ruinas de dos casas. Ahora viene un tramo de bajada para volver a subir hasta un punto donde se contemplan espectaculares vistas de la Bahía de Alcudia y la península de Formentor.

El camino baja y llegamos hasta el punto en el que por primera vez vemos nuestro objetivo, el Bec de Ferrutx. La senda discurre ahora por debajo del amplio pico de En Pelat y desciende hasta el Coll d’en Pelat. Seguimos el sendero ascendente y pronto llegamos al Puig de Ferrutx.