Armengol se alinea con las tesis de los independentistas: «En Cataluña hay un problema político»
Al igual que ERC, Junts o la CUP, y tras la detención de Puigdemont, considera que "el problema de Cataluña debe resolverse desde la política"
La dirigente socialista balear expresa su deseo de que la mesa de diálogo "pueda consolidarse y dar sus frutos"
En ningún momento calificó al expresidente de la Generalitat de prófugo de la Justicia
La presidenta del Govern balear, la socialista Francina Armengol, se ha vuelto a alinear con las tesis de las formaciones del independentismo catalán y ha asegurado en declaraciones a los medios que, en Cataluña, hay «un problema político que debe resolverse desde la política».
Armengol hizo estas declaraciones tras conocerse la detención en Cerdeña del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huido de la Justicia desde el golpe anticonstitucional del 1-O de 2017.
La dirigente socialista balear en ningún momento calificó al expresidente catalán de prófugo de una Justicia de la que lleva huido desde hace más de tres años. Las manifestaciones de la dirigente socialista balear tuvieron lugar en el transcurso de la presentación de una ampliación del Hospital de la localidad mallorquina de Manacor.
Aunque, como en anteriores ocasiones, la presidenta balear, que gobierna en coalición con los independentista de Més, expresó su respeto por las decisiones judiciales, manifestó su confianza en que la recién constituida mesa del diálogo del Gobierno de Sánchez con el Govern catalán del independentista Pere Aragonés “pueda consolidarse y dar frutos”, sin entrar en más detalles sobre el contenido de esos futuribles acuerdos.
El posicionamiento político de Armengol a favor de las tesis de las formaciones independentistas catalanas no es nuevo y, además, está en línea con la de sus dos socios en el Ejecutivo balear, los nacionalistas de Més y Unidas Podemos (UP).
Baste recordar que los líderes del tripartito balear salieron en tropel a bendecir los polémicos indultos del Gobierno de Sánchez a los golpistas catalanes. Armengol, además de darles el visto bueno, instó al Ejecutivo central a trabajar para “buscar el encaje que necesita Cataluña” dentro de España y su vicepresidente, Pedro Yllanes (UP) iba incluso más allá y calificaba su concesión como “un gran paso para la concordia y el entendimiento en Cataluña”. Sus socios independentistas de Més con los que gobierna y decide codo con codo cada lunes en el Consell de Govern, siempre le otorgaron a los condenados por el golpe anticonstitucional del 1-O en Cataluña, el calificativo de presos políticos y a Puigdemont de exiliado.