El antídoto al bulo de la ‘fachosfera’ es un silente 33,41%
El congreso socialista de Sevilla ha acabado en aclamación, a la búlgara, y asimismo en la reivindicación con trompetería del derecho de la izquierda a consagrarse al ejercicio, sin disimulo, de la corrupción pura y dura. A partir de entonces el «puto amo» hará y deshará como le venga en gana, aclamado igualmente por sus siete millones de votantes. El milagro, que no ocurrirá, sería ver desaparecer la memoria de pez instalada en el españolito de a pie. Algo muy poco probable en los días que corren, tan vacíos de valores como familia, esfuerzo compartido y orgullo por nuestra historia y sus símbolos.
Son tantos los casos de presumible alta traición perpetrados por Sánchez, que ya clama al cielo que no exista en España un proceso objetivo para la destitución del presidente. No sirve la moción de censura porque en ella no hay voto en conciencia que valga, solo férrea disciplina de partido, siendo algo paradójico desde el momento en que el voto del legislador es personal e intransferible, precisamente para salvaguardar la independencia del voto ético. La moral anglosajona tiene al impeachment poniendo en valor el principio de responsabilidad y eso puede acabar en inhabilitación de por vida, incluso en el coloquial ir pa’lante. El recurso perverso del todo vale nos está conduciendo irremediablemente a un callejón sin salida.
El pedestal del todo vale lleva escrito ¡que viene la ultraderecha, que viene el fascismo! El mantra, ya saben. Les salió bien el 23 de julio de 2023 y lo volverán a hacer, valiéndose de su inmisericorde artillería mediática.
De hecho, en el congreso socialista de Sevilla se ha podido escuchar con la acostumbrada vehemencia el imperativo de acabar con la derecha, lo que al ciudadano de a pie debe ponerle en guardia, porque lo que vendrá acto seguido es la instauración de un sistema totalitario en grado extremo, pues forma parte del ADN histórico de la izquierda radical, y el PSOE ya lo es.
Huele tanto a podrido el socialismo español de nuestros días que al PSOE solamente le queda usar el bulo de la fachosfera para mantenerse firme en el poder, a sabiendas de que su electorado se mantendrá fiel como una roca. La memoria de pez, igualmente ahueca las mentes progresistas, lo que les permite hincharse, engreírse, pavonearse y así sucesivamente. No hay la más mínima dignidad, no hay ética, no hay nada en un horizonte vaciado.
El otro día de payés envié a una persona próxima una viñeta que corría por las redes en la que se veía la fachada de la sede del PSOE en Ferraz y a un hombre tocando a la puerta: «¡Ábrete Sésamo!». Del interior, sale una voz: «Pase, le están esperando señor Aldama». No pasó un minuto y me llegó la respuesta. Una lista de casos del PP, «Para los desmemoriados». El mensaje tenía la pinta de haber sido maquetado y difundido por el PSOE.
Lo curioso del caso es la infame desfachatez de la izquierda, titulando Para los desmemoriados, cuando tantos casos lleva acumulados el PSOE en sus 145 años de honradez. ¿Honradez? En fin. La honradez, queridos votantes socialistas de Baleares, permite una lectura pasmosa, si leemos bien eso de, «integridad en el obrar». La RAE. ¿Acaso no es integridad mantener fiel el gusto por el robo y la violencia 145 años? Para vos, desmemoriado.
Una forma curiosa de integridad, pero integridad al fin y al cabo, por lo que tiene de afanarse íntegramente al robo y a la violencia, nada menos que los 145 años de su historia. ¿Acaso hemos olvidado que hasta 1979 el PSOE seguía siendo un partido marxista? ¿Acaso no se atisba, con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2004, la recuperación de los principios marxistas en su manera de gobernar? Hoy él es el embajador universal del chavismo, además de mentor de su discípulo adelantado, Sánchez, quien lo primero que hizo fue sacar a Franco de su tumba. Nada más cabía esperar, del mequetrefe adorado por los suyos. Estaba tentado mis queridos votantes socialistas de Baleares, pero desisto de hacerlo, a propósito de afanarse y atisbar. Me da pereza, sabiendo que tanto os da, que os da lo mismo.
En conclusión, nos vamos a hartar de escuchar que viene el fascismo, o sea la extrema derecha (Vox) e incluso la derecha extrema (PP), este último un palabro que le debemos íntegramente a ZP. Vivimos momentos miserables en la historia reciente de España y, sospechando la que se avecina, no cabe acudir al trasvase de votos de un bloque a otro. Todo lo más, considerar la existencia de un antídoto a tanta mugre socialista señalando a la fachosfera, Me refiero a ese tradicional 33,41% de posibles votantes que no acaban de llegar a las urnas, unos por hartazgo y otros, probablemente los más, debido a que eso de las urnas no va con ellos, manera nada cívica de conducta.
Teniendo en cuenta que tradicionalmente uno de cada tres españoles no se presenta en los colegios electorales, irónicamente de ellos dependería la puesta a salvo de la magna y milenaria idea de España. Estamos jodidos y bien lo sabe el «puto amo». No hay antídoto al bulo de la fachosfera porque mientras tanto el PP y Vox, ambos partidos constitucionalistas (si, progres), andan a navajazos por las esquinas, olvidándose de este momento trágico.