La pareja de la madre del niño de Garrucha violó y golpeó al menor de 4 años hasta matarlo
La Guardia Civil no descarta que la madre fuese testigo de parte de la agresión

La pareja de la madre de Lucca, el niño de cuatro años asesinado en Garrucha (Almería) la semana pasada, habría violado y golpeado al menor hasta la muerte, según se desprende de la investigación de la Guardia Civil, que no descarta incluso que la madre fuese testigo de una parte de la agresión.
El auto de prisión provisional dictado por el Juzgado de Instrucción n.º 4 de Vera (Almería) detalla además que el investigado, Juan David R. C., «maltrataba y golpeaba de forma habitual» al menor, posiblemente «con conocimiento» de la madre, Bárbara Ysmar B. O. La mujer, de 21 años, está embarazada de cinco meses. Ambos son venezolanos.
Además, señala que la madre solía dejar al menor a su cargo. Según los investigadores, el acusado aprovechaba esos momentos para agredirlo. En una ocasión ya le fracturó un hueso del brazo.
El auto judicial incide en que la madre era consciente de este «maltrato habitual». Así se desprende tanto de testimonios aportados en esta causa como de lo que ella misma declaró ante la Policía y los juzgados en procedimientos anteriores. En uno de esos procesos se condenó al acusado –que no es el padre biológico del menor– a una orden de alejamiento sobre el niño y sobre la madre. La medida estaba en vigor desde el pasado 20 de octubre.
El asesinato
Según el auto, sobre las 11:00 horas del pasado 3 de diciembre la madre salió de casa para preparar comidas en el kiosco en el que trabajaba y dejó al niño al cuidado de su pareja. Juan David habría aprovechado para violar al menor y golpearlo «de forma reiterada» en el abdomen y otras partes del cuerpo. El atestado incorporado a las actuaciones señala la presencia de restos biológicos sobre la víctima.
La agresión le causó un derrame intestinal que derivó en la muerte del menor en torno a las 15:30 horas, según el informe preliminar de la autopsia. El documento señala que murió por una gran pérdida de sangre, un desgarro en el hígado y varios golpes fuertes en el abdomen causados de forma intencionada y con «etiología homicida».
La Guardia Civil considera que la madre podría haber presenciado al menos parte de la agresión, ya que sobre las 12:00 horas volvió a casa porque su pareja le dijo que el niño «se encontraba mal». Según el propio acusado, ella estuvo allí «horas antes del fallecimiento del menor» y permaneció durante parte del episodio, sin intentar presuntamente evitarlo ni asistir a su hijo.
El auto recoge que, a partir de mensajes que la investigada envió a familiares y otras personas, se desprende de forma «indiciaria» que llegó a asumir cierta responsabilidad en la muerte del pequeño.
La investigación sostiene que ambos trasladaron el cuerpo hasta un antiguo búnker en la playa de Garrucha, en el límite con Mojácar, donde lo abandonaron. El auto destaca que la madre acompañó a su pareja mientras él portaba el cadáver, sin informar de su paradero ni avisar a las autoridades.
A la vista de los hechos y de los indicios recogidos, el juez decretó el pasado sábado, tres días después de los hechos, prisión provisional comunicada y sin fianza para ambos.