Andalucía

Un guardia civil atacado con un garfio y hospitalizado en otro asalto «violento» a la valla de Melilla

Un guardia civil ha resultado herido en la madrugada de este martes en un nuevo salto a la valla de Melilla. El agente ha requerido de ingreso hospitalario después de ser atacado con un garfio que los inmigrantes ilegales utilizan para asirse al alambrado fronterizo.

El «violento» intento de entrada en suelo español se ha saldado con éxito para más de la mitad de los inmigrantes. De los 12 que han logrado acercarse esta noche a la doble valla de seis metros de altura que separa Melilla de Marruecos, siete han logrado su objetivo y cinco han sido rechazados por las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona.

Sólo en el presente año, y según detalló este martes el coronel de la Guardia Civil de Melilla, Antonio Sierras Sánchez, más de 60 agentes han resultado heridos en el control de la presión migratoria en la ciudad autónoma.

En esta ocasión, y según ha informado a Europa Press un portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla, «fruto de la violencia con la que se ha producido el salto, un agente de la Guardia Civil ha resultado herido». Concretamente, el guardia civil ha requerido intervención médica y varios puntos de sutura «debido al acometimiento con un garfio a la altura del mentón» que le propinó uno de los inmigrantes que pretendía pasar a la fuerza territorio español.

La valla de Melilla, repleta de garfios tras un salto masivo (EUROPA PRESS).

Los hechos han tenido lugar sobre las 4:30 horas, momento en el que se ha producido el intento de entrada del grupo reducido de subsaharianos por la zona próxima a Barrio Chino. La citada fuente ha destacado que, «a pesar del dispositivo antintrusión de la Guardia Civil y de la colaboración de las fuerzas marroquíes, de los 12 que han intentado acceder, lo han logrado siete migrantes».

«Tácticas militares»

Los hechos ocurridos este miércoles forman parte de la presión migratoria que ha sufrido Melilla durante todo el verano y este principio de otoño. El último hecho de estas características ocurrió el pasado 1 de octubre, cuando fuerzas de seguridad de España y Marruecos impidieron la entrada de 700 inmigrantes de origen subsahariano que a lo largo de la madrugada se fueron acercando al perímetro fronterizo «con tácticas militares» con la intención de acceder irregularmente en la ciudad española.

El portavoz destacó que la Guardia Civil ha constatado que «venían perfectamente organizados y utilizando tácticas militares, dividiéndose en grupos para disgregar a las fuerzas que vigilan el vallado».
Antes, pasado martes 21 de septiembre, un total de diez inmigrantes consiguieron acceder a Melilla cuando formaban parte de un grupo de 50 personas que protagonizaron una avalancha sobre la alambrada que separa la ciudad española del país vecino.

Unos días después, el viernes 24 de septiembre, y a pesar de la violencia empleada», las fuerzas de seguridad de ambos países evitaron la entrada masiva a Melilla de un grupo formado por 400 inmigrantes. Otros episodios en la frontera tuvieron lugar el sábado 28 de agosto, cuando las fuerzas de seguridad de España y Marruecos impidieron a primeras horas del día el intento de entrada irregular de 350 inmigrantes subsaharianos a Melilla por la frontera de Beni-Enzar, el domingo 5 de septiembre cuatro a nado por la zona norte y el lunes día 6 tres más por el vallado de Aguadú.