Coalición por Melilla cree que el arresto de su líder se debe al «racismo»: «Es por ser musulmanes»
Los políticos de CPM están arrestados por presuntos delitos de prevaricación, malversación y pertenencia a grupo criminal
Mustafá Aberchán, líder de CPM, ya fue condenado por el caso 'Voto por correo'
El Comité Ejecutivo de Coalición por Melilla (CPM), tras el encarcelamiento de su presidente Mustafa Aberchán y cinco de sus ex consejeros en el Gobierno con el PSOE entre junio de 2019 y mayo de 2023, ha tenido la poquísima vergüenza de decir que los arrestos se deben al «racismo» del «establishment». Denuncian que su formación, cuyos políticos están acusados de prevaricación, malversación y pertenencia a grupo criminal, está sufriendo una «caza de brujas» por ser un partido de amplia mayoría imazigen o de origen bereber y en su práctica totalidad de confesión musulmana, que «es muy incómoda para el establishment».
CPM, que es actualmente el grupo mayoritario de la oposición en la Asamblea, tiene a medio grupo parlamentario en prisión provisional, comunicada y sin fianza, entre los que están el actual vicepresidente segundo de la Asamblea Rachid Bussián y la portavoz, Dunia Almansouri.
A través de un comunicado de prensa, ha subrayado que incluso el nombre que han puesto las Fuerzas de Seguridad del Estado a la operación policial, Santiago- Rusadir -nombre que dieron los fenicios al lugar donde se instalaron en el siglo VIII a.C. y que, milenios después, sería la ciudad de Melilla-, «desprende un tufo racista», una operación que se ha saldado hasta el momento con ocho cargos de CPM detenidos -seis de ellos encarcelados- y un número indeterminado de empresarios, contratistas e intermediarios con los contratos públicos objeto de investigación por fraude y malversación así como funcionarios públicos de la Ciudad Autónoma de Melilla.
Para el Comité Ejecutivo, actualmente descabezado -su presidente Mustafa Aberchán está en una prisión de Santander y su última candidata a la Presidencia de Melilla Dunia Almansouri en la cárcel local-, CPM sufre una «campaña política organizada de acoso y derribo», tanto sus cuadros como la organización en sí, que «arranca desde los resultados electorales de 2015 donde se pudo constatar la fuerza emergente de CPM», al lograr ocho diputados sobre 25 desde ese año, lo que le valió en 2019 arrebatar el Gobierno de Melilla al PP, tras coaligarse con el PSOE y un diputado de Ciudadanos, Eduardo de Castro, al que votaron para la Presidencia de la Ciudad hasta 2023.
«Tufo racista»
El Comité Ejecutivo, reunido desde las 20:30 horas del miércoles hasta pasada la madrugada del jueves, ha manifestado que esta supuesta persecución de su partido se produce porque «CPM incomoda porque reivindicamos los derechos culturales, sociales y políticos de una parte importante de este pueblo, históricamente marginado, al que se pretende dividir para que pierda fuerza reivindicativa».
Asimismo, han dicho que son incómodos «porque pretendemos una justa redistribución de la riqueza y luchamos contra la marginalidad y segregación que impone las desproporcionadas diferencias de renta entre unos barrios y otros». También serían incómodos «porque la fuerza de la demografía hace peligrar el estatus de poder de siglos de una minoría elitista acomodada frente a una mayoría que tiene las carencias socioeconómicas más altas del país».
Recurso
La dirección cepemista, no obstante, ha asegurado que respeta las actuaciones judiciales, aunque no comparta el contenido de las medidas cautelares llevadas a cabo, tras el encarcelamiento de su presidente y cinco ex consejeros del Gobierno de Melilla de la pasada legislatura. «Consideramos absolutamente desproporcionado el auto de prisión incondicional cuando son personas que no presentan ningún riesgo de fuga y más sabiendo, como sabían, desde hace una semana, porque era de dominio público, las actuaciones policiales y judiciales que se iban a producir».
Al respecto, han avanzado que presentarán un recurso ante la Audiencia Provincial «en la búsqueda de la justicia» porque «se ha decretado el ingreso en prisión preventiva de la cúpula de representación de un partido con más de 30 años de tradición en la ciudad y en la representación pública».
A su juicio, «se han detenido a personas de bien, algunas de ellas enfermas, y se ha destrozado a familias gratuitamente, en un procedimiento que ya data de más de ocho meses, que deriva de otro del que ya se sufrió otras actuaciones similares, en el que se demuestra un desconocimiento absoluto de cómo funciona un ayuntamiento y sus consejerías y de las contrataciones públicas».
Para el Comité Ejecutivo de CPM «en una ciudad de 12 Km2, con citaciones para declarar habría sido suficiente», en vez de ordenar el ingreso en prisión sin fianza para sus dirigentes.
Al margen de manifestar su apoyo y solidaridad con sus compañeros encarcelados y detenidos, a los que consideran inocentes de cualquier cargo por el ejercicio de sus funciones en el anterior ejecutivo, han concluido subrayando que el partido no desaparecerá tras estas actuaciones policiales y judiciales.
«Siempre habrá un CPM, y, tras este, muchos que lucharemos hasta el final. Esto no es el final y la Rusadir (es el nombre que dieron los fenicios al lugar donde se instalaron en el siglo VIII a.C. y que, milenios después, sería la ciudad de Melilla), nuestra Rusadir, se impondrá a los malvados Santiagos, porque hasta el nombre de la operación desprende un tufo racista», ha concluido el Comité Ejecutivo de CPM.