Cae en Melilla una red que hizo pasar por menas a decenas de marroquíes para su traslado a la Península
La Policía Nacional ha desarticulado en Melilla una organización que había logrado hacer pasar por menores extranjeros no acompañados (menas) a decenas de inmigrantes ilegales de origen marroquí mayores de edad para su traslado a la Península. El modus operandi de la red era claro: nada más acceder de forma irregular a la ciudad autónoma, los inmigrantes se hacían pasar por menas para ser acogidos en el Centro de Menores de Melilla. Acto seguido solicitaban asilo a fin de conseguir el salvoconducto que les permite desplazarse por suelo peninsular y permanecer en territorio europeo.
Según ha informado este lunes la Jefatura Superior de Policía, las pesquisas arrancaron con la detención por falsedad documental de tres jóvenes mayores de edad «al hacerse pasar por menores extranjeros no acompañados en cuanto pisaban de forma irregular territorio nacional para, posteriormente, conseguir la documentación de solicitante de asilo y viajar a la Península».
La investigación se inició a raíz de la información facilitada por el Grupo de Menores de la Policía Local de Melilla, en la que se daba cuenta de varios casos de residentes del Centro de Protección de Menores a los que se les halló entre sus pertenencias los resguardos de solicitud de asilo «en los que aparecían con fechas de nacimiento que delataban su mayoría de edad».
La «compleja investigación» llevada a cabo por la Policía Nacional, en cuanto a cotejo de documentación y estudio fisonómico, acreditó que «desde inicios del presente año, varias decenas de varones mayores de edad de nacionalidad extranjera han causado alta en el Centro de Protección de Menores beneficiándose, de forma fraudulenta, del acogimiento y demás recursos que el Gobierno de la ciudad autónoma reserva para los verdaderos menores extranjeros no acompañados».
Al respecto, la Policía detalla que los jóvenes mayores de edad accedían a Melilla de forma irregular, generalmente a nado y de madrugada, indocumentados, y manifestando a los agentes ser menores. Tras las primeras gestiones policiales se les trasladaba al Centro de Protección de Menores. Una vez formalizado dicho ingreso, los inmigrantes ilegales se ausentaban para eludir las pruebas oseométricas que pudieran determinar su verdadera edad, generando de forma fraudulenta el correspondiente expediente de protección del menor por parte de la ciudad autónoma.
Seguidamente, solicitaban asilo aportando sus pasaportes que «recuperaban a través de terceras personas» y, de esta forma, los falsos menores salían de Melilla rumbo a la Península aproximadamente un mes después de dicha solicitud. La Policía mantiene abierta la investigación pendiente de la detención de más implicados por falsedad documental que utilizaron este mismo modus operandi.