Un agricultor andaluz regala 100.000 kilos de sandías porque las cadenas «prefieren las de Marruecos»
Tres meses de trabajo para acabar abandonando su cosecha de sandías. Manuel, agricultor de Motril (Granada), no ha conseguido que se las compre ninguna empresa. Se queja de que prefieren traerlas de Marruecos o Senegal. Y es que dos de cada tres sandías que se consumen en España provienen de estos dos países.
Manuel ha gastado más de 30.000 euros en el cultivo. Ha dedicado todo el año a sacar adelante su cosecha, pero las cadenas miran a terceros países. «Marruecos nos está invadiendo con su frutas y sus verduras. Aquí hay mucho gasto, mucho sacrificio, mucho tiempo y mucha dedicación por mi parte», recalca. Es por ello que, sin ningún margen de beneficio, no queda más remedio que tirarlas. Pero ha optado por regalarlas a sus vecinos y a todo aquel que se acerque a su huerta. Y no son pocas: 100.000 kilos. «Todo lo que falta aquí se lo han llevado en un día», explica a Atlas desde su invernadero.
Durante el pasado fin de semana se llevaron 80.000 kilos. Algunos incluso han traído sus camiones para llenarlos de sandías. Y hay quien, obviamente, decide pagar por ellas. «Me daban diez, quince… Ha habido gente que me ha dado hasta cien euros», agradece. Ese dinero lo destinará a limpiar los invernaderos. Un gesto que ayuda, pero que no subsana las enormes pérdidas que arrastra esta temporada.
Manuel no es el único que tiene problemas para sacar rentabilidad a su cosecha. «Las grandes cadenas compran ese producto -en referencia al importado desde países africanos-, que les cuesta más barato, pero luego lo venden como si fuese de aquí», lamenta otro agricultor.
Lamentablemente, este problema no sólo atañe al sector de la sandía, una de las frutas más consumidas durante el periodo estival. Los agricultores de pepino también están vendiendo sus cosechas muy por debajo del coste de producción, según denuncian.