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Unos tanto y otros tan poco: el único municipio de España con la asombrosa cifra de tres pantanos

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hay municipios en España que apenas y pueden almacenar agua, y cuando la hay, no alcanza ni para cubrir lo justo en temporada seca. Pero tras las últimas lluvias, hay otros que han salido ganando.

L’Alcora, en el interior de Castellón, es uno de esos casos. No sólo ha recuperado sus reservas, sino que ahora puede presumir de algo insólito: es el único municipio de todo el país que tiene tres pantanos en su término municipal. Y los tres están llenos.

El municipio con tres pantanos

Los tres embalses que convierten a este municipio en una excepción geográfica tienen nombre propio: María Cristina, la Foia y el Sitjar. Juntos suman más de 70 hectómetros cúbicos de capacidad.

El embalse de María Cristina fue el primero en levantarse. Se construyó en 1920 sobre la rambla de la Viuda y ocupa unas 265 hectáreas. Con una capacidad de 19,59 hectómetros cúbicos, es clave para el abastecimiento no sólo de l’Alcora, sino también de Castellón, Sant Joan de Moró y Borriol. Un siglo después, sigue siendo esencial.

El pantano de la Foia, aunque más pequeño, también cuenta. Terminó de construirse en 1958 y es el único de los tres ubicado íntegramente dentro del término municipal de l’Alcora. Tiene 14 hectáreas y almacena hasta 2 hectómetros cúbicos.

Fue el primero en llenarse tras las últimas lluvias y, durante días, el agua rebosó sin descanso. La imagen, más propia de primavera que de otoño, dejó claro el cambio radical en el panorama hídrico.

El Sitjar, el más reciente y el de mayor envergadura, entró en funcionamiento en 1960. Con sus 317 hectáreas y 52 hectómetros cúbicos de capacidad, se reparte entre l’Alcora, Onda y Ribesalbes. Es una de las grandes infraestructuras hídricas de la provincia, y una garantía frente a los ciclos de sequía que golpean con frecuencia al Levante.

Un pantano como fuente de vida

Otro aspecto importante, además de la cantidad de agua almacenada, es cómo el municipio ha aprovechado estos espacios. En torno a los pantanos se han habilitado rutas de senderismo, zonas de picnic, espacios multiaventura, kayak, vías ferratas, escalada o espeleología.

Todo en un entorno natural bien conservado y con un legado histórico notable: castillos, masías, cerámica y hasta una tradición protegida por la UNESCO como la Rompida de la Hora.

Mientras muchas localidades hacen malabares para no agotar sus reservas, l’Alcora gestiona tres embalses y se proyecta como destino de naturaleza, turismo y sostenibilidad.

¿Cómo se forman los pantanos naturales?

Más allá de los embalses construidos artificialmente, un pantano es una especie de «poza» grande, donde el agua se queda estancada de forma natural. Esto puede pasar cuando los ríos o lagos se desbordan, o cuando llueve tanto que el agua se acumula en terrenos bajos con suelos que no drenan bien.

El resultado es un espacio donde crece una vegetación acuática muy densa, generalmente en terrenos más o menos cenagosos. Dependiendo de la zona, los pantanos pueden ser de agua dulce o salada, y algunos están influenciados por las mareas, mientras que otros no.

Los pantanos son un pulmón verde lleno de vida, donde habitan miles de especies animales y vegetales. Además, cumplen funciones importantes como purificar el agua o regular las inundaciones, por lo que su preservación es fundamental.