Está a 40 minutos de Barcelona y ‘National Geographic’ la recomienda: la playa que te va a conquistar
Es una de las playas más bonitas de España
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Barcelona es una de las ciudades más visitadas de todo el mundo, y a sólo 40 minutos hay una playa que ha conquistado a la revista National Geographic. Considerada una de las mejores playas de España, es el destino perfecto para disfrutar de unos días de vacaciones en familia y dar la bienvenida al verano como se merece.
La popular playa de Ribes Roges, situada en Villanueva y Geltrú, es una de las más apreciadas en toda Cataluña, según recoge National Geographic. El artículo resalta la excelente infraestructura que ofrece esta playa. Asimismo, cuenta con todos los servicios necesarios para pasar una jornada agradable junto al mar.
Playa Ribes Roges
Limitando al norte con el puerto deportivo y al sur con un espigón que la separa de la playa de Adarró, esta playa urbana tiene un acceso muy fácil y cómodo desde cualquier punto de la ciudad. Puedes llegar en coche, ya que hay aparcamiento de zona azul en la zona, o utilizar el autobús de línea urbana. La comodidad de acceso y la calidad de sus instalaciones la convierten en una opción popular para residentes y turistas.
El nombre de esta playa proviene de los terrenos de la ciudad jardín de Ribes Roges, que datan de principios del siglo XX y exhiben estilos modernistas y novecentistas. Ubicada en el paseo de Ribes Roges, esta playa forma parte de un entorno residencial, con suaves pendientes y arena fina.
Su extensión abarca casi un kilómetro de longitud y tiene unos 150 metros de ancho, ofreciendo un espacio generoso para disfrutar del mar y el sol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que debido a la formación de bancos de arena, puede ser necesario alejarse bastante de la orilla para encontrar una profundidad adecuada para nadar.
Esta playa ofrece una amplia gama de servicios para garantizar una experiencia completa y cómoda para los bañistas. Desde zonas de toldos y hamacas hasta chiringuitos y aseos públicos, cada detalle está cuidado para satisfacer las necesidades de los bañistas.
Para refrescarse después de un día de sol, hay duchas públicas y lavapiés. También se han instalado sistemas de primeros auxilios y vigilancia para garantizar la seguridad de los bañistas.
El símbolo más destacado de esta playa, que se ha convertido en un emblema para Villanova i la Geltrú, es la escultura dedicada a Pasífae, la diosa griega madre del Minotauro. Esta obra, creada por el escultor Òscar Estruga, está elaborada con más de 3 toneladas de bronce y se encuentra colocada sobre una plataforma al final de una estrecha franja de arena, casi en el borde del agua.
Villanueva y Geltrú
Villanueva y Geltrú cautiva a los visitantes por múltiples razones, ofreciendo una combinación única de atractivos que van desde playas hasta senderos naturales junto al mar, pasando por edificios históricos y una vibrante vida cultural.
La Masia Cabanyes es un tesoro histórico convertido en el Centro de Interpretación del Romanticismo, que ofrece una ventana al pasado romántico del siglo XIX. Por otro lado, el sendero de la Costa del Garraf es un regalo para los amantes de la naturaleza, con vistas panorámicas y tramos accesibles para toda la familia.
La Biblioteca Museo Víctor Balaguer y el Museo Romántico Can Papiol son destinos imperdibles para los amantes del arte y la historia. Mientras tanto, el Poblado Ibérico de Darró es una ventana al pasado prehistórico de la región.
Mejores playas de Cataluña
Explorar las calas de la Costa Brava es una experiencia inolvidable, donde la naturaleza salvaje y la belleza marina se entrelazan para crear escenarios únicos. Sa Tuna, en Begur, es un remanso de tranquilidad con su encantador barrio marinero y una playa de grava resguardada por la punta d’es Plom.
La Cola del Ter, en Torroella de Montgrí, ofrece un paisaje singular que se aparta de los típicos panoramas de la Costa Brava. Conocida también como playa de la Fonollera, es un remanso de tranquilidad con su fina arena y su gran valor ecológico.
Por otro lado, la Cala Fonda, conocida como Waikiki, es un refugio para los amantes de la naturaleza en estado puro. Su difícil acceso y ausencia de servicios la convierten en un paraíso virgen en la Costa Dorada.
En Lloret de Mar, la playa Sa Boadella emerge como un oasis entre promontorios rocosos y pinos centenarios. Su atmósfera salvaje y aguas cristalinas la convierten en un tesoro oculto en medio de la urbanización.
Por otro lado, Les Casetes del Garraf, en Barcelona, transporta a un pequeño barrio marinero con sus típicas barracas de madera. Esta playa, cercana a la bulliciosa Barcelona, ofrece un respiro de calma y autenticidad.
En Salou, la Playa Penya Tallada nos invita a descubrir la belleza de la costa rocosa de Tarragona. Su formación rocosa erosionada y su acceso a través de una escalera nos sumergen en un paisaje de ensueño.