Turismo interior

La desconocida provincia española que la CNN recomienda porque «sus habitantes no están hartos de los turistas»

provincia española
Vista panorámica de Albarracín en Teruel. Foto: Pexels.

El turismo representa más del 12% del PIB nacional y concentra la mayor parte de su actividad en las islas y la costa mediterránea. Ciudades que dependen históricamente de la llegada de visitantes vieron cómo la masificación derivó en tensiones y problemas de vivienda. Y en este marco, alguna que otra provincia española suele escapársele a esta problemática.

Ante esta situación, organismos públicos y voces del sector turístico promueven un cambio de modelo. El objetivo es diversificar los destinos, impulsar viajes en meses menos concurridos y fomentar estancias más largas en regiones con menor presión demográfica. En este escenario, una provincia española en particular fue destacada por el medio norteamericano CNN.

¿Cuál es la provincia española destacada por la CNN en la que los turistas no son un problema?

El reportaje de CNN apunta a Teruel como la provincia española donde los habitantes «no están hartos de los turistas». Situada en Aragón, se caracteriza por su baja densidad de población (9,14 habitantes por km²) y por ser una de las más afectadas por la despoblación.

La provincia de Teruel reúne 236 municipios, la mayoría de ellos con menos de mil habitantes. Esta realidad ha impulsado movimientos sociales como ‘Teruel Existe’, que logró representación política nacional en 2019. La falta de infraestructuras de transporte, como líneas ferroviarias de largo recorrido, hace que el acceso principal sea por carretera, desde Barcelona o Valencia.

En este territorio se conservan pueblos amurallados de origen mudéjar, castillos, rutas de senderismo y espacios naturales que conforman un paisaje diverso.

El turismo aún es incipiente y, según los testimonios recogidos por CNN, los visitantes extranjeros son percibidos como una novedad y no como una molestia.

Patrimonio y riqueza cultural de Teruel

Teruel ha logrado que varios de sus monumentos estén inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Entre ellos destacan los principales ejemplos de la arquitectura mudéjar: la Catedral de Santa María de Mediavilla y las torres de San Pedro, San Martín y El Salvador.

Además, el arte rupestre del arco mediterráneo tiene representación en distintos enclaves de la provincia, como la ribera del río Martín o las cuevas de Albarracín y Valdegorfa.

Albarracín, con su conjunto histórico y murallas, figura entre los municipios más conocidos. Otros ejemplos de valor patrimonial son el acueducto romano de Albarracín-Cella, el Castillo de los Heredia en Alcalá de la Selva o el conjunto histórico de Mirambel. Estos espacios son considerados Bienes de Interés Cultural y forman parte del atractivo turístico provincial.

Por su parte, la capital, que posee el nombre homónimo, combina herencia medieval y arquitectura modernista. La plaza del Torico, la escalinata del Óvalo y el Mausoleo de los Amantes son puntos de referencia en la ciudad.

Economía, gastronomía y naturaleza de esta provincia española

La provincia española de Teruel sufrió un proceso de reconversión tras el declive de la agricultura y la minería. En la actualidad, su economía se sostiene en la producción energética, un sector turístico en expansión y una oferta gastronómica reconocida.

Entre los productos típicos destacan el jamón de Teruel con Denominación de Origen Protegida, el melocotón de Calanda, el aceite del Bajo Aragón y la trufa negra de Sarrión. Este último recurso ha impulsado actividades como la búsqueda de trufas, una experiencia cada vez más demandada por los visitantes.

En el ámbito natural, Teruel ofrece senderos que conectan cascadas, ríos y zonas de baño, además de yacimientos con huellas de dinosaurios. El parque paleontológico Dinópolis, ubicado en la capital y extendido por varias localidades, es uno de los referentes europeos en su campo.

El peso del turismo en la economía española

El crecimiento del turismo en España ha sido sostenido durante décadas. En 2024, el país recibió cerca de 100 millones de visitantes, una cifra que muestra la fortaleza del sector pero también sus efectos secundarios.

En zonas urbanas y costeras, la presencia de cruceros, alojamientos turísticos y el aumento de alquileres temporales han generado fricciones con la población local.

De acuerdo con Manuel Butler, director de la Oficina Española de Turismo en Londres, más del 80% de los turistas se concentran en las islas y la costa mediterránea durante el verano.

Esta tendencia provoca que muchas provincias españolas queden al margen del interés internacional, a pesar de contar con patrimonio cultural y natural de relevancia.

La apuesta institucional busca corregir esa concentración y promover destinos interiores, como Teruel, que puedan integrarse en un modelo más equilibrado.

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