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El okupa que se encontró un cadáver habla en ‘El programa de Ana Rosa’: «La calavera me miraba»

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Garmán Martón, el okupa que encontró un cadáver.

Este miércoles 26 de marzo, Germán Martón, el okupa que encontró en un piso de Málaga el cadáver de una mujer que llevaba 14 años muerta, ha hablado para El programa de Ana Rosa. El hombre, en un primer momento, dijo: Yo, primero, no voy por ahí mirando a ver qué pisos hay vacíos o son de segunda viviendo o lo que sea. Este piso estaba abandonado Yo no soy un héroe ni ime ntento excusar de nada pero es que está a la orden del día.», Tras narrar todas la desgracias que le había tocado vivir y explicar por qué se había quedado sin casa, Germán narró cómo fue encontrarse con el cadáver: «Entré en el salón y en primera instancia no veo nada raro en el sofá porque el sofá era amarillo. Pero entonces me fijo y veo la calavera que me está mirando, con todos los pelos y todo. Yo hice lo correcto: fui y llamé a la policía».

Un okupa y un cadáver

Un okupa y su hija encontraron, hace unos días, en un piso de Málaga el cadáver de una mujer que llevaba 14 años muerta. El macabro descubrimiento fue obra de un hombre que forzó la cerradura para acceder a la vivienda junto a la menor, de 11 años. La Policía Nacional está investigando los hechos para esclarecer qué pasó y cuándo murió exactamente la anciana.

El hallazgo tuvo lugar este pasado lunes. A última hora de la tarde, el okupa y su hija entraron al inmueble para instalarse allí de forma ilegal y se toparon con el cadáver momificado de la mujer, que podría haber fallecido hace más de una década, según confirman fuentes policiales.

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Vivienda precintada. Lugar de los hechos.

Al descubrir el cuerpo, el hombre y su hija salieron corriendo del domicilio y alertaron a los vecinos de que había un cadáver en el edificio. Éstos llamaron a la Policía, que envió un par de patrullas al lugar de los hechos.

«Somos buenas personas»

Este miércoles, El programa de Ana Rosa ha podido hablar en directo con Germán Martón, el okupa que encontró el cadáver de la mujer. quien ha empezado explicando su situación: «Yo vivo en la misma planta. Hice una obra en plena pandemia y no podía pagar por la pandemia y entré en La segunda oportunidad pero ahí no hubo negociación con los bancos. No me ayudaron absolutamente nada. Intenté evitar la subasta pidiendo un préstamo y el juez me ha condenado como culpable y me oblonga a pagar el 94% de la deuda. He salido de La segunda oportunidad con una deuda de 300 euros. Me parece súper injusto porque yo pensé que me iban a ayudar en algo. Hace cinco años, los precios de las casas no estaban igual».

Cuando Ana Rosa le insistió en que quiso ocupar una casa, Germán volvió a justificarse: «Yo, primero, no voy por ahí mirando a ver qué pisos hay vacíos o son de segunda viviendo o lo que sea. Este piso estaba abandonado Yo no soy un héroe ni me intento excusar de nada pero es que está a la orden del día».

Ana Rosa Quintana.
Ana Rosa Quintana.

Ana Rosa le interrumpió y le dijo: «Tú, como okupa has tenido muy mala suerte porque estaba el piso cerrado, abandonado, lo conoces, estabas en la misma comunidad, entras y te encuentras el cadáver modificado de una señora». El entrevistado contestó: Eso estaba abandonado, yo lo sabía y dije: bueno, voy a entrar. «Entro, abro la puerta un poco, porque estaba manipulada ya, seguro que alguien intentó entrar también o algo, pero bueno. Cuando abrí un poco vi que la cadenita estaba echada por dentro y el Cautivo (una imagen de Jesús el Cautivo) pegado a la pared. Yo me dije: Que sea lo que dios quiera. Con la presión que tengo encima nadie me ayude me dije: entra para adelante, ocupo esta casa y le compro la otra al fondo buitre que me la compró. Yo pensaba que como eso estaba abandonado no le hacía daño a nadie. Abro la puerta, entro en el salón y me fijo en todo».

«Vi la calavera que me está mirando, con todos los pelos y todo»

En este momento, Germán ha pasado a narrar el momento en el que vio el cadáver momificado: «Mi niña se queda en la puerta porque yo ya estaba intuyendo algo porque yo soy muy intuitivo para estas cosas. Por eso le dije a mi niña que se quedara, que tenía que mirar primero si todo estaba bien. Entré en el salón y en primera instancia no veo nada raro en el sofá porque el sofá era amarillo. Pero entonces me fijo y veo la calavera que me está mirando, con todos los pelos y todo. Yo hice lo correcto: fui y llamé a la policía. Yo no le he hecho daño a nadie porque sabía que aquello estaba abandonado. Yo no soy un okupa que va pòr ahí dando vueltas buscando un piso dónde meterme».

Y para terminar, el okupa ha dicho: «Yo, a esa mujer, he ido a la Iglesia en Málaga, en el centro, y le he puesto una velita. Somos buenas personas».

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