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La obra maestra de Clint Eastwood más realista sobre la II Guerra Mundial: hay que verla

  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

El cine bélico siempre ha sido un género clave para los grandes directores. Porque si lo pensamos detenidamente, la gran mayoría de los cineastas relevantes han experimentado alguna vez con los conflictos armados. Stanley Kubrick rodó Senderos de gloria, Steven Spielberg nos maravilló técnicamente con Salvar al soldado Ryan y Dunkerque es hasta el momento, uno de los trabajos más aplaudidos de Christopher Nolan. Sin embargo, aunque todas estas obras supusieron una revolución dentro de su propia tipología narrativa, existe una película que es por derecho propio el título más realista sobre la Segunda Guerra Mundial. Nos referimos a Cartas desde Iwo Jima, la «cara b» de Banderas de nuestros padres de Clint Eastwood.

‘Cartas desde Iwo Jima’ (Warner Bros.).

Estrenada hace casi dos décadas, este filme representa el punto de vista de la batalla de Iwo Jima desde el punto de vista del ejército japonés. Ya que ese mismo año, el oscarizado realizador había estrenado la versión norteamericana del conflicto con Banderas de nuestros padres, pero fue esta perspectiva nipona de la historia la que terminó siendo unánimemente aplaudida por la crítica. En Cartas desde Iwo Jima, un Clint Eastwood de 76 años nos brindó la otra cara de la moneda de un díptico apasionante, explorando el trauma de aquellos que consiguieron sobrevivir y la reconciliación posterior a los horrores y a la brutalidad de la guerra.

‘Cartas desde Iwo Jima’ (Warner Bros.).

Filmada en japonés con un reparto íntegro del país del sol naciente, la cinta estuvo nominada a cuatro premios de la Academia, incluyendo el de mejor director y mejor película. Finalmente terminó alzándose con la estatuilla a los mejores efectos sonoros. No obstante, se sigue sintiendo como una completa injusticia que la imponente fotografía en blanco y negro de Tom Stern no obtuviese ni siquiera una nominación en su categoría. Pero ¿qué es lo que hace tan especial? ¿por qué es diferente a las demás? ¿está disponible en alguna plataforma?

‘Cartas desde Iwo Jima’: la obra maestra de Clint Eastwood

‘Cartas desde Iwo Jima’ (Warner Bros.).

Cuando rodó Cartas desde Iwo Jima, Clint Eastwood sabía a la perfección que para lograr evocar emociones puras y perennes, necesitaba mantener un alto rigor histórico. La lucha retratada en los dos largometrajes plasmó una batalla en la que 70.000 marines se enfrentaron a 22.000 japoneses, sobreviviendo únicamente poco más de 1.083 soldados de ambos bandos. No hay glorificación de lo bélico por parte de Eastwood, sino un enfoque humanista que aborda temáticas como el miedo, la dignidad o la lealtad.

‘Cartas desde Iwo Jima’ (Warner Bros.).

El director compuso él mismo la banda sonora, mientras que Paul Haggis e Iris Yamahsita fueron los encargados de escribir un guion íntimo que consistía según el propio Eastwood en «dar voz» a los que nunca la tuvieron, funcionando como un recordatorio cincelado en piedra sobre cómo el sufrimiento y el valor no pertenecen únicamente a «un sólo bando».  Con 141 minutos de duración, Cartas desde Iwo Jima está disponible bajo suscripción en la plataforma de Movistar Plus. También se puede encontrar bajo compra o alquiler en Google Play, Amazon y Apple TV.

¿Por qué redefine el cine bélico?

Con Cartas desde Iwo Jima, Clint Eastwood cambio en cierta medida el género, ofreciendo una mirada diferente desde la guerra. Esto se representa a la perfección en el rostro del actor Ken Watanabe, quien interpreta al general Tadamichi Kuribayashi. Él es el alma de un filme que representa la tragedia de estar atrapado entre las ganas de sobrevivir y la lealtad al emperador, generando un potente conflicto que reflejan casi un retrato documental.

‘Cartas desde Iwo Jima’ (Warner Bros.).

Esta elegía fragmentada en dos películas representa un recordatorio magnífico de por qué el director de Million Dollar Baby es un cineasta generacional. Banderas de nuestros padres desmitifica al héroe americano y Cartas desde Iwo Jima radiografía a los derrotados. Sin artificios ni glorificaciones, Eastwood alcanza el término medio de la virtud de un género que anteriormente no había sabido desanclarse de su maniqueísmo prístino, tan vinculado siempre a la propaganda de estados.