Chicote pierde la paciencia y casi abandona hoy en ‘Pesadilla en la cocina’

La nueva temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ ha comenzado muy movida para el chef madrileño, Alberto Chicote. La semana pasada tuvo que lidiar con una de las dueñas más indeseables que un local puede tener. Hasta su propia comida le deba asco. Pero esta semana hemos visto a Chicote perder la paciencia en el restaurante almeriense «Generación del 27», donde todos los miembros del local han acabado por sacar de quicio al chef.

Chicote se ha desplazado hasta Almería para ayudar a Paco, el dueño de un local que va a la deriva y sin rumbo. Nada más llegar el chef ya ha podido comprobar que sería uno de los retos más exigentes que se haya encontrado en ‘Pesadilla en la cocina’. Malos modos, comida nefasta y un dueño que pasa de todo, es lo que se ha encontrado Chicote en su visita a Almería.

Para empezar la comida estaba mala, muy mala. Alimentos congelados, restaurante sucio y comida pasada, tanto que hasta el propio chef ha tenido ganas de vomitar al encontrar una salsa brava en el congelador con muy mal aspecto. Pero lo peor ha sido la actitud del propietario y su equipo. No les importaba nada, se han reído del chef y, lejos de seguir los consejos del cocinero, han realizado peor su tarea.

Tras un desastroso primer servicio, Chicote ya había perdido la paciencia con ellos. «No me tomes por idiota ni una vez más en tu vida» le ha gritado Chiocote a Paco, el dueño del local. Ante tal situación, y en vistas de que nadie cambiaba de actitud, Chicote ha decidido abandonar el barco. Esta decisión ha acabado por enfurecer a la cocinera Estefanía, que en una escena digna de una película del oeste, ha cogido una silla y ha roto la vidriera de cristal de la barra donde había alimentos. 

Pero Chicote no ha perdido la esperanza en ‘Pesadilla en la cocina’, y tras una conversación con Paco, que fue a buscarlo antes de que el chef se marchara, ha vuelto para cambiar el rumbo del «Generación del 27». Nueva carta y nuevo local.

El servicio final no ha sido lo que Chicote pensaba. Han vuelto a aparecer los problemas del pasado y ha sido el chef madrileño el que ha tenido que tomar las riendas para sacar el servicio adelante. Tras un servicio nada bueno, Chicote se ha ido con la conciencia tranquila, a pesar de que no ha podido ayudar todo lo que le hubiera gustado a Paco y sus trabajadores.

A pesar de todo el chef de ‘Pesadilla en la cocina’ les ha deseado buena suerte.