Microsoft triunfó con los ordenadores, pero no en móviles, ¿por qué?
Microsoft ha sido durante décadas el gigante indiscutible del software para ordenadores personales. Tanto es así que, actualmente, el 60 % de los ordenadores del mundo llevan instalado el sistema operativo de la marca de Redmond. Sin embargo, la cosa cambia en cuanto a móviles, donde se estrelló estrepitosamente. ¿Qué ocurrió para que esto fuerza así?
La posición imperante de Microsoft
El éxito de Microsoft en ordenadores se remonta a los años 80, cuando la empresa fundada por Bill Gates consiguió un contrato clave con IBM para proveer el sistema operativo de sus nuevos ordenadores personales. Además, la decisión estratégica de licenciar MS-DOS a otros fabricantes permitió que Windows se convirtiera en el estándar en la industria.
Esto es lo que llevó a Microsoft a tener una posición de total dominancia con el lanzamiento de Windows 95. Las cifras dan realmente miedo, el 80 % de los ordenadores de todo el planeta tenían instalado ese sistema operativo y además, la suite Office era la razón de peso por la que los usuarios no se planteaban otra cosa. Efectivamente, Microsoft puso la informática personal en cada hogar de una forma sencilla para el usuario.
No fue así en los móviles
Cuando los teléfonos móviles comenzaron a ser objetivo de interés por parte de los consumidores, Microsoft no fue capaz de reaccionar a tiempo. Este retraso supuso ya una traba para el futuro, ya que no se pudo recuperar. El iPhone fue lanzado en el año 2007 y Android vio la luz en 2008.
Windows Phone, el sistema operativo que manejaba Microsoft en ese momento no era ni atractivo ni cómodo ni fiable. Y cuando Microsoft decidió que era el momento de reaccionar con Windows Phone 7, en el año 2010, ya no tenía absolutamente nada que hacer.
Lo que explica este fracaso
El mundo de las aplicaciones móviles ya se había hecho realidad en los sistemas operativos, mientras que el ecosistema que tenía Windows para esto nunca fue competitivo y, ni mucho menos, atractivo.
Además, otra de las razones que explica este fracaso es que existían diferentes versiones de Windows Phone, y que además, no eran compatibles entre sí.
Para terminar de dar palos de ciego, Microsoft compró a la desesperada Nokia en el año 2014, tratando de dar un giro a la situación, pero ya era demasiado tarde. Los pocos dispositivos que operaban bajo Windows Phone además eran de coste bastante elevado.
Según reconoció Bill Gates, este fue uno de los mayores errores como máximo dirigente de Microsoft. Haber ignorado el mercado móvil a Android es algo que tuvo un impacto demoledor en la compañía, si bien era lo suficientemente fuerte como para resistirlo.
No parece que nada vaya a cambiar en el futuro, Android y Apple se reparten el pastel con permiso de otros sistemas operativos menores, pero la lección quedó bien aprendida para Microsoft y su deseo de triunfar con los móviles. De momento no parece querer volver a intentarlo.