Microsoft sólo dará soporte a nuevos procesadores con Windows 10
Parece que la cruzada de Microsoft contra la fragmentación en su ecosistema sigue adelante y aunque ciertamente no es un problema demasiado grande para los usuarios domésticos, que no tienen habitualmente problema en actualizarse, sí puede serlo para las empresas que suelen tomar como norma la máxima de “si funciona, déjalo estar” a la hora de tratar sus ordenadores y sistemas informáticos en general. Y es que Microsoft ha anunciado que en los próximos 18 meses dejará de soportar los nuevos procesadores, posteriores a los actuales Intel Skylake (lo que hoy son de última generación) con otro sistema que no sea Windows 10.
El anuncio ha sido publicado por Microsoft en su blog y el problema viene fundamentalmente para las empresas que han seguido hasta ahora comprando equipos de última generación, pero que han querido comprarlos o mantenerlos con sistemas anteriores como Windows 7 o Windows 8.1, porque a partir de julio de 2017 el desarrollador no garantizará el soporte para los procesadores Skylake en adelante.
Al parecer, el problema para muchas empresas es que, tras haber finalmente migrado de Windows XP, confiaban en el amplio plazo que Microsoft daba de soporte para Windows 7 (hasta enero de 2020), y Windows 8.1 (hasta enero de 2023), ahora se encuentran que los equipos más nuevos no van a tener soporte para otro sistema que no sea Windows 10. Por supuesto, eso no significa que no puedan seguir usando Windows 7 u 8.1 tras julio de 2017, pero no podrán hacerlo con garantías con equipos más modernos, lo que significa que es posible que en algunos casos tengan que adquirir máquinas con hardware más antiguo o incluso usadas si quieren asegurarse compatibilidad y soporte con sistemas anteriores a Windows 10.
El problema para Microsoft es que Windows 7 fue diseñado hace casi 10 años cuando la tecnología actual de procesadores x86/x64 actuales no existía, de manera que para que Windows 7 funcione en estos chips más modernos, los controladores de dispositivos y el firmware necesitan emular procesos que impactan en las conexiones Wi-Fi o en la seguridad. Así, el desarrollador ha preferido trazar una linea que le permita hacer evolucionar lo más rápido su sistema sin destinar recursos sencillamente a mantener la compatibilidad de sistemas antiguos.