Google adquiere la división Powered by HTC para potenciar sus Pixel
Tal y como se rumoreaba anoche, Google y HTC han hecho público un acuerdo por el que el gigante de las búsquedas adquiere la división de telefonía de HTC. No obstante, la adquisición de Google se restringe a la incorporación del equipo de unos 2.000 ingenieros que forman la división Powered by HTC, que es la que ha llevado a cabo el desarrollo con Google de sus teléfonos Pixel. Sin embargo, parece que Google no se hace con la marca HTC, que se entiende se centrará más en su división de realidad virtual con sus gafas HTC Vive, aunque ha confirmado que por el momento seguirá fabricando y vendiendo teléfonos, y al menos está preparando el sucesor del HTC U11, el nuevo HTC U12, que se presentará en un futuro no muy lejano.
La adquisición de la división de HTC por parte de Google se ha llevado a cabo por un valor de 1.100 millones de dólares, bastante más de los 330 millones de dólares que se rumoreaban, pero que sigue siendo una cantidad pequeña en comparación con los 12.500 millones que pagó Google por la unidad de móviles de Motorola (aunque es evidente que esta adquisición es mucho más reducida).
En la nota oficial de Google que firma Rick Osterloh, responsable de hardware de Google, los 2.000 ingenieros que se unen a la compañía con el acuerdo servirán para “supercargar” su familia de productos de hardware “Made by Google” entre los que están los teléfonos Pixel. El máximo ejecutivo de la división de hardware, que ya fue director de Motorola cuando estaba dentro de Google y después en Lenovo, señala que el grupo de empleados que se añade a la división ya tiene la experiencia de haber creado el Pixel original, lo que significa que la compañía no quiere tener que cambiar radicalmente de equipo de desarrollo para el Pixel 3 y de paso se asegura que podrá usar todas las tecnologías y patentes de HTC, que ambas compañías compartirán sin royalties.
¿Google quiere ser la Apple de Android?
En definitiva, Google da un paso más en su camino de convertirse en la “Apple de Android”, lo que puede tener severas consecuencias, ya que de momento, aunque los teléfonos de Google son muy apreciados, no son una amenaza para fabricantes muy afianzados como Samsung, LG o Huawei, ya que sus ventas son limitadas. Sin embargo, si Google consigue que sus Pixel sean muy populares, el resto del ecosistema verá a Google ya no como su socio de software sino como un competidor que además domina la parte clave de sus productos (el sistema operativo Android), aunque quizá ya es demasiado tarde para cualquier aventura con un sistema operativo alternativo (como puede ser el Tizen de Samsung).