El ‘monstruo de Igualada’ se enfrenta a 45 años de cárcel por violación y torturas a una menor

El llamado monstruo de Igualada (Barcelona) se sienta desde hoy en el banquillo de la Audiencia Provincial de Barcelona para responder por su ataque más salvaje. La violación brutal y la tentativa de asesinato de una menor de 16 años cuando salía de madrugada de una discoteca en noviembre de 2021. Entonces, el acusado, un joven boliviano de 24 años, ya tenía antecedentes por agresión sexual tras violar a su hermanastra en 2015.

Entonces, el monstruo de Igualada ya fue condenado a un año de encierro en un centro de menores, luego salió libre pese a los informes que alertaban de su más que posible reincidencia. El agresor sexual volvió a atacar en el año 2021 y por estos hechos la fiscalía pide para él una pena de 45 años de prisión, 30 por un delito de asesinato en grado de tentativa y otros 15 por un delito de agresión sexual.

Con su agresor en el banquillo, su víctima finalmente no tendrá que declarar. La Audiencia ha accedido a sustituir su declaración por el vídeo que grabó durante su declaración en sede judicial hace unos meses, es la llamada prueba preconstituida para evitar un mayor perjuicio a la chica y por el agravamiento psicológico que pueda derivarse de su comparecencia presencial.

20 minutos de tortura

En cualquier caso, tres años después, la víctima tiene serias lagunas de memoria, incluso amnesia. Además de dificultades físicas de todo tipo tras la violenta agresión que sufrió, en la que fue golpeada y torturada, incluso con la introducción de objetos en su cuerpo, durante 20 minutos de infierno en un callejón de Igualada.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 1 de noviembre de 2021 en una zona industrial de Igualada. La joven, que entonces tenía 16 años, salía de la discoteca Epic y se dirigía a la estación para coger el tren que la llevara a Vilanova i la Geltrú, a casa de su madre. Pero alrededor de las 6 de la madrugada, el violador de Igualada, siguió a su víctima y la arrastró a un callejón sin luz.

Allí, durante más de 20 minutos, el monstruo de Igualada la golpeó continuamente, la violó en varias ocasiones y la remató a pedradas en la cabeza antes de robarle la ropa y abandonarla semidesnuda e inconsciente en ese callejón del polígono industrial de Les Comes. La víctima habría muerto sin duda, si un camionero no la hubiera encontrado aquella madrugada y hubiera avisado rápidamente a los servicios de emergencia.

Cazado por las cámaras

La investigación de los Mossos d’Esquadra se prolongó durante cinco meses, y en ella participaron más de un centenar de agentes que  tomaron decenas de declaraciones a testigos y revisaron hasta 155 cámaras de seguridad.  Así, hasta que localizaron las imágenes que descubrieron como el violador acechaba a su víctima, y además los posicionamientos de los teléfonos de la víctima y el agresor coincidían en tiempo y recorrido. Otras nuevas imágenes, derivadas de una denuncia por daños en un coche, volvieron a descubrir al individuo participando en los hechos y ya centraron su búsqueda en él.

La denuncia  por maltrato de la que era su pareja en la época de los hechos, cercó aún más al monstruo de Igualada. El violador le había regalado a ésta mujer la chaqueta de la víctima de la violación.

ADN de la víctima

En el registro los Mossos hallaron la ropa que vestía el violador de Igualada la noche de la brutal agresión. En esa ropa, se encontró el ADN de la víctima. Las imágenes y los posicionamientos de teléfono confirman la investigación.

Hoy, el violador de Igualada ha pedido declarar el último durante el juicio, su intención es la de declararse inocente y agarrarse en último extremo a una presunta adicción. Se desconoce si una vez que vea en persona todas las pruebas que obran contra él, cambiará de parecer ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Barcelona.