Sucesos
Asesinatos

Aparecen tres cadáveres de una misma familia con signos de violencia en Barcelona

Según las primeras investigaciones el hijo habría matado a sus padres y después se habría quitado la vida

Los Mossos d’Esquadra se encuentran investigando la muerte de tres miembros de una misma familia en Sant Martí (Barcelona). Según las primeras investigaciones todo parece indicar que el hijo de la familia mató a sus padres y después se quitó la vida.

Los cadáveres de los padres han sido localizados en dos domicilios distintos de Barcelona y de un municipio cercano. Los Mossos han encontrado primero el cadáver de la mujer, que presentaba signos de violencia. Posteriormente, han localizado en otra vivienda el cuerpo del hombre, que también presentaba signos de violencia, y del hijo de ambas víctimas, que de acuerdo con los primeros indicios se habría quitado la vida.

Han sido los propios Mossos quienes han informado en sus redes sociales del hallazgo de los cuerpos: «Investigamos la muerte violenta de tres personas en Barcelona», reza un comunicado publicado en la red social X -antes conocida como Twitter-.

Parricidio en Castro Urdiales

El pasado mes de febrero, dos hermanos menores de edad mataron a su madre en Castro Urdiales (Cantabria). Los niños la acuchillaron en el cuello y por la espalda, mientras que la mujer se encontraba en el interior de la vivienda familiar. Posteriormente, escondieron el cuerpo en los asientos traseros del coche, que se encontraba aparcado en el garaje.

Después de huir de la escena del crimen, los niños intentaron fingir que habían sido secuestrados. Uno de los primeros análisis forenses -al que tuvo acceso OKDIARIO- determinó que la muerte de la mujer de 48 años se había producido entre las 19:00 y las 20:00 horas de la tarde.

Según una primera reconstrucción, el crimen tuvo lugar en la vivienda. Allí, tras una discusión por asuntos familiares, uno de los hermanos apuñaló a su madre en el cuello, por la espalda y de forma sorpresiva. Luego, supuestamente entre ambos, bajaron el cuerpo al coche aparcado en el garaje y lo metieron en los asientos de atrás, tapándole la cara con una bolsa de plástico.

Ambos menores huyeron en dirección al mar, hacia el Parque Cotolino, recorriendo aproximadamente un kilómetro de distancia, cuando recibieron la llamada de su abuela, preocupada porque no podía contactar con la madre. En esa llamada de teléfono, crucial para la resolución del caso, los menores le dijeron que algo había pasado con su madre y les habían «secuestrado».

Alertados por la familia, los especialistas de la Guardia Civil llegaron de inmediato a la casa familiar, hallando el cuerpo de la madre dentro del coche. La mujer estaba maniatada y sufría una fuerte punzada en la parte trasera del cuello con un objeto afilado.