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¿Qué santos se celebran hoy, sábado 14 de diciembre de 2024?

santos 14 diciembre
San Juan de la Cruz.
Blanca Espada

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 14 de diciembre de 2024? Cada día, la Iglesia Católica rinde homenaje a diversos santos y beatos que marcaron la historia de la fe con su vida y obra. Este sábado 14 de diciembre de 2024, destaca especialmente la celebración de San Juan de la Cruz, un místico y doctor de la Iglesia cuya espiritualidad ha inspirado a millones de fieles a lo largo de los siglos.

Sin embargo, no es el único santo que se recuerda en esta jornada; también tienen un lugar importante San Nicasio de Reims, un obispo mártir, y San Agnelo de Nápoles, conocido por su vida monástica y entrega a Dios. La diversidad de los santos celebrados hoy nos invita a reflexionar sobre cómo cada uno, desde su realidad y contexto, dejó un legado espiritual y humano que sigue vigente. A continuación, profundizaremos en las vidas de estos santos, para conocer mejor su historia y el mensaje que dejaron a los creyentes y también, enumeramos al resto de santos que se celebran en este día.

San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, nacido como Juan de Yepes Álvarez el 24 de junio de 1542 en Fontiveros, es una de las figuras más destacadas de la mística cristiana y de la literatura del Renacimiento español. Cofundador junto a Santa Teresa de Jesús de la Orden de los Carmelitas Descalzos, su vida estuvo marcada por una profunda espiritualidad, una intensa actividad reformadora y una obra literaria que lo convirtió en uno de los mayores exponentes de la poesía mística en lengua española.

Desde 1952 es el patrono de los poetas en lengua española, y sus poemas, como Noche Oscura del Alma y Cántico Espiritual, han sido alabados por autores tan diversos como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y T. S. Eliot. Canonizado en 1726 por Benedicto XIII y proclamado Doctor de la Iglesia en 1926, San Juan de la Cruz dejó un legado espiritual y literario que sigue inspirando a creyentes y estudiosos en todo el mundo.

Nacido en una familia humilde, la infancia de San Juan de la Cruz estuvo marcada por la pobreza tras la muerte de su padre. Su madre, Catalina, luchó por sacar adelante a sus hijos, pero las adversidades de la época hicieron que la familia viviera en condiciones precarias. A pesar de estas dificultades, Juan mostró desde joven una inclinación hacia la vida espiritual, destacando por su dedicación al estudio y al servicio en obras caritativas. Trabajó como aprendiz en diversos oficios, pero finalmente optó por dedicarse al cuidado de los enfermos en un hospital de Medina del Campo, donde su espiritualidad se consolidó.

En 1563 ingresó en la Orden de los Carmelitas, adoptando el nombre de fray Juan de Santo Matía. Poco después, sus inquietudes lo llevaron a estudiar en la prestigiosa Universidad de Salamanca, donde profundizó en filosofía y teología. Fue en este periodo cuando comenzó a desarrollar su pensamiento místico, influenciado por autores como Dionisio Areopagita y Santo Tomás de Aquino.

El encuentro con Santa Teresa de Jesús en 1567 marcó un punto de inflexión en su vida. Ambos compartían la visión de reformar la orden carmelita, retornando a una mayor austeridad y fervor espiritual. Este esfuerzo los llevó a fundar los Carmelitas Descalzos, una rama de la orden caracterizada por la estricta observancia de la regla original y una vida profundamente contemplativa.

Sin embargo, la reforma no estuvo exenta de conflictos. San Juan enfrentó oposición tanto dentro como fuera de la orden, llegando incluso a ser encarcelado durante nueve meses por carmelitas que se oponían a sus ideas. Fue en esta reclusión en Toledo donde compuso algunos de sus poemas más conocidos, reflejo de su vivencia espiritual y de su capacidad para transformar el sufrimiento en inspiración divina.

La poesía de San Juan de la Cruz está impregnada de imágenes que reflejan su unión mística con Dios. Sus obras más destacadas, como Cántico Espiritual, Noche Oscura del Alma y Llama de Amor Viva, exploran el alma humana en su búsqueda de lo divino. Escritas con una belleza lírica incomparable, sus composiciones no solo tienen un profundo contenido espiritual, sino que también destacan por su excelencia literaria.

En prosa, San Juan complementó sus poemas con tratados explicativos como Subida del Monte Carmelo y La Noche Oscura, donde profundizó en conceptos como la «noche del alma», una etapa de purificación y desapego necesaria para alcanzar la unión con Dios.

La influencia de San Juan de la Cruz trasciende su época. Su pensamiento no solo impactó la espiritualidad cristiana, sino que también dejó una huella imborrable en la literatura universal. Fue canonizado en 1726 y declarado Doctor de la Iglesia en 1926 por su contribución a la teología mística. Además, su obra sigue siendo estudiada y admirada, tanto por su profundidad espiritual como por su calidad poética.

En la actualidad, los restos de San Juan de la Cruz reposan en el convento de los Carmelitas Descalzos de Segovia, lugar de peregrinación para quienes buscan inspiración en su vida y obra. Su festividad, cada 14 de diciembre, es un momento para reflexionar sobre el valor del sacrificio, la contemplación y la búsqueda de lo trascendente en nuestra existencia cotidiana.

San Nicasio de Reims

San Nicasio, obispo de Reims en el siglo V, fue una figura clave en la consolidación del cristianismo en la región. Durante su episcopado, los visigodos atacaron su diócesis, y Nicasio decidió quedarse con su pueblo en lugar de huir. Fue martirizado junto a su hermana Eutropia y otros cristianos, convirtiéndose en un símbolo de entrega y valentía.

La devoción a San Nicasio se extendió rápidamente tras su muerte, considerándolo un protector contra las invasiones y los peligros. Su legado nos recuerda el valor de la fe incluso en medio de las adversidades, y su testimonio sigue siendo una fuente de inspiración para quienes enfrentan persecuciones por sus creencias.

San Agnelo de Nápoles

San Agnelo, también conocido como San Aniello, nació en Nápoles en el siglo VI. Desde joven, mostró una vocación profunda hacia la vida monástica, ingresando en un monasterio benedictino. Su vida fue marcada por su humildad, oración constante y dedicación a los pobres. Se le atribuyen numerosos milagros, incluyendo la protección de Nápoles durante una epidemia, lo que aumentó su fama como santo intercesor.

Agnelo es venerado como un ejemplo de entrega total a Dios y al prójimo. Su festividad invita a los fieles a recordar la importancia de la sencillez y la compasión, valores que guiaron su vida y lo convirtieron en un modelo para la comunidad cristiana.

Otros santos que se celebran el 14 de diciembre

Junto a los mencionados, el 14 de diciembre se celebra también a estos otros santos:

  • Santos Herón, Ateo, Isidoro y Dióscoro de Alejandría, mártires
  • Santos Tirso, Leucio y Calínico de Apolonia, mártires
  • Santa Dróside de Antioquía, mártir
  • Santos Ares, Promo y Elías de Ascalón, mártires
  • San Pompeyo de Pavía, obispo
  • San Venancio Fortunato, obispo
  • San Folcuino de Thérouanne, obispo
  • San Nimatulacio al-Hardini, presbítero
  • Beato Buenaventura Bonaccorsi, presbítero
  • Beata Francisca Schervier, virgen
  • Beato Protasio Cubells Minguell, religioso y mártir

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