Así es la cárcel de Samui donde Daniel Sancho cumplirá condena: sin camas, ni agua, ni apenas comida
Sancho permanece en la cárcel de Samui por un período de tiempo indeterminado, se desconoce si podrá cumplir condena en España
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Si pensamos en una prisión en España se nos viene a la cabeza una habitación con cama, sábanas y alguna que otra comodidad, una realidad muy diferente en otros países, como Tailandia, y en concreto como la cárcel de Samui, donde cumple condena Daniel Sancho. Una cárcel que dista mucho de las que podemos encontrar en España, y se asemeja más a las a la que nos muestran algunas películas.
Decenas de presos hacinados en celdas, condiciones humanas insalubres, falta de comida y agua escasa y una notable falta de higiene. Así es la cárcel que le espera a Daniel Sancho en la prisión provincial de Samui. El hijo de Rodolfo Sancho cumple condena en este centro penitenciario desde el pasado lunes 7 de agosto, después de haber confesado que era el autor del crimen del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Aunque todavía se desconoce el tiempo que el joven de 29 estará en la cárcel de Samui, sí que se puede confirmar que su estancia no será en un hotel de lujo, ni parecido al que se alojaba previo a realizar el asesinato de Arrieta. Aunque sí es cierto que, dentro de las malas condiciones del sistema penitenciario del país, no es de las peores cárceles.
El día a día en la prisión
A las seis de la mañana los 800 reclusos son despertados con el sonido de un silbato y han de presentarse ante las autoridades para el primer recuento del día. Antes de desayunar suena el himno de Tailandia por todo el recinto y comienza la vida en prisión, mientras que abre la tienda donde se venden algunos productos de higiene que los reclusos pueden comprar gracias al dinero que reciben de sus familiares.
Tres horas después de despertarse pueden acudir a las 16 duchas, que sólo están disponibles en dos franjas de tres horas al día, y por las que tienen que competir entre todos los reclusos, lo que dificulta la higiene personal de cada uno.
Las visitas están permitidas de lunes a viernes y se puede comprar comida y agua, pero el chef español todavía no puede recibirlas porque tiene que pasar un período de 10 días de aislamiento por covid-19 tal y como establece el protocolo sanitario del país.
Según las declaraciones de dos ex convictos de la cárcel de Samui, en las celdas no hay ni camas «Son mantas. Un máximo de tres mantas por persona y, con ellas, has de hacer el colchón, la almohada y taparte», explica uno de ellos.
Otro problema es la comida, ya que escasea, sólo en el almuerzo se permite a los reclusos pedir comida al exterior, mientras, se tienen que mantener con lo que les ofrecen desde prisión, que suele ser un plato de arroz con huesos de pollo.