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¿Son peligrosas las mochilas para la espalda? Mira estos consejos para llevarlas correctamente

Como cada vez que inicia el curso escolar, una de las principales preocupaciones de los padres tiene que ver con la salud lumbar de sus hijos. A pesar de la virtualidad, los procesos de aprendizaje en los colegios siguen estando más relacionados con los contenidos impresos. Por esto nos preguntamos si son peligrosas las mochilas para la espalda y consejos para llevarlas bien.

Infosalus ha repasado algunas de las recomendaciones generales para padres y niños que enfrentan este problema. Aconsejan comprobar que el menor no lleve más del 15% de su peso corporal en la espalda, y revisar que el peso esté bien distribuido entre los espacios de la mochila. También sugieren explicarle cómo debería organizarlos en su interior.

El peso de las mochilas para la espalda

Otros trucos imprescindibles

Hay muchos otros trucos que consideramos de vital importancia para reducir las molestias, los dolores y las lesiones. Lo primero es seleccionar mochilas específicas, con correas anchas y acolchadas y respaldos gruesos para evitar el impacto directo.

La calidad del material de la mochila no es algo menor, ya que deben soportar su peso unos cinco centímetros por sobre la cintura. Si la mochila baja de esa altura es muy probable que acabe tirando de la espalda del pequeño hacia el suelo, obligándole a adoptar posiciones incómodas que podrían causar lesiones a corto o largo plazo. Pídele que camine y comprueba que aguanta bien su peso.

Por otro lado, a pesar de que la actividad física es ideal para todos los menores, tiene más sentido en las zonas que pueden verse más presionadas. Participar de ejercicios físicos que se enfoquen en la parte lumbar hará que estén preparados para esa exigencia diaria.

Asimismo, hay algunos padres que optan por las mochilas con ruedas. No es una mala idea, pero hay que educar al niño con ellas. Procura que tengan una extensión suficiente para que el menor pueda caminar erguido y no se incline hacia adelante al llevarla.

En la medida que sea posible, el niño no debería trasladar cargas inútiles. Hay que quitar a diario los libros y utensilios innecesarios para liberarle de ese peso y que pueda moverse con comodidad. Algunos colegios cuentan con espacios o casilleros individuales donde pueden dejar sus objetos para no guardarlas en la mochila. Averigua si la escuela de tus hijos dispone de esta solución.

En todo caso, debemos fijarnos si van muy cargados y comprobar su espalda.