¿Sabes cómo controlar la migraña?: estos son los consejos de un experto
Es importante identificar qué factores, estímulos o alimentos pueden desencadenar una crisis, para intentar evitarlos

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El 14% de la población mundial vive con migraña, de acuerdo con los datos de la OMS. Eso significa que una de cada siete personas en el mundo experimentan ese tipo de dolor, que en España afecta a más de cinco millones de adultos según la Sociedad Española de Neurología (SEN).
La migraña es un tipo de cefalea (palabra que se refiere al dolor de cabeza en general) que suele presentarse en la pubertad, afecta sobre todo a personas de edades comprendidas entre los 35 y los 45 años, es dos veces más frecuente en mujeres y está causada por la activación de un mecanismo que libera sustancias inflamatorias que provocan dolor alrededor de los tejidos nerviosos y vasos sanguíneos de la cabeza.
Como apunta Julio Maset, médico de Cinfa, «la migraña es un tipo de cefalea de gran intensidad, aguda y recurrente. Muchas veces duele solo un lado de la cabeza y se presenta acompañada de náuseas, vómitos, sensibilidad o intolerancia a los ruidos y a la luz. Aunque no es una enfermedad grave, sí es capaz de dejarnos fuera de juego durante unas horas o, incluso, varios días».
De hecho, la migraña es, según la SEN, la primera causa de discapacidad entre personas adultas menores de 50 años. También es uno de los motivos más frecuentes de absentismo laboral. La sociedad científica advierte que más de un 70% de las personas con migraña presenta una discapacidad grave (solo 14% la tiene en grado moderado). Asimismo, indican que en España, 1,5 millones de personas padecen migraña crónica, lo que significa que los pacientes experimentan dolor de cabeza 15 o más días al mes.
Sustancias como el alcohol y el tabaco pueden desencadenar crisis de migraña, y lo mismo sucede con circunstancias como los cambios en los niveles hormonales provocados en el ciclo menstrual, olores fuertes, cambios meteorológicos o de altitud bruscos, falta de sueño, ejercicio físico y estrés.
Consejos para ayudar a controlar la migraña
Acude a tu médico siempre que sea necesario. La migraña puede tratarse y moderarse. Si el número de crisis o la intensidad del dolor aumentan, no dudes en acudir al especialista y sigue el tratamiento que te prescriba.
Aprende a reconocer los desencadenantes de tus crisis. Como estos varían de una persona a otra, en primer lugar, deberás identificarlos con ayuda de tu médico. Trata de recordar si cuando tuviste las últimas migrañas habías tenido exposición a algún ruido, luz u olor intenso, o si habías ingerido algún alimento determinado en las horas previas, y evítalos.
Elabora un calendario o diario de cefaleas. Se trata de un pequeño documento, muy sencillo, donde simplemente deberás ir anotando la fecha de tus crisis de dolor de cabeza, junto con otros datos como la intensidad del dolor y su repercusión en las actividades de la vida diaria, síntomas acompañantes, medicamentos y dosis empleadas. Toda esta
información será de gran utilidad para tu médico, ya que puede ayudarle a diagnosticarte, confirmar o detectar un abuso de medicación y, sobre todo, decidir qué tratamiento agudo y preventivo utilizar en el futuro.
Cuida lo que comes. Seguir una dieta variada y equilibrada es siempre saludable, pero las personas con migraña deben intentar evitar los alimentos que constaten que les afectan como pueden ser el chocolate, la leche, el queso curado o el vino, al igual que el alcohol en general. También es importante mantener una rutina en la dieta.
Mantén horarios regulares de sueño. Las variaciones en los patrones de sueño pueden ser también responsables de las crisis de migraña, por lo que conviene seguir unos horarios lo más regulares posibles y, además, procurar dormir al menos siete u ocho horas diarias. También es importante que no duermas de más ni de menos los fines de semana.
Plántale cara al estrés. La ansiedad que producen determinadas situaciones personales o laborales es también un probable desencadenante, por lo que es recomendable tratar de mantener la calma ante las complicaciones. Te ayudarán la práctica de deporte o de actividades relajantes como el yoga o la meditación o desarrollar aficiones.
Aíslate en un lugar tranquilo. Los lugares ruidosos u olores penetrantes pueden desencadenar las crisis y, en cualquier caso, nunca las alivian. Por ello, cuando sufras una, y siempre que sea posible, túmbate en la cama o el sofá en una habitación a oscuras para evitar estímulos como la luz, el ruido o el movimiento.
Respira de forma relajada. Cuando se produzca una crisis, intentar respirar de manera adecuada puede ayudarte a mantener a raya el dolor. Por tanto, inhala lenta y profundamente y concéntrate en tu respiración por un momento. El dolor de cabeza disminuirá y comenzarás a sentirte mejor.
Sigue la prescripción médica. Toma solo aquellos medicamentos que te prescriba el médico y del modo en que te lo indique. No olvides que ingerir demasiada medicación puede provocar cefaleas de rebote.
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