Mascarilla

La razón por la que no puede reciclarse la mascarilla

La razón por la que no puede reciclarse la mascarilla
La razón por la que no puede reciclarse la mascarilla

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La amenaza para la salud que representa la pandemia por coronavirus ha hecho que tengamos que llevar mascarillas de forma obligatoria. Ahora bien, el impacto para el medio ambiente de esa utilización de tapabocas no es tan favorable y debemos ser extremadamente cuidadosos al tiraras. Esta es la razón por la que no puede reciclarse la mascarilla.

Probablemente tú también hayas escuchado a quienes alertan que no podemos deshacernos de las mascarillas así como así, y tirándolas a la basura de casa.

Debemos llevarlas a puntos específicos de recogida para asegurarnos de que no acaben en mares u océanos o, de lo contrario, podemos llegar a alterar definitivamente los ecosistemas locales.

Por qué no puede reciclarse la mascarilla

Diversos estudios han determinado que una mascarilla tarda cerca de 450 años en desintegrarse por completo, lo que supone que pasarán generaciones enteras detrás de la nuestra hasta que el último tapabocas en el fondo del mar o del océano deje de dañar el medio ambiente y a quien lo habita.

¿Por qué las mascarillas tardan tanto en reciclarse?

La clave está en los materiales que fueron elegidos para su composición son los únicos capaces de protegernos del virus. Por ejemplo, sobresale la tela no tejida de polipropileno que se produce desde el etileno, un compuesto químico que sale del petróleo o del gas natural, y de descomposición lenta.

Dicho de otro modo, como especie asumimos la contaminación de las mascarillas a cambio de tener a mano una solución contra la propagación de un virus que amenaza a la humanidad.

Tampoco importa de qué tipo de tapabocas estemos hablando, porque ni las mascarillas quirúrgicas, ni las de tipo FFP2, son aptas para colocarlas en el contenedor amarillo que tenemos en España.

Fuentes de la OMS ya han advertido que las mascarillas desechables son biocontaminantes, llegando incluso algunas de ellas a obstruir las máquinas que clasifican los residuos por su gran resistencia.

¿Qué debemos hacer con las mascarillas usadas entonces?

Aquellos que conserven mascarillas usadas en casa y quieran rechazarlas tienen que asegurarse de que vayan en el contenedor de rechazo, para que quienes han sido capacitados en su manipulación las clasifiquen y se encarguen de darles el destino correcto a esta clase de basura “novedosa”.

Esos contenedores suelen ser grises, o negros, según el Ayuntamiento, y en algunas ciudades además tienen tapas de color naranja, por lo que es fácil distinguirlos.

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