¿Qué es la polimiositis?
Diferentes enfermedades y patologías pueden afectar a nuestro sistema muscular. Una de ellas es la polimiositis. ¿En qué consiste?
La polimiositis es una afección inflamatoria poco común que causa debilidad muscular y afecta a ambos lados del cuerpo, se cree que es una enfermedad autoinmune. Puede limitar la actividad diaria, como subir escaleras, levantarse de una posición sentada, levantar objetos o alcanzar algo que esté por encima de la cabeza. Afecta generalmente a personas mayores de 18 años y en y su mayoría a mujeres. Los signos y síntomas habitualmente van apareciendo lentamente, durante semanas o meses. Aunque todavía no hay una cura para esta enfermedad, existen tratamientos que pueden ir desde medicamentos hasta fisioterapia. Estas alternativas ayudarán a mejorar la fuerza y el funcionamiento de los músculos, lo que permitirá una mejor calidad de vida del paciente.
¿Cuáles pueden ser las causas y síntomas de la polimiositis?
No se conocen con exactitud las causas que originan la polimiositis, pero hay indicios que podrían ser genéticos.
Estudios actuales estiman que la afección puede comenzar cuando las células del sistema inmunológico se infiltran y atacan al tejido muscular (proceso autoinmune). Lo que significa que el cuerpo puede atacar sus propios tejidos.
Algunos síntomas de la polimiositis pueden ser: debilidad muscular, dificultad al levantarse de la silla y problemas al tragar. También puede aparecer dolor muscular en algunos casos sensibilidad al tacto, fatiga, dificultad para respirar debido a la afección del corazón y los pulmones, sarpullido rojo o violeta en parches alrededor de los ojos, fiebre, pérdida de peso.
La fragilidad muscular relacionada con la polimiositis afecta a los músculos más cercanos al tronco, como los de las caderas, los muslos, los hombros, la parte superior de los brazos y el cuello. Esto se presentará en ambos lados del cuerpo y tiende a empeorar gradualmente.
Es posible que el dolor se acentúe más en las zonas donde los músculos están más débiles. A medida que pase el tiempo los músculos pueden atrofiarse, esto significa que se van desgastando, perdiendo volumen. A medida que empeora la afección es posible que los síntomas desaparezcan durante meses.
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad autoinmune?
Para diagnosticar esta enfermedad habitualmente se realiza un chequeo médico que se completa con un análisis de sangre.
Las personas que presentan polimiositis generalmente tienen niveles altos de enzimas musculares. Estas enzimas son liberadas a la sangre por el músculo que está sufriendo daños por la inflamación. A través de los análisis de sangre y de orina de rutina se pueden detectar irregularidad en los órganos internos.
Suele ser conveniente agregar estudios como radiografías de tórax, mamografías, pruebas de Papanicolaou y otras que se consideren, para buscar signos de cáncer que puede desencadenarse con la polimiositis.
La polimiositis es una enfermedad crónica. Eso significa que una vez que la tienes, se queda. Pero hay formas de ayudar a controlarla con los distintos tratamientos, seguramente tu médico aplicará el que se ajuste a tu problema en particular.
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