¿Por qué el matrimonio engorda?
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Cambiar de estado civil, también influye a la hora de adelgazar o engordar. En este caso vamos a centrarnos en el matrimonio, que debido a los nuevos hábitos que se adquieren consigue que se ganen unos cuantos kilos de más. En un estudio realizado hace unos meses por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad se consultó a 2.314 personas sobre la influencia de las relaciones de pareja en su peso. Ocho de cada diez admitió que el momento de la relación afectaba en la báscula. A continuación te explicamos con detalle por qué el matrimonio engorda.
De este informe también se extrae que el 42% de las personas seguían algún tipo de régimen para buscar pareja, mientras que el 41% reconoció que al estar en convivencia sus hábitos alimenticios eran menos saludables.
Hay que hacerse eco también de una investigación que desarrolló la Universidad de Chapel Hill (Estados Unidos) en 2007, en donde se llegó a la conclusión que el sobrepeso también es socialmente contagioso. Al parecer, según este estudio, lo más habitual no es que la gordura afecte solo a uno de los miembros de la pareja, sino a ambos debido a ese efecto contagio.
Se comprobó que a lo largo de su vida los hombres subían de peso unos once kilos frente a los siete de la mujer. Sin embargo, en el caso de los casados el problema se agudizaba. Ellos engordaban 13,5 kilos frente a los once de ellas. El hecho de complacer el uno al otro hace que mientras se mantenga la unión los dos miembros ganen peso.
Algunos expertos reconocen que debido a los horarios de trabajo tan apretados y a otros motivos, las parejas se decantan en ciertas ocasiones por las comidas rápidas, sobre todo por las noches, que es cuando los dos coinciden en el hogar. También suele ocurrir que en muchas ocasiones se intente satisfacer a la otra parte, y aunque uno no tenga ganas de comer algo siempre acaba cediendo. Puede ocurrir, por ejemplo, que a una persona le encanten los refrescos de cola y las pizzas para cenar. Eso acabará contagiando a la otra persona con el tiempo.
Conseguir el efecto contrario
También puede conseguirse todo lo contrario, que el matrimonio practique una alimentación más saludable. Esto ocurre sobre todo cuando es la mujer la que mantiene unos hábitos correctos, ya que por lo general es ella la que se ocupa de tomar decisiones sobre los alimentos que se adquieren y la preparación de los mismos.
No hay que pasar por alto tampoco los detalles, compromisos sociales y antojos. Compartir una tableta de chocolate, las palomitas grandes en el cine o las cenas del sábado resultan muy frecuentes. Todo eso también le suma kilos a la báscula. Los solteros, además, le dedican más tiempo a la práctica deportiva y a visitar el gimnasio.
Una vez que se consigue una relación estable hay que afrontar una serie de responsabilidades en el hogar, que en ocasiones pueden llevarnos al sedentarismo y al sobrepeso. Lo adecuado es que nunca se deje de practicar deporte, ya estemos solteros o casados.