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Qué es la encefalitis o inflamación del cerebro, ¿tienes riesgo?

La inflamación del cerebro es un síntoma común a muchas enfermedades, entre ellas infecciones víricas y patologías autoinmunes. Ahora que sabes qué es la encefalitis, como se la conoce en el ámbito científico, es importante aclarar que se subclasifica en encefalitis autoinmunes e infecciosas. Depende de cuál es el origen de estas afecciones, llevarán una u otra denominación.

En ciertos casos, la encefalitis puede poner en riesgo la vida del paciente. Si bien la mayoría de los individuos se recuperan al final, debe ser diagnosticada y tratada cuanto antes para asegurar la supervivencia. De lo contrario, es difícil predecir cómo avanzará.

¿Cuáles son los síntomas de la encefalitis infecciosa?

El cerebro inflamado suele provocar una sintomatología tan variada, que va desde confusiones temporales hasta convulsiones, pasando por cambios en la personalidad o dificultades para moverse normalmente. Naturalmente, los sentidos son alterados por la enfermedad y no es raro que el paciente pierda parte de la visión o la audición. O que se distorsione su percepción.

Una de las complicaciones de esta patología de origen infeccioso es que los primeros síntomas son parecidos a los de una gripe. Como consecuencia de ello, existe el peligro de dejar pasar el tiempo esperando una recuperación que no llegará a menos que se realice un tratamiento correspondiente. Los síntomas incluyen la fiebre, el cansancio, el dolor de cabeza y las molestias musculares.

Si esta sintomatología inicial es seguida de desplazamientos irregulares, rigidez de diversos grupos musculares y una repentina pérdida de sensibilidad de la piel y los músculos, entonces tendrás que consultar cuanto antes a un profesional de la salud.

En los bebés y niños, los síntomas pueden englobar las náuseas y los vómitos, la irritabilidad y una fatiga tal que le impida alimentarse debido al sueño extremo que experimenta. Los pequeños tienden a ponerse irritables debido a estas incomodidades.

¿Qué pasa con la encefalitis autoinmune? ¿Cómo detectarla?

Los síntomas de esta subclasificación son más lentos, y aparecen a lo largo de las semanas. No se asemejan tanto a los de la gripe. Los cambios en la personalidad, la pérdida de la memoria y la incapacidad para distinguir la realidad y la imaginación son algunos síntomas recurrentes de la encefalitis autoinmune. El paciente ve afectados los sentidos de la vista y el oído, y le cuesta andar.

¿Cuándo debes consultar a un médico?

La visita al doctor es inevitable y urgente al producirse dos o más de estos síntomas tras una aparente gripe. En general, pueden evitarse los daños irreversibles de la encefalitis -independientemente de su origen- si se inicia un tratamiento a tiempo.

¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

Aproximadamente en la mitad de los individuos se ignora el desencadenante de la encefalitis. Si bien es posible averiguar de dónde proviene, si de dentro o de fuera del cuerpo, es casi imposible dictaminar qué la provoca. Los hongos, bacterias y parásitos suelen ser la causa de la encefalitis infecciosa; mientras que el propio ataque de las células del organismo desencadena la autoinmune.

Factores de riesgo

A pesar de que cualquier persona puede padecer la encefalitis, hay algunos sujetos que están más predispuestos a padecerla.

Especialmente los menores de 13 años y los adultos mayores son propensos a esta patología, y a cualquiera de origen viral. Respecto a las autoinmunes, hay algunas más prevalentes en adultos jóvenes y otras más prevalentes en adultos mayores.

Históricamente los virus trasmitidos por mosquitos o por garrapatas son más frecuentes en regiones geográficas específicas como el continente africano. Y es habitual que los picos de contagios se den en las estaciones más cálidas del año, sobre todo en verano.

Los individuos con un sistema inmunitario debilitado, como los que poseen VIH/SIDA, tienen menos defensas ante la encefalitis. Justamente, lo mismo pasa en aquellos que conviven con afecciones autoinmunes que reducen su mecanismo de protección.

Por último, los fumadores están indefensos frente a la encefalitis. Más que nada los que desarrollan cáncer de pulmón.

¿Cómo prevenir esta enfermedad?

La mejor forma de prevenir la encefalitis viral, que es la única que se puede prevenir, es tomar precauciones para evitar la exposición directa a los hongos, bacterias y parásitos que la causan. Lavarte las manos con agua y jabón después de ir baño y comer es fundamental para eliminarlos y que no se alojen en tu piel. Si vas a zonas de poca higiene, lleva tu comida y tu bebida.

La vacunación es otro modo de prevención efectivo. Algunos destinos te obligan a presentar el calendario de vacunas completo. Infórmate sobre las enfermedades a las que te expones donde viajas, y asegúrate de estar vacunado contra esas patologías.

Finalmente, usa repelente e insecticidas. Los mosquitos y las garrapatas, entre otros, son algunas de las especies que transmiten estos virus y los depositan en tu organismo. Utiliza ropa que te cubra de sus picaduras, pero no dudes en recurrir a estos productos.