¿Influye el desarrollo de un país en la mortandad por coronavirus?

La realidad muestra que el coronavirus no reconoce fronteras. Avanza y se mete por cualquier intersticio que encuentra a su paso. Y una vez instalado en el ser humano, se multiplica y hace estragos.  En términos generales, el Covid 19 no reconoce diferencias entre países ricos y países pobres, entre desarrollados y subdesarrollados. Tampoco se fija si la persona tiene dinero, o es muy pobre.  Sin embargo, los efectos de su presencia no son los mismos en unos y en otros países y personas.

Aunque no hay antecedentes del coronavirus y se va creando el conocimiento sobre la marcha, una parte del mundo se aterra observando lo que está pasando en la otra. Los países pobres se han dado cuenta de que el Covid-19 puede ser la peor catástrofe en la historia para sus habitantes.

¿Dónde está la debilidad de los países pobres frente al coronavirus?

Los países con subdesarrollo y altos índices de pobreza son débiles frente al coronavirus. ¿En dónde está su debilidad?  En primer lugar, las personas que se encuentran en niveles de vida de pobreza son más vulnerables a cualquier enfermedad.  Sus sistemas inmunológicos suelen estar deprimidos y no responden adecuadamente a la enfermedad.

Por otra parte, los estilos de vida de las poblaciones con carencias favorecen el contagio. Muchas no acceden a los sistemas de salud ni a posibilidades de prevención, algunas ni siquiera tienen agua en sus viviendas. Generalmente se trata de grupos familiares muy numerosos que viven aglomeradas en un pequeño espacio.  El virus encuentra un ambiente ideal para multiplicarse. 

¿Qué impacto tienen los sistemas de salud?

La debilidad de los sistemas de salud de los países pobres es el factor principal de los efectos nefastos del coronavirus.  Esa es su gran vulnerabilidad. Muchos de estos países no cuentan con sistemas de salud que contemplen a todos los habitantes.

Además, la falta de recursos económicos hace imposible disponer de los elementos y material básicos para atender la enfermedad.  Hay pocos hospitales, escasas camas en ellos y los equipamientos son también muy reducidos.

Todo eso hace que las posibilidades de atención y tratamiento de la población sea insuficiente, por lo que el coronavirus puede golpear con efectos muy negativos.  En estos días, los países pobres dependen más que nunca de las grandes potencias y esperan que el mundo desarrollado les tienda su mano solidaria.

¿Qué puedes hacer tú frente a todo esto?  Pensar en esas personas que hoy más que nunca necesitan de ti. Recuerda que si tu vecino se contagia, tu salud también está en riesgo.