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Fiebre emocional: qué es y cómo se trata

Para muchos es una fiebre psicológica, pero no es algo inventado, si no real. Es decir, que en la fiebre emocional, la temperatura sube especialmente cuando uno está estresado y con diversos síntomas de ansiedad. Suele ir acompañada de otros signos como sudoración, dolor de cabeza o palpitaciones.

Aunque no le pasa a todo el mundo que tenga ansiedad o estrés, en otros sí, y entonces el trastorno mental volverse algo más agudizado.

¿Qué es la fiebre emocional?

Este tipo de fiebre sucede cuando la temperatura corporal supera los 37ºC al mismo tiempo que la persona pasa  una situación o episodio de estrés algo importante. Es por esto que a veces es complicada de diagnosticar porque deben descartarse otras causas como enfermedad como gripe u otros.

Surgen en todo tipo de edades y suele afectar más a las mujeres que a los hombres. Ahora bien, es necesario establecer estudios que estén relacionados con ello porque, como sucede con muchos otros problemas mentales, no hay bases claras sobre esto.

¿Hasta cuándo dura este tipo de fiebre?

Pues depende de muchas situaciones, y del grado de estrés o ansiedad al que está sometido el afectado. En general, los expertos nombran que suele ser pasajera, temporal y transitoria, ahora bien puede durar semanas o meses, cuando el estrés es generalizado, continuo y se cronifica.

Además, cuando a la persona se le da medicamentos tales como ibuprofeno o paracetamol, especialmente para bajar la fiebre, puede ser que se baje o que no, y entonces ahí vienen los problemas.

Cuando nos referimos entonces a tratar la fiebre emocional, no se basa en quitar este problema, si no en reducir el estrés pues ahí es donde realmente está el centro del problema a atajar. Para esto hay que establecer cuál es el nivel de ansiedad, marcar una terapia, ejercicios para ello y dar medicación si es necesario. Pero no se puede acabar con este tipo de fiebre sin centrarse en el estrés, porque en este caso es la causa de este problema, además de otros muchos otros signos.

Puede ser que no sepamos que estemos inmersos en un proceso de estrés y sea la fiebre emocional precisamente una de las primeras señales que lo identifica. Es por esto que es necesario notar lo que nos está pasando y actuar sobre ello antes de que se desencadene una ansiedad crónica que no se van en el tiempo y que es complicada de tratar.