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revista Biochemical Pharmacology

España lidera una nueva estrategia internacional para reducir el colesterol en sangre

El exceso de LDL en circulación acaba acumulándose en las arterias, favoreciendo la aparición de hipercolesterolemia

Un equipo internacional de investigadores, encabezado por la Universidad de Barcelona y en colaboración con la Universidad de Oregón (EEUU), ha desarrollado una nueva estrategia terapéutica que permite reducir los niveles de colesterol en sangre. El hallazgo, publicado en la revista Biochemical Pharmacology, abre nuevas perspectivas en la lucha contra la aterosclerosis, una enfermedad causada por la acumulación de placas de lípidos en las paredes arteriales.

Esta innovadora estrategia se basa en el uso de pinzas de polipurinas (PPRH), unas moléculas capaces de inhibir la expresión de la proteína PCSK9, un regulador clave del colesterol unido a las lipoproteínas de baja densidad (LDL-C). Al bloquear esta proteína, se facilita que las células capten mayor cantidad de colesterol, reduciendo su presencia en el torrente sanguíneo sin provocar los efectos secundarios que se asocian habitualmente a los tratamientos con estatinas.

Proteínas

La proteína PCSK9 actúa uniéndose de forma selectiva al receptor LDL (LDLR) en las células, el mismo al que se adhieren las LDL. Al competir por este receptor, PCSK9 reduce su disponibilidad, lo que impide que las células capturen el colesterol de forma eficiente. El exceso de LDL en circulación acaba acumulándose en las arterias, favoreciendo la aparición de hipercolesterolemia y aumentando el riesgo cardiovascular.

Gracias a las PPRH, los investigadores han logrado inhibir la transcripción del gen PCSK9, aumentando así la cantidad de receptores LDLR disponibles. Como resultado, las células absorben más colesterol, lo que reduce su concentración plasmática y el riesgo de desarrollar enfermedades arteriales.

El codirector del estudio, Carles J. Ciudad, del Departamento de Bioquímica y Fisiología de la Universidad de Barcelona, explica que las pinzas de polipurinas HpE9 y HpE12 se unen específicamente a secuencias polipirimidínicas de los exones 9 y 12 del gen PCSK9, bloqueando la acción de la ARN polimerasa e impidiendo su transcripción.

«Los resultados muestran que tanto HpE9 como HpE12 son altamente eficaces en células HepG2. HpE12 reduce un 74 % los niveles de ARN de PCSK9 y un 87 % los de su proteína», detalla Ciudad.

Tres niveles plasmáticos

Según Verónica Noé, catedrática y codirectora del estudio, los resultados también son muy prometedores en modelos animales:

«En ratones transgénicos, una sola inyección de HpE12 logró disminuir en tres días los niveles plasmáticos de PCSK9 en un 50 % y los niveles de colesterol en un 47 %».

Aunque existen otras estrategias terapéuticas contra PCSK9 —como el silenciamiento génico con siRNA, los oligonucleótidos antisentido o la técnica CRISPR—, los autores destacan las ventajas de las pinzas de polipurinas: alta estabilidad, baja inmunogenicidad y un coste de síntesis reducido. Además, a diferencia de las estatinas, no se han asociado a efectos secundarios musculares como las miopatías.

Este trabajo ha contado con la colaboración de la investigadora Nathalie Pamir, del Instituto Knight Cardiovascular de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, y ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICINN) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.