Diferencias entre el estrés positivo y el estrés negativo
Todo el mundo, en algún momento, puede tener más o menos dosis de estrés en su vida. Pero, ¿sabes en qué se diferencian el estrés positivo y el estrés negativo? Toma nota.
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Dependiendo de cuáles sean los desencadenantes o los motivos, el estrés que sientes puede ser considerado positivo o negativo. Un estrés positivo desencadena un incentivo dinámico y una conclusión feliz, en tanto que un estrés negativo causa angustia y perturbaciones, las que pueden terminar en un desequilibrio emocional, fisiológico y psicológico.
Estrés positivo y estrés negativo
El estrés positivo es agudo y mejora la concentración en el momento adecuado, es bueno para la salud y, eventualmente, conduce a un período de relajación y recuperación.
Este estrés agudo es el que siente el artista que está a punto de salir a escena; es un impulso de adrenalina que estimula su autosuperación, mejora su concentración y le ayuda a dar lo mejor de sí mismo. El estrés negativo también es agudo, pero dificulta el manejo de la reacción y a largo plazo se transforma en ansioso, crónico y perjudicial para la salud.
Si llegas tarde al trabajo y temes que tu jefe te observe, estarás generando estrés negativo y tu cuerpo reaccionará de forma equivocada, perjudicando tu salud, porque tienes miedo de sufrir represalias, como perder parte del salario o directamente ser despedido.
La edad no marca las diferencias
El estrés ya es parte del nuevo milenio y pueden encontrarse rastros hasta en los niños más pequeños. Generalmente, el estrés que perjudica, el estrés negativo, persiste en las personas por falta de una solución adecuada, aunque también puede deberse al esfuerzo de soportar la situación durante mucho tiempo.
En ese estado de ánimo negativo, el cuerpo no consigue relajarse y mucho menos recuperarse. El estrés negativo se agiganta y progresa si se suman situaciones hirientes o despectivas.
Las situaciones conflictivas son las que generan el estrés, independientemente de la edad, ya que pueden encontrarse las mismas conductas de respuesta, tanto en jóvenes como en adultos mayores.
En el largo plazo, si la persona no encuentra soluciones para reducir su estrés y se mantiene un estado permanente de tensión, pueden aparecer algunas afecciones. Son comunes los trastornos en el tránsito intestinal, eczemas, caída del cabello, trastornos del período menstrual, malestar generalizado, o insomnio.
El estrés crónico genera un estado de bajo rendimiento, debilidad y enfermedades, especialmente cuando deriva en depresión y la persona no puede superarlo. Por el contrario, el estrés positivo, el que se puede superar con éxito y con una mejora de la propia vida, es muy deseable.
Un poco de estrés es bienvenido, siempre que sea positivo. ¿Qué opinas tú? Deja tus comentarios. Comparte con tus amigos este artículo y recomiéndales esta lectura, para ayudarlos a equilibrar el estrés negativo con el estrés positivo.
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