Lo que necesita un ciclista en un Giro

Lo que necesita un ciclista en un Giro
giro

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

Desde el sillón de nuestra casa seguimos las etapas del Giro de Italia o de cualquier prueba de renombre, como el Tour de Francia o la Vuelta a España, con la tranquilidad y la relajación que eso implica. Sin embargo, los ciclistas ya llevan unos cuantos kilómetros en las piernas cuando las televisiones empiezan a emitir las primeras imágenes de la jornada. Los equipos deben realizar un gran esfuerzo para garantizar una serie de prestaciones personales y técnicas a los corredores. La compañía de bicicletas Canyon, que les suministra las bicicletas a Movistar y a Katusha acaba de realizar un análisis sobre todo lo que necesita un ciclista en el Giro.

Por ejemplo, en una etapa de montaña, en donde se llegan a los 200 kilómetros y se ven sometidos a esfuerzos más grandes, llegan a beber hasta 15 bidones. Incluyendo los nueve corredores por equipos y toda la ronda, se alcanzarían los 2.000 bidones. Si cada uno cuenta con un precio de cinco euros, el gasto llegaría hasta los 10.000 euros.

Pero no sólo las piernas son las responsables de que los ciclistas lleguen a meta en las mejores condiciones posibles. Hay que sumarle también el papel que desempeñan las bicicletas. Sin lugar a dudas, utilizan las de última generación. En una prueba de tres semanas suelen contar con cinco cada uno, de las cuales tres son de ruta y dos de contrarreloj, en donde cada una de ellas alcanza un valor de 9.000 euros.

Los grupos deportivos viajan con 90 juegos de ruedas para toda la carrera y 120 pares de cubiertas. A ello se le unen las piezas de recambio y sillones para cada bicicleta. Habrá que sumarle además los rodillos que se emplean para los calentamientos antes de cada etapa y en las cronos.

Nadie está libre de sufrir una caída. En muchas ocasiones llegan a romperse los maillots y los cullotes quedan inservibles. Desde Canyon aseguran que cada ciclista lleva dos juegos de cada uno de ellos para cada etapa. También se le sumarán otros complementos como los chubasqueros, chalecos, manguitos, perneras o chaquetas de manga larga, entre otras cosas.

La ropa utilizada se vuelve a utilizar después de lavarla. Y es que los camiones que acompañan a los equipos cuentan con lavadoras y secadoras. Cada conjunto moviliza además un autobús, dos furgonetas y seis coches. En el primer vehículo no suele faltar de nada, ya que incorpora cocina y ducha.

Una labor de equipo con muchos componente

Tampoco sería posible alcanzar el éxito en una prueba tan exigente como ésta si no fuese por todo el equipo de personas que llevan consigo. Además de los nueve ciclistas también van 24 personas más, entre los que se encuentran dos conductores de autobús, cuatro mecánicos, un médico, tres directores deportivos, un director de equipo, un cocinero, masajistas y dos relaciones públicas, entre otras cosas.

La labor conjunta de todos estos factores permiten que cada ciclista pueda afrontar a diario con las mejores garantías las exigencias de esta prueba de tres semanas.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias