5 casos en los que no debes practicar ejercicio

Los amantes del deporte no entienden de excusas. Acuden todos los días al gimnasio o a correr sin importarles todo lo demás. En muchas ocasiones su ración de actividad física es la solución perfecta para acabar con el estrés, la depresión o simplemente pasar el tiempo libre. Nadie discute la importancia que tiene el deporte sobre nuestra salud, pero hay situaciones en las que puede llegar a resultar muy dañino. A continuación te desvelamos 5 casos en los que no debes practicar ejercicio.

1-No dormir correctamente

No descansar bien por la noche nos provoca fatiga y cansancio. Esto puede afectar de manera importante tanto a nuestro rendimiento físico como al psicológico, sobre todo si has pasado una mala noche por enfermedad.

2-Si tienes infección con fiebre

En el momento en que tengas dolor, fiebre o malestar general, lo mejor es que te quedes en casa reposando para recuperarte lo antes posible de estas dolencias. El cuerpo no tolera ningún tipo de actividad física, por lo que puedes olvidarte del entrenamiento.

La práctica deportiva exige un mayor gasto de energía, por eso cuando uno se encuentra con gripe debe orientar todas sus fuerzas a luchar contra la infección.

3-Padecer gastroenteritis

Cuando suframos diarrea o vomitos, también el cuerpo nos pedirá reposo. Si practicásemos una actividad deportiva corremos el riesgo de deshidratarnos, algo muy sencillo con el ejercicio. Todo ello es debido al movimiento excesivo y a la posterior pérdida de líquidos. En cualquier caso es preferible tomarse un descanso y reponer energías con mucha agua y suero.

4-Lesiones

La adicción al deporte nos lleva a entrenar incluso en los días más complicados. Estando enfermos o lesionados optamos por salir a correr o ir al gimnasio aunque alguna parte de nuestro cuerpo se encuentre dolorida. Deberías evitar el ejercicio cuando presentes un esguince, tendinitis, fractura, herida o rotura. Muchas de los problemas físicos que arrastramos se pueden solucionar con simple reposo, ya que así se facilita su cicatrización.

5-Sufrir una enfermedad grave

Cuando nos diagnostiquen una enfermedad grave como un cáncer, problemas de corazón o un ictus, lo más adecuado sería evitar la actividad deportiva durante un tiempo. Una vez que contamos con un tratamiento preciso y el visto bueno de los profesionales médicos será el momento de practicar algo de ejercicio de manera moderada. Mostrarnos activos permitirá que luchemos mejor contra la patología en cuestión.