EL FUTURO QUE NOS ESPERA

Carlos López Otín: «La edición genética in vitro tiene una eficiencia del 100%»

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Carlos López Otín es Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Oviedo, donde compagina su labor docente con la investigación sobre cáncer y envejecimiento. Desde 2009, codirige la contribución española al Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer, que ha descifrado el genoma de centenares de pacientes con cáncer. Académico de Número de la Academia Europea y de la Real Academia de Ciencias de España, y Doctor Honoris Causa por varias Universidades españolas y extranjeras. Sus trabajos han sido citados más de 70.000 veces y su índice bibliométrico h es 120.

Estamos ante uno de los científicos con mayor prestigio y repercusión a nivel mundial en el estudio del cáncer y del envejecimiento. En 2001, el biólogo Craig Venter contó con él para formar parte del Proyecto Genoma Humano, que consiguió, por primera vez en la historia, descifrar el ADN humano, en 2009 fue galardonado con el Premio Nacional de Investigación “Santiago Ramón y Cajal”, ha descifrado el genoma de centenares de pacientes con cáncer, ha descubierto dos nuevos síndromes de envejecimiento acelerado, genes causantes del envejecimiento y bacterias pro-longevidad, así como nuevos genes causantes de muerte súbita y del melanoma hereditario.

Pero no termina aquí: ha descifrado las claves del rejuvenecimiento continuo de las medusas inmortales y hallado un gen humano esencial para la infección por el coronavirus SARS-CoV-2. Ha dado con estrategias de edición génica para el tratamiento de la progeria (patología que provoca un envejecimiento acelerado en los niños que la padecen, que presentan un aspecto envejecido y no suelen sobrevivir más allá de los 13 años) y ha abierto las puertas a importantes vías de investigación y tratamientos para, además del cáncer, otras patologías como la artritis o una decena de enfermedades hereditarias.

En 2013 junto con los científicos Linda Partridge (Instituto Max Planck para la Biología del Envejecimiento), Guido Kroemer (Universidad de París Descartes) y los españoles Manuel Serrano y María Blasco, describió por primera vez las nueve claves celulares y moleculares del envejecimiento en la prestigiosa publicación CELL, una de las tres más importantes del mundo (daños en el ADN, acortamiento de los telómeros, alteraciones del epigenoma, problemas para eliminar proteínas defectuosas, senescencia celular, el difícil equilibrio de los nutrientes y los antioxidantes, disfunción mitocondrial, agotamiento de células madre en los tejidos, alteraciones en la comunicación intercelular y la oxidación celular, aunque desmitificaron los antioxidantes).

Este artículo titulado Las características del envejecimiento (The Hallmarks of aging) es el más citado en la historia de la ciencia respecto a trabajos sobre envejecimiento. En él exponían que incidiendo sobre un único indicador es posible retrasar el envejecimiento de muchos órganos y tejidos. Ahora, diez años más tarde, acaban de añadir tres nuevas claves y nos las cuenta en primicia: las alteraciones en la autofagia (sistema de reciclado y limpieza interior), la inflamación crónica de baja intensidad y la disbiosis (el desequilibrio del genoma bacteriano que nos habita).

Pese a todo ello es cauto. Muy cauto. Asegura que la edición génica puede generar daños colaterales. «La edición genética in vitro tiene una eficiencia del 100%, in vivo los porcentajes son menores en animales y en humanos bajísimos», por lo que deja claro que no la aplicaría a personas. En cambio, si que le ve sentido a transplantar microbiota. Nos cuenta que si trasplantamos a un ratón viejo la microbiota de un ratón joven rejuvenece y vive más.

Es inevitable que la pregunta sobre nuestro futuro nos asalte. ¿Podremos frenar el envejecimiento?, ¿incluso revertirlo? Él no habla de teorías, sino de evidencias científicas. No se pierdan esta conversación. Les garantizo ciencia y sabiduría.

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