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Batidos de proteínas: ¿Para qué sirven y cuando hay que tomarlos?

Con motivo del creciente interés por el fitness, el deporte y las sesiones de entrenamiento en el gimnasio, cada vez hay más personas que recurren a los famosos batidos de proteínas. Estos sirven, entre otras cosas, para perder peso y mejorar el rendimiento físico. O al menos eso aseguran aquellos que lo consumen diariamente. ¿Qué son realmente los batidos de proteínas? Estos basan su composición en esa sustancia indispensable para la formación y el desarrollo de los huesos, los músculos, la piel y otros tejidos.

Además de las proteínas, esta bebida contiene una serie de carbohidratos y grasas, que actúan en conjunto como un suplemento dietético que siempre debe ir acompañado de una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicio constante. Solo así funcionarán todas sus propiedades.

¿Cuál es la función de los batidos de proteínas?

También existen batidos de proteínas totalmente naturales.

A pesar de lo que muchos puedan pensar, los batidos de proteínas no aumentan considerablemente la masa muscular por arte de magia. Los deportistas que lucen un cuerpo fornido y esbelto, complementan su consumo con un régimen de comidas muy específico. ¿Qué otros efectos tiene sobre nuestro organismo?

No obstante, es importante recalcar que ningún estudio o investigación garantiza los muchos beneficios que se vinculan a los batidos de proteínas. Algunos incluso aseguran que son perjudiciales para los riñones o los huesos. También sin pruebas fehacientes.

¿Cuándo es mejor consumir los batidos de proteínas?

Puedes escoger el batido que más se adapte a tus gustos y necesidades.

El momento más efectivo para tomar un batido de proteínas es antes de comenzar el entrenamiento, para proteger así el tejido muscular de un exceso de esfuerzo. Sin embargo, al finalizar el ejercicio, tu musculatura puede sufrir pequeñas rupturas en sus fibras. Un problema que la combinación de proteínas y carbohidratos solucionará. Otro de los métodos empleados tiene lugar antes de dormir. Al ser un producto de asimilación lenta, las hormonas del crecimiento siguen en activo durante la noche, trabajando así las fibras musculares.